Ir al contenido principal

6 DE DICIEMBRE Día nacional del gaucho

Típica gauchada

Se recuerda la fecha de 1872 en que se publicó la primera parte de El gaucho Martín Fierro


El 6 de diciembre se celebra en la Argentina el día nacional del gaucho, en recuerdo de la publicación de la primera parte de El gaucho Martín Fierro, en 1872, (la ida), de José Hernández.
Quizás alguno crea que se trata de otra efeméride para disfrazarse de botas, bombachas, sombrero aludo, rastra con monedas y pañuelo al cuello. La gente que se viste de esa manera puede ser gaucha o no, pero ser gaucho no depende de unas telas o unos cueros más o menos elegantes o curtidos. Es algo más que eso, mucho más que entonar una chacarera o gritar “¡huija, rendija!”, una vez al año.
En la Argentina hay muchos gauchos todavía, la mayoría jamás aprendió a montar a caballo, enlazar un potro o, aunque más no sea, matar y pelar una gallina. Los gauchos actuales ni siquiera viven en una casucha pobre en el campo criando una tracalada de hijos, tomando agua de arroyo y alimentándose de cabras y terneros carneados con las propias manos.
Para empezar, ser gaucho no es una actitud exterior: en realidad eso es lo contrario de aquello que los argentinos viejos entienden como gauchada. Ese compendio de actitudes circenses: vestirse de gaucho, trepar a un escenario, cantar a los alaridos y nombrar el ranchito y el arbolito está en las antípodas de los gauchos.
Gaucho es el que halla a un amigo, a un conocido o alguien que no conoce que está en la mala y sin preguntarle por qué o cómo llegó a esa situación, darle una mano y, si es preciso huye hacia las tolderías con él, como hizo Martín Fierro con su amigo Cruz.
Gaucho es quien presta el hombro a cualquiera para que llore sus desventuras, lo consuela, lo lleva a la casa, lo viste y lo despide sin ni siquiera pedir que le agradezca. Gaucho era el samaritano que auxilió al judío que estaba herido en el camino, luego de que lo asaltaran, y después no pidió nada a cambio. Gaucho es el que da una mano a otro en cualquier circunstancia y no se toma una foto ni lo publica en ninguna parte, porque eso no es de buen cristiano ni de buena gente.
No solamente hay gauchos en esta tierra sino alrededor del redondo mundo. Si en un camino de la China, Afganistán, Francia o Panamá, alguien ve que uno pinchó una goma y se detiene a darle una mano, es un gaucho, aunque nunca haya sentido hablar de la zamba ni sepa cómo se construye un corral de palo a pique o para qué sirve.
Los argentinos llaman gauchos a quienes comparten sus valores altruistas y sobre todo desinteresados y una gauchada es su buena acción. El gaucho ni siquiera deja su nombre para que lo alaben luego en la casa, aquellos a quienes echó una cuarta. Considera que el deber cumplido es suficiente paga para el hombre de bien.
Hoy, día del gaucho, bien se podría honrar a José Hernández, que dejó sus magistrales versos y levantando los ojos al cielo, entonar una oración para que su alma se vaya al Cielo de los que dejaron una huella profunda en el corazón de su gente, no solamente con la belleza de sus versos, sino también con su ejemplo de vida y su bonohomía.
El diccionario define gauchada como "acción desinteresada que se le da a una persona".

Más evocaciones
En la Argentina también es el Día Nacional del Productor de Radio y Televisión, en Bélgica es la Fiesta de San Nicolás (Sinterklaas), en el Canadá es el Día Nacional del Recuerdo y Acción contra la Violencia hacia la Mujer, en el Ecuador recuerdan la fundación de Quito, en España es Día de la Constitución, en Finlandia de la Independencia, en el Perú de la Policía Nacional y en el Uruguay del Psicólogo.
Los católicos recuerdan a los santos Nicolás de Bari, Asela, Bonifacio Sibidense, Dativa, Dionisia y compañeros, Emiliano médico, José Nguyen Duy Khang, Leoncia, Mayórico, Obicio, Policronio, Servio, Tercio y los beatos Luisa María Frías Cañizares y Pedro Pascual.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Te felicito Juan por la conmemoración y por la faceta de los gauchos que has presentado . Creo que quedan muchos de esos gauchos en nuestro país. Gente de trabajo que aporta a la sociedad, honra a su patria y ayuda al necesitado.
    Cada uno de nosotros debería hoy llamar a alguno de esos "gauchos" que todos conocemos y agradecerle por su actitud de vida.
    Todos deberíamos educar a nuestros hijos para que sean gauchos en el más amplio sentido de la palabra.

    ResponderEliminar
  2. Por eso todavía, cuando pedimos un favor, esperamos que nos hagan "una gauchada".
    Y cuando felicitamos a un niño por ser trabajador , le decimos "gauchito".

    ResponderEliminar
  3. Es verdad Juan, ka vestimenta no hace al verdadero gaucho, a veces no los podemos reconocer porque son de perfil muy bajo, como lo debe ser un gaucho, un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Magnífica semblanza de la ética gaucha. Felicitaciones. Y muchas gracias.

    ResponderEliminar
  5. Un gaucho lo está leyendo ...aunque no parezca gaucho!

    ResponderEliminar
  6. Un gaucho se hace con el fruo, el calor, el hambre, el trabajo y por sibre todas las cosas, la solidaridad y la honestidad.
    Un abrazo aparcero.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.