Ir al contenido principal

1971 CALENDARIO NACIONAL Conrado Nalé Roxlo

Conrado Nalé Roxlo

El 2 de julio de 1971 muere Conrado Nalé Roxlo, poeta, escritor, periodista, guionista, libretista, dramaturgo, humorista


El 2 de julio de 1971 murió Conrado Nalé Roxlo, en Buenos Aires, ciudad en la que había nacido el 15 de febrero de 1898. Fue poeta, escritor, periodista, guionista, libretista, dramaturgo, humorista y dirigió las revistas de humor Don Goyo y Esculapión.
Era hijo de uruguayos de ascendencia francesa y española y vivió en Caballito, frente al Parque Rivadavia. Amigo de Roberto Arlt, se casó con Teresa Isabel de la Fuente en julio de 1936,​ de cuyo matrimonio tuvieron dos hijas, Carmen Silvia y María Teresa.
Su forma autodidacta no impidió que su primer libro de versos, El grillo, fuera premiado en 1923. El segundo, Claro desvelo, publicado por la editorial Sur en 1937, fue reimpreso por Losada en 1942. Muchos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés e italiano. De otro cielo fue su tercer libro de versos. En 1967 apareció su Poesía completa.
En 1941 representó en Buenos Aires su primera obra de teatro, La cola de la sirena, premiada e impresa tres veces. Es sobre un hombre enamorado de una sirena. También ganó un premio su farsa Una viuda difícil, estrenada en 1944. El pacto de Cristina, otra pieza de teatro, también fue galardonada y trata sobre el tema de Fausto; otras piezas fueron El neblí, Reeencuentro y Judith y las rosas (1956), que es una nueva versión cómica del mito bíblico.
La cola de la sirena y Judith y las rosas obtuvieron dos veces Premio Nacional de Teatro. En su obra teatral predomina el lenguaje poético y los asuntos fantásticos e irreales. Escribió también guiones cinematográficos, como Historia de una carta, Loco lindo, Madame Sans Gene, Una novia en apuros, Una viuda difícil y Delirio.
Escribió además un hilarante libro de pastiches literarios (“a la manera de”), en prosa y verso de escritores españoles, americanos y europeos, Antología apócrifa. El segundo volumen de esta antología fue publicado en 1969 con el título Nueva Antología Apócrifa.
Con los seudónimos de Chamico y Alguien, publicó en diarios y revistas regularmente cuentos humorísticos por espacio de veinte años, que reunió en colecciones: Cuentos de Chamico, El muerto profesional, Cuentos de cabecera, La medicina vista de reojo, Mi pueblo y Sumarios policiales.
Además, fue conferenciante y dirigió el semanario humorístico Don Goyo, el semanario satírico para médicos Esculapión, y el suplemento literario del diario Crítica.
Las puertas del purgatorio fue Premio Nacional de Letras de 1955. También es autor de la novela Extraño accidente.
Escribió literatura para chicos con la que logró obras maestras como La escuela de las hadas. Junto con M. Mármol escribió las biografías de Amadeo Villar y Alfonsina Storni. Fue parte de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Escritores.
Su cuerpo yace en la galería de nichos 19 del Cementerio de la Recoleta (de Buenos Aires), pero no tiene una placa que lo recuerde.​
Quienes aprendieron algo de su vida en la escuela secundaria, no tienen recuerdo más precioso que el haberse aprendido de memoria su inolvidable poesía El grillo.

Música porque sí, música vana
como la vana música del grillo;
mi corazón eglógico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.

¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
veo todo a lo grillo esta mañana?

¡Qué bien suena la flauta de la rana!...
Pero no es son de flauta: en un platillo
de vibrante cristal de a dos desgrana

gotas de agua sonora. ¿Qué sencillo
es a quién tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!

A pesar de que se decía ateo, mi tío Roque Raúl Aragón lo incluyó en su libro “La  poesía religiosa argentina”. Y Nalé le dijo después que estaba muy sorprendido y encantado, por su inclusión en esa obra.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.