Ir al contenido principal

1876 CALENDARIO NACIONAL Vigil

Constancio Vigil

El 4 de septiembre 1876 nace Constancio Vigil, empresario, periodista y escritor de literatura infantil, con trayectoria en la Argentina

El 4 de septiembre 1876 nació Constancio Cecilio Vigil Olid, en Rocha, Uruguay. Fue un empresario, periodista y escritor de literatura infantil, con una trayectoria notable en la Argentina.
Hijo de Constancio Vigil, periodista y abogado, y de Ventura Olid, se mudó junto a su familia a Montevideo debido a las adversidades políticas que afectaron a su padre. Desde joven mostró inclinación por el periodismo y la escritura, fundando con tan solo 15 años la revista "La Alborada" en Montevideo, de la que fue director hasta 1903. Además, participó en la dirección de otros periódicos montevideanos, como "La Prensa" y "El País".
En 1903, tras la clausura del diario en el que trabajaba, se mudó definitivamente a la Argentina, para continuar su carrera periodística y literaria. Apenas llegado a Buenos Aires, creó las revistas "Pulgarcito" y "Germinal", pero su primer gran éxito llegó el 11 de enero de 1911, cuando fundó y dirigió "Mundo Argentino". Esta revista moderna se convirtió en un referente para la sociedad argentina, alcanzando una tirada de 150.000 ejemplares por semana.
En marzo de 1918, dio un paso significativo al fundar la Editorial Atlántida, que se consolidaría como líder del mercado de revistas. Bajo su dirección, nacieron publicaciones icónicas como "El Gráfico" (30 de mayo de 1919), "Billiken" (17 de noviembre de 1919), "Iris" (5 de marzo de 1920), "Para Ti" (16 de mayo de 1922), "Grand Guinol" (1 de septiembre de 1922), "Tipperary" (18 de abril de 1928), "El Golfer Argentino" en 1931 (posteriormente llamada "Sport"), y "Cinefrag y Vida Nuestra" en 1932. Además, en 1938, escribió el guion para la película de animación "El Mono Relojero", basada en uno de sus cuentos y dirigida por Quirino Cristiani.
A lo largo de su carrera como escritor, publicó más de cien libros infantiles, destacándose "Upa!", un método para aprender a leer que reflejaba su dedicación a la labor pedagógica. Sus "Cuentos de Vigil" han sido leídos por millones de niños, creando personajes entrañables como el Mono Relojero y la Hormiguita Viajera. Su influencia en la literatura infantil y el periodismo argentino es innegable.
Murió el 24 de septiembre de 1954 en Buenos Aires. La cultura y la educación de la Argentina de antaño, le deben gran parte de su formación y su proyección en el mundo.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares de este blog

2011 AGENDA PROVINCIAL Ibarra

Horacio Víctor Ibarra Jaramillo El 18 de septiembre del 2011 muere Horacio Ibarra Jaramillo, médico, hombre público, funcionario, luchador contra el alcoholismo y descrito como un hombre de bien El 18 de septiembre del 2011 murió Horacio Víctor Ibarra Jaramillo. Fue médico cirujano, hombre público, funcionario, luchador contra el flagelo del alcoholismo y es descrito por quienes lo conocieron como un hombre de bien. Nació el 29 de agosto de 1930 y se graduó de médico en la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba el 2 de abril de 1957. Luego de seis años de estudio, en 1974 aprobó el curso de inglés básico para profesionales. Comenzó su actividad profesional como practicante agregado en el hospital San Roque de Córdoba en 1953. Luego fue médico interino del hospital Independencia de Santiago del Estero en 1958 y médico de sala del servicio de Clínica Médica de ese hospital y Jefe de Clínica del mismo servicio. Además, fue médico de la sala de primeros auxilios de Nuev

REAL El santiagueño avaro

El avaro santiagueño (imagen de archivo) “Se sentaba en las confiterías, comía lo que quedaba en la mesa y cuando el mozo le preguntaba qué se iba a servir, se excusaba porque ya había consumido…” Muchos recuerdan en Santiago a aquel abogado conocido, picapleitos de varios bancos a la redonda, maletín en la mano izquierda, saliendo temprano de su casa a procurar sus juicios. A cada banco llegaba puntual, a la hora del refrigerio que esas instituciones suelen ofrecer a sus empleados, tomaba el sánguche y la gaseosa que le correspondía y al día siguiente, cuando llevaba a los chicos a la escuela, les repartía lo que le habían dado. Cuentan también que se sentaba en las confiterías, comía lo que quedaba en la mesa y, algunas ocasiones cuando el mozo le preguntaba qué se iba a servir, se excusaba porque ya había consumido, no daba ni las gracias y, más tranquilo que paloma en cable, se mandaba a mudar. De sus hijos contaban que las zapatillas que a los pobres les duraban —pongalé— seis mes

PENSAMIENTOS “Coó”, una creación colectiva

Coó el Guarachero La tesis de este brevísimo ensayo es que entre todos posibilitamos la existencia y desarrollo de un personaje de la ciudad que tiene un problema “Coó”, el Guarachero, es una creación colectiva santiagueña. No es un personaje de la ciudad como otros, que lo son por su atuendo, su físico u otras características salientes. Él pedía el reconocimiento público, que lo miren, se le rían, lo aplaudan, lo tengan en cuenta. Le falta un tornillo, para decirlo en palabras simples y sin entrar en psicologismos vanos. Debiera haber sido tratado hace por lo menos unos 30 años, cuando recién salía a la calle, se ponía a cantar y la gente se preguntaba: “¿Y a este qué bicho lo ha picado?”. Paulino, otro pintoresco personaje ciudadano, tiene sus días y sus cosas también, pero en general no se mete con nadie, pide plata, no le dan, putea un poco y se manda a mudar, no se cree una estrella de la música tropical ni nada, es solamente Paulino. En el pasado hubo más: se crearon una máscara,