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El 18 de mayo del 2022 es el undécimo Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos
El 18 de mayo del 2022 se llevó adelante el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, organizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Fue el undécimo censo nacional y el primero en hacerse con una modalidad bimodal, combinando un cuestionario digital con el tradicional relevamiento presencial. Sin embargo, el trabajo enfrentó numerosas críticas debido a fallas detectadas en su ejecución y procesamiento de datos.Una de las principales críticas se centró en las inconsistencias en la carga de información del censo digital. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos reconoció que un porcentaje de habitantes de viviendas que completaron el formulario en línea no fue incluido en los resultados preliminares. Esto se atribuyó a problemas en las planillas de cuenta rápida, lo que impidió reflejar con precisión los totales poblacionales por jurisdicción. Como consecuencia, los resultados provisorios, que se esperaban para agosto de 2022, se postergaron hasta el último trimestre del año, y los definitivos recién se publicaron en 2023.Otro punto cuestionado fue la pérdida de millones de datos provisorios. Fallas en el diseño del procedimiento, imprevistos durante el relevamiento y problemas de consistencia en la información recolectada generaron demoras significativas. Esto afectó la disponibilidad de datos básicos, como el total de población, que finalmente se estableció en 46.044.703 personas según los resultados definitivos. La cifra provisional había sido de 47.327.407, lo que evidenció errores iniciales en la cuenta.
La logística también recibió críticas. Se trasladó a más de 650.000 personas, entre ellos 458.000 censistas urbanos y rurales, 60.000 jefes de radio y 50.000 agentes de viviendas colectivas. A pesar de la magnitud, hubo duplicaciones de datos entre las modalidades digital y presencial, como hogares que completaron el censo en línea más de una vez o censistas que registraron información ya ingresada. Esto complicó el análisis y requirió un proceso adicional de cruzamiento de datos para corregir los errores.
El censo digital, destacado como una novedad con más de 23 millones de personas participando en línea, también fue objeto de cuestionamientos. Aunque el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos lo calificó como un éxito, se señalaron dificultades técnicas en la plataforma, como la falta de controles adecuados para validar la información ingresada. Esto resultó en datos incompletos o inconsistentes que afectaron la calidad de los resultados iniciales.
Además, se criticó la contratación de la empresa encargada de parte del trabajo. Según denuncias, la firma presentó antecedentes falsos y estaba vinculada a Diego Mazer, relacionado con figuras políticas como Juan Manzur y Daniel Scioli. El costo del censo, estimado en 55.000 millones de pesos, también fue cuestionado ante las fallas detectadas, lo que generó acusaciones de ineficiencia en la gestión de recursos.
Finalmente, la falta de acceso a datos desagregados oportunos fue otro foco de críticas. Aunque el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos publicó resultados definitivos en el 2023, como indicadores sobre viviendas (17.805.711 en total) y condiciones habitacionales, la demora y los errores iniciales afectaron la confianza en el trabajo.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
A los resultados de ese censo a cargo de los muchachos de la marchita y procesado por el INDEK deberían tirarlos a la basura y hacer uno nuevo, en serio.
ResponderEliminarRecuerdo cuando fuí censista en 1980, que se hizo con docentes de distintos niveles y alumnos universitarios. Tuvo bajo costo, no estuvo influenciado políticamente y fue un éxito.
Se debería poder repetir algo serio como fue aquel.