Matanza de San Bartolomé |
El 24 de agosto de 1542 es la Matanza de San Bartolomé, cuando se masacran hugonotes en París, tramada por Catalina de Médicis y realizada por nobles y villanos
El 24 de agosto de 1542 fue la Matanza de San Bartolomé. Ese día y el siguiente hubo una, masacre de hugonotes (protestantes) franceses en París, tramada por Catalina de Médicis y realizada por nobles católicos y otros ciudadanos. Fue un acto más en la serie de guerras civiles entre católicos y hugonotes que acosaron a Francia a fines del siglo XVI.La Matanza del día de San Bartolomé tuvo como trasfondo las rivalidades políticas y religiosas de la corte de Francia. El almirante Gaspar II de Coligny, líder hugonote, apoyó una guerra en los Países Bajos contra España como medio para evitar que se reanudara la guerra civil, plan que el rey francés Carlos IX venía a aprobar en el verano de 1572.Catalina de Médicis, la madre de Carlos, temía la creciente influencia del almirante Coligny sobre su hijo. En consecuencia, aprobó un complot que la casa católica romana de Guise había tramado para asesinar a Coligny, a quien responsabilizó por el asesinato de François de Guise en 1563.
El 18 de agosto de 1572, la hija de Catalina, Margarita de Francia, se casó con el hugonote Enrique de Navarra (futuro Enrique IV de Francia), y gran parte de la nobleza hugonote vino a París para la boda. El atentado contra la vida del almirante Coligny cuatro días después fracasó; solo resultó herido. Para aplacar a los enojados hugonotes, el gobierno accedió a investigar el intento de asesinato.
Temiendo que se descubriera su complicidad, Catalina se reunió en secreto con varios nobles en el Palacio de las Tullerías para tramar el exterminio completo de los líderes hugonotes, que todavía estaban en París para la boda. Se persuadió a Carlos para que aprobara el plan y, la noche del 23 de agosto, los miembros del municipio de París fueron llamados al Louvre y recibieron sus órdenes.
Poco antes del amanecer del 24 de agosto comenzó a tañer la campana de Saint-Germain-l'Auxerrois y comenzó la matanza. Una de las primeras víctimas fue Coligny, quien fue asesinado bajo la supervisión del mismo Henry de Guise. Incluso dentro del Louvre, los asistentes de Navarra fueron asesinados, aunque Navarra y Enrique I de Borbón, segundo príncipe de Condé, se salvaron.
Las casas y tiendas de los hugonotes fueron saqueadas y sus ocupantes brutalmente muertos; muchos cuerpos fueron arrojados al Sena. El derramamiento de sangre continuó en París incluso después de una orden real del 25 de agosto para detenerlo, y se extendió a las provincias.
Hugonotes de Rouen, Lyon, Bourges, Orleans y Burdeos figuraban entre las víctimas. Las estimaciones del número de gente que murió en los disturbios, que duraron hasta principios de octubre, han variado desde 2.000 por un apologista católico hasta 70.000 por el contemporáneo hugonote Maximilien de Béthune, duque de Sully, quien apenas escapó de la muerte. Los escritores modernos sitúan el número en 3.000 solo en París.
La noticia de la matanza fue bien recibida por Felipe II de España, y el Papa Gregorio XIII hizo acuñar una medalla para celebrarlo. Las naciones protestantes estaban horrorizadas. Para explicar la masacre, Carlos, asumió la responsabilidad y dijo que había habido un complot hugonote contra la corona.
En lugar de paralizar al partido hugonote como esperaba Catalina, la matanza revivió el odio entre los católicos y los hugonotes y ayudó a provocar una reanudación de las hostilidades. A partir de entonces, los hugonotes abandonaron el principio de obediencia al magistrado civil de Juan Calvino, es decir, a la autoridad real, y adoptaron la opinión de que la rebelión y el tiranicidio eran justificables bajo ciertas circunstancias.
©Juan Manuel Aragón
"El que a hierro mata, a hierro muere"....
ResponderEliminar"La noticia de la matanza fue bien recibida por Felipe II de España"... estimado Juan Manuel, Felipe aún no era Rey de España en el momento de la matanza de 1542. Felipe asume la Corona española en 1553. En esos momentos reinaba Carlos V Emperador. La Guerra entre Católicos y Protestantes era moneda común las matanzas entre ambos lados. Sino veamos las matanzas de Enrique VIII en Inglaterra para empezar. Digo esto porque hoy muchos se sensibilizan contra la Cruz y creen que por lo que diga un Papa modernista, para todo hay que pedir perdón.
ResponderEliminar