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ISRAEL Ahí está la guerra (vídeo)

Imagen de portada de un diario de Gaza

Ahora está permitido ver la guerra cara a cara – los hermanos no son unidos – países que quieren apagar el fuego con nafta – se repite la historia – idioma de conflicto


1 En persona. Los nuevos dispositivos adosados a los cascos o llevados en la mano, permiten ver la guerra, si no en el mismo momento en que se está produciendo, al menos unas horas después. El vídeo que sigue muestra el caliente frente de batalla, quizás unas horas después de que se produjeron los hechos. No hay indicaciones del lugar exacto de los combates, pero es lógico, teniendo en cuenta que ningún bando quiere mostrar lo que hace para no alertar al enemigo.
Combates en Gaza
2 Peleas de hermanos. Se está viendo que lo peor de la guerra que sostiene el Estado Israelí contra Hamás es que, a menos que Israel quiera terminar con todos los gazatíes, cuando todo termine —y algún día habrá de terminar— deberán seguir compartiendo el mismo espacio vital. O casi. Como esos hermanos que riñen todo el día, pero a la noche comparten la misma habitación, duermen bajo las mismas estrellas y están condenados a compartirlo todo sin solución de continuidad.
3 Nafta al fuego. Es lamentable también el hecho de que el resto del mundo, que debería al menos no meterse en el conflicto, aprovecha la situación para azuzar a uno de los dos bandos. Lo que hizo Bolivia, de suspender relaciones con Israel acusándolo de cometer crímenes contra la humanidad en sus ataques a la Franja de Gaza, daría risa, si no fuera porque se trata de una acción grave. Lo peor es que los únicos que podrían ser perjudicados los bolivianos porque a los israelíes, tener o no relaciones con Bolivia no les mueve el amperímetro ni un milímetro. Y en el contexto internacional suma un enemigo que, por esas cosas de la historia de las naciones, podría necesitar en cualquier momento.
Banderas de Bolvia e Israel
4 Historia repetida. En Francia, los musulmanes aprovechan también para trazar su propia historia de terror. Pintan las casas de los vecinos judíos con una estrella de David, reeditando así el triste tiempo en que los nazis hacían lo mismo en la Alemania nacional socialista de antes y durante la Segunda Guerra Mundial. (Francia está teniendo problemas con la segunda y tercera generación de musulmanes que viven en su territorio y según calculan analistas serios, sus dramas podrían aumentar en los próximos años si no halla la forma de hacer franceses a cerca de un millón de árabes que viven en su tierra. Pero este quizás —y sólo quizás— sea un problema distinto).
Estrellas de David marcando a judíos
5 Odioso odio. Ninguno de los diarios revisados para encarar estas notas traen alguna idea de pacificación, parar la mano, cortar con las agresiones, empezar el diálogo con otro idioma. Desde ambos lados llegan noticias de agresiones malvadas, defensas heroicas, ataques arteros. Para unos los otros son invasores, para los otros los unos son terroristas y el pueblo del otro lado de la frontera aprueba lo hecho hasta el momento. Por lo que se ve hasta el momento, la guerra continuará aún después de que se callen los fusiles. Después vendrá el tiempo de mirarse de reojo y es posible que más adelante, de vuelta comiencen las hostilidades.
Frase. Piense amigo en este dicho de Edmund Burke: “Una guerra jamás deja a una nación en el mismo lugar en que se hallaba”.
©Ramírez de Velasco

Comentarios

  1. Estamos en la era de la opinión de bolsillo, en la que casi todos los habitantes del planeta tienen un teléfono a mano que les permite opinar, aconsejar, juzgar y condenar desde linyeras hasta reyes, como si tuvieran no sólo autoridad sino además un profundo conocimiento de los hechos en cada caso.
    Este fenómeno se extiende también al ámbito de la política internacional, al punto de que la gente llega a considerar lógico que se pueda, o deba, aconsejar a naciones enteras sobre cómo conducir sus asuntos.
    Leo constantemente comentarios como "Israel debería hacer....tal cosa..." o "Palestina no tendría que ....tal otra...". Hasta se llega al punto en que se aconsejar a terceros países lo que deberían decirle a Israel, o Palestina que hagan!!! "Europa tendría que aclarar a Israel que no permitirá.....tal cosa", o "La ONU tendría que dejarle bien claro a Palestina .....esto otro".
    La realidad es que cada país es soberano en sus decisiones, las cuales dependen de factores que ninguno de los habitantes del resto del mundo, e incluso la mayoría de los habitantes de esos dos países, tiene la.más remota idea de todos los factores, variables, condicionantes, aspectos históricos, etc. que influyen en las decisiones que toman o vayan a tomar.
    Por lo anterior, pienso que lo que corresponde es respetar las decisiones de los países involucrados, esperar que el conflicto se termine pronto, que no se sigan perdiendo vidas, y rezar (los que tenemos una convicción de fe religiosa), por los que están sufriendo las consecuencias del conflicto y por las almas de los que perdieron la vida durante el mismo.

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