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1953 CALENDARIO NACIONAL Cobián

Juan Carlos Cobián

El 10 de diciembre de 1953 muere Juan Carlos Cobián, compositor, director de orquesta, pianista y letrista de tango, autor de “La casita de mis viejos”


El 10 de diciembre de 1953 murió Juan Carlos Cobián, en Buenos Aires. Fue compositor, director de orquesta, pianista y letrista de tango. Había nacido en Pigüé, provincia de Buenos Aires, el 31 de mayo de 1896.
Era innovador como ejecutante y como compositor. Al componer Salomé comenzó el tango romanza una tendencia innovadora en la música ciudadana, con Enrique Pedro Delfino. Como pianista, fue el primero en llenar con adornos en los bajos de los silencios de la melodía, lo que después fue sistematizado por Francisco De Caro.
Por la calidad de sus ejecuciones y su delicadeza fue llamado "el Chopin del tango".​ Su desenvoltura al hablar, su impecable esmoquin, sus modales distinguidos y su maestría pianística fascinaban a mujeres otoñales y aristocráticas y fomentaban su bien ganada fama de don Juan.
Algunos de sus muchos tangos ya son considerados verdaderos clásicos, como Los dopados (Los mareados, con letra de Enrique Cadícamo), El cantor de Buenos Aires, Shusheta, La casita de mis viejos, Niebla del Riachuelo, Nostalgias, Rubí, El motivo y A pan y agua. Todos con versos de Cadícamo, como El motivo, que también tiene letra de Pascual Contursi.
Era hijo de un español Manuel Cobián, y la argentina Silvana Coria. Nació en Pigüé, en la provincia de Buenos Aires, pero al poco tiempo la familia se fue a vivir a Bahía Blanca. Su hermana Dolores estudiaba piano y al observar su interés por el instrumento y la habilidad que mostraba repitiendo los ejercicios, molestó a los padres para que lo hicieran estudiar música, por lo que lo llevaron a la filial del Conservatorio Williams, donde fue condiscípulo de Carlos Di Sarli. Estudió con Numa Rossotti, que sido discípulo de Vincent d'Indy, en París y en 1913, a poco de fallecer su madre, ya recibido viajó a Buenos Aires.
En Buenos Aires comenzó a tocar en una cervecería y en cines, entre ellos el Buckingham de avenida Corrientes y Callao y el Las Familias de la avenida Santa Fe. Un día le presentaron a Eduardo Arolas que lo puso en contacto con el bandoneonista Genaro Espósito, el "Tano" y el violinista Ernesto Zambonini, autor del tango La clavada, con los que formó un trío. También tocaba el piano en las clases de tango que daba Juan Carlos Herrera, gran bailarín cuya clientela eran señoras mucho dinero.
Por ese tiempo actuó con Julio Doutry y "Mochila" González. en el cabaret Montmartre de Corrientes al 1400, el Moulin Rouge de Rosario y en la casa de baile de "La gallega Julia" de Sáenz Peña y Garay en la que estrenó en 1914 el tango El motivo. En 1916 tuvo un trío con Eduardo Arolas en bandoneón y Tito Roccatagliata en violín, en el "Montmartre", escenario compartido con Pepita Avellaneda, primera mujer que cantó tangos en público.
En 1916 no se presentó a cumplir con el servicio militar obligatorio, pero lo hizo tres años después en Buenos Aires en el Regimiento 2 de Infantería. De ese período es el más tarde famoso A pan y agua.
En 1922 se unió el sexteto de Osvaldo Fresedo, y estrenó su tango Mi refugio en el Abdullah Club de la galería Güemes. Cuando se retiró Fresedo, formó su propio sexteto y desde el piano pasó a dirigir a los bandoneonistas Pedro Maffia y Luis Petrucelli, los violinistas Julio De Caro y Agesilao Ferrazzano y el contrabajista Humberto Constanzo. Este conjunto quedó para la historia del tango pues significó el antecedente directo del movimiento de transformación instrumental más importante del tango. Actuaron en el Abdullah Club y grabaron para RCA Victor las piezas de Cobián Una droga, Shusheta, Piropos y Viaje al norte.
En agosto de 1923 disolvió su sexteto, vendió su piano y los muebles de su departamento, compró un pasaje de ida y dejó todo para irse a Estados Unidos detrás de una cupletista española que le llevaba quince años y que había conocido en Buenos Aires.
Al llegar a Nueva York nadie lo esperaba en el puerto pero un compañero de viaje le consiguió alojamiento en el hotel “Victoria" como el posterior tango de Discépolo y unos días después lo presentó a la pianista Mabel Wayne, autora de los valses En una aldea de España y Ramona. Con el tiempo este último sería difundido en Argentina como tango con letra del íntimo amigo de Cobián, Enrique Cadícamo. Por pedido de Wayne ejecutó un tango al piano, lo que le valió la atención del periodista y poeta mejicano Luis Sepúlveda, que estaba presente, iniciándose primero una amistad y más adelante una colaboración al ponerle Sepúlveda letra en inglés a algunos tangos de Cobián.
Al dejar a la cupletista formó un conjunto, el "Argentan-Band" con el que debutó en el bar del McAlpin Hotel, uno de los hoteles en cuyos salones había entrado el tango. Bajo el nombre de "Carlos Cobián" en septiembre de 1925 grabó Ironía y Letanía en solos de piano, pero sin mucha difusión. Entonces halló un joven estudiante que tocaba el saxofón y cantaba en español, Rudy Vallée, que pocos años después adquirió fama como actor y cantor, e incorporó a su repertorio una letra en inglés escrita por Sepúlveda para el tango The thief, que quiere decir El ladrón.
Al mismo tiempo se enredaba en más aventuras románticas, con un transitorio retorno con la cupletista, probó varios trabajos sin resultado. No tuvieron repercusión unas presentaciones especiales en la National Broadcasting para América Latina y algunas grabaciones Columbia Records que hizo con el nombre de "Carlos Cobián y su Orquesta Argentina" y en los primeros meses de 1928 regresó a su Buenos Aires.
Al volver formó una orquesta con Francisco Fiorentino como vocalista; dirigió una agrupación de jazz; con Ciriaco Ortiz (bandoneón) y Cayetano Puglisi (violín) tocó en el Trío número 1 y volvió a organizar su típica.
En compañía de su amigo Enrique Cadícamo en 1937 volvió a Nueva York. Se había casado en Montevideo con una mujer de buena posición con la que había tenido un romance en Buenos Aires, pero al fracasar el matrimonio decidieron divorciarse y la mujer le depositó 50.000 dólares que debía cobrar en los Estados Unidos. Pero allá comprobó que el gusto popular no favorecía su trabajo de músico de tango y, además, rechazó oportunidades que le presentaron. Mientras mantenía un romance con la dueña del edificio donde se instaló conoció a la norteamericana Kay O'Neill y el 1 de febrero de 1938, tres meses después de su llegada a Nueva York, se casó con ella provocando la ira de la dueña, que los expulsó del departamento.
Cadícamo tampoco tuvo suerte con sus proyectos y volvió a Buenos Aires sin concretar ninguno.
Al volver a la Argentina trabajó un tiempo al frente de su orquesta, con la que actuó en Radio El Mundo. Luego dejó la música, recluyéndose en su modesto departamentito de la calle Montevideo. El 10 de diciembre de 1953 murió luego de una intervención quirúrgica que se complicó como consecuencia de su alergia a los antibióticos.
El 31 de enero de 1954, casi un mes y medio después de su muerte, Enrique Cadícamo recibió una llamada telefónica de Kay O'Neill desde Nueva York para decirle que se había enterado del fallecimiento por una nota necrológica aparecida en un periódico local. A los pocos días, recibió una carta de ella diciéndole que quería saber cómo cobrar la herencia que le correspondía como esposa de Cobián.
©Juan Manuel Aragón

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