"¿En serio creen que soy difícil?" |
Diga si no le ocurre, ver algo y sentir que algo está funcionando mal y no tener manera de arreglarlo
A continuación, situaciones o gente que me molestan profundamente, algunas joden mucho, otras más o menos y el resto poco. Como todas las listas, es incompleta, pero al menos queda la opción para los lectores, de agregar abajo otras que crean oportunas.Pisar baldosas flojas después de la lluvia, las eternas filas para todo, los bares, como “La Roca” que ocupan toooda la vereda y no te dejan pasar, los que caminan adelante sin decidirse si van a la derecha, a la izquierda o qué y estorban el paso, los cantantes de música religiosa en las peatonales (¡buéh!, pongalé religiosa), pisar mierda de perros, los puestos de venta de carne de vaca, pollo y cerdo del mercado Armonía cerrados por falta de ventas, los autos estacionados en las paradas de ómnibus, sobre todo a la noche, los mayores de 18 años que se tratan de “chicos”, el menemismo residual.Los empleados de comercio que te dicen “tío”, “papito”, “don”, los autos estacionados en las bocacalles, que te cuenten una cirugía y no terminan nunca, llegar a una oficina y que esté cerrada por desinfección, las motos obstaculizando la senda peatonal, las moscas en toda la ciudad, los municipales que andan en moto por las veredas del parque Aguirre y te retan si no te haces un lado para que pasen los ñorse, los que hablan del calor todo el puto día.El olor a chivo en el ómnibus, los remiseros de pantalón corto y ojotas, los que preguntan cuántos grados han hecho ayer o cuántos estarán haciendo hoy, los que dicen que no mezclan dulce con salado (porque entonces a la carne de vaca la sazonarán con azúcar), los que cuando pasa la ambulancia, dicen “a los muchachos se les enfría la pizza”, los que saben cuándo cambiará el tiempo, andar en bicicleta o en moto cuidándose de los pelotudos que abren de sopetón la puerta del lado del conductor.
Las mujeres que se ríen con el estómago (los hombres, peor), los empleados y obreros que cobran medio jornal pero trabajan uno y medio en condiciones de mierda, los que te presentan: “Estos son mis hijos” y agregan: “Eso dicen”, los que cuando preguntas por alguien, en vez de decir “no está”, “no ha venido”, “se mandó a mudar”, contestan “no se encuentra”, me dan por centro de las bolas los que dicen “la situación ´amerita´ tal cosa” (“amerita” el compagnón, la palabra es “merece”), los que dicen que han leído la Biblia, completa (sí che, vení contame, apenas deletreas), la venta de supuestas cremas mágicas de cannabis (ahora resulta que la marihuana había sabido ser algo fantástico, próximamente llegan la cocaína, el ácido lisérgico, el mezcal, las pastillitas, el paco al universo de los buenos, como salvación del mundo).
Los jubilados que revuelven disimuladamente los tachos de basura para ver si hallan algo de comer (en serio, pobre gente, laburó toda la vida para terminar linyereando), las gordas con calzas (y tanga tipo hilo dental que apenas les cubre la raya), que te quieran explicar por qué no atienden en una oficina (no me importa, no es mi problema), las ratas del mercado Armonía, los que se tiran de modernos porque andan en monopatín eléctrico por la calle (gente grande, ¡che!), que un perro me huela a) las bolas b), los zapatos o c), el culo, el tereré o peor, el tereré con naranja Fanta (brebaje del averno ¡añamemby!), la guaracha, las conversaciones de fútbol, los que largan un dequeísmo cada dos frases y los que no usan el “de que” cuando corresponde, los que escriben “listado” en vez de lista, “sumatoria” y no suma o “incremento” y no aumento, los que cuando un chico pide alguito para comer, digan “dónde andará el vago del padre” (dale o no le des pero, por favor, callado).
Los días gomosos, los que se alaban de lo buenos que son (y cuentan anécdotas maravillosas de ellos mismos), los que dicen que Borges es un autor difícil (porque nunca llegaron al Patoruzito), Coó el guarachero (francamente, ¿usted le ve la gracia?), el dulce de membrillo, los que dicen “oquei” a todo, en vez de “meta”, “bueno”, “dale”, “sí”, que te despidan de un lugar con un “que ande bien” como si uno fuera reloj, tractor, lavarropas, los fanáticos de a) equipos de fútbol, b) política, para uno u otro lado y c) cualquier otra cosa, los que dejan de prestarte atención cuando pasa una chica linda, los que dicen “aguarde un instante”, en vez de “espere” o “aguaite”, los que sostienen que con cualquier religión vas al Cielo si has sido buena gente (le hubieran dicho al tal Jesucristo, así no se dejaba clavar en una cruz), los que dicen “buen provecho”, las guaranguerías de la Mirta Legrand (la nieta es inimputable).
En fin, lo dicho, siga usted.
©Juan Manuel Aragón
Los empleados de comercio que te dicen "mi rey" la gente que come en la calle y encima tira los restos en las veredas. Las gomerías que atajan las veredas y media calle
ResponderEliminarLos que estacionan en doble fila en calles angostas.
ResponderEliminarel lawn tenis que no tiene veredas a la vuelta del club, cargan coronita ?????
ResponderEliminarEl goteo de reggaeton, rap y todo eso en el centro, en las radios, en la televisión. Las personas que usan los verbos "recepcionar" o "receptar" por recibir. Quienes dicen: "Mundo mundial", "Me muero muerto/a", los bultos nocturnos que estando cerca uno descubre que son bicicletas o motocicletas sin luz (hay autos que están adhiriendo a esa "moda"), los que manejan un automotor sin considerar al peatón, olvidando que ellos también son peatones, pese a que momentáneamente están al volante de algo. Los que no avisan con la luz correspondiente que están por girar, especialmente si es gente que cobra por manejar un vehículo. Que estas listas parezcan interminables.
ResponderEliminarLa Direccion de Catastro que hace mas de un mes me informa que se cayo el sistema y no puedo tramitar nada.
ResponderEliminarLas interminables discusiones de los nacionalistas "de café"..
ResponderEliminarEl malhumor de la gente por el clima, porque se despierta a la madrugada, porque otro puede dormir hasta tarde, porque el basurero pasó temprano... Jajaja
ResponderEliminarLos que te dicen "se tenemo que juntá pá comer un asadito" y son unos secos, que ni pal higado con cebolla tienen!!!
ResponderEliminarLos que te dicen "que le puedo cobrar" ( lustrin, plomero, verdulero, albañil, etc. y luego cuando vas a pagar, te revientan con el precio.
ResponderEliminarLas personas que tienen títulos universitarios y creen que por poseer tal título son buenas personas y te tratan con aires de superiordad. La gente que tira la basura en la calle. El nivel de agresividad reinante en la sociedad. Los padres que no ponen límites a sus hijos.
ResponderEliminarLos motociclistas que no respetan semáforos. Los sacha escritores que escriben Boludeces. Los peatones que cruzan por cualquier lado y se quejan de los conductores.
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