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Por qué a veces los periodistas recurren a viejos clichés, a frases hechas, a recordaciones vacías o falsos ditirambos

El señor motivo del artículo de hoy es un distinguido caballero, que ha formado un hogar sólido en el seno de nuestra sociedad, dando a cada paso, acabadas muestras de honestidad y ecuanimidad, tanto en el campo de su trabajo como en la comunidad que lo alberga.
Su acendrada vocación lo ha llevado a desempeñarse en toda tarea que le fue asignada y que él mismo eligió, con diligencia y capacidad, por lo que fue ascendiendo en la consideración pública en cada nuevo emprendimiento que lo tuvo como protagonista.
Su pensamiento político es hijo de las rectas lecturas escogidas durante la infancia y la juventud, cuando supo recibir las mejores ideas de los clásicos de la literatura argentina, española y universal. Además, cabe notar que sus maestros de escuela fueron hombres públicos y académicos de probada responsabilidad cívica y que se desempeñaron con integridad en los cargos que les tocó desempeñar.
Desde joven eligió para su militancia, un partido acorde a sus grandes ideales, no obstante, siempre tuvo el oído atento para oír lo que los demás tenían para decir, consciente de que ese es el primer deber de los hombres que eligen la tolerancia y la rectitud como una guía de la existencia.
Sus antepasados se distinguieron en el campo de las armas, las letras y las ciencias. Todos han hecho honor a su apellido desempeñándose siempre con lealtad, rectitud, nobleza e hidalguía, en cuanto encargo público o privado hubo de afrontar en las circunstanciales tareas que le impuso su tiempo.
En el ámbito familiar supo consolidar junto a su familia, un hogar compacto y bien formado: sus hijos se destacan en los estudios y el deporte y sus hijas han aprendido de su madre, las más virtuosas lecciones de humildad y constancia, siendo prendas de comprensión para los caballeros que las elijan como compañeras de la vida.
Los amigos de este señor, han de confirmar sus dotes de gran camarada en tertulias de todo tipo, desde las más intrínsecas que se dan en el cariño fraterno hasta las que alcanzan cumbres de efusión por la calidad del mosto con que se festejan ciertos acontecimientos gratos de la vida en comunidad.

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Su trato siempre correcto lo ha llevado a ser distinguido como uno de los más finos y elegantes ciudadanos, a la vez que su bonhomía personal y la humildad de sus maneras lo han llevado a ser considerado entre los más reputados señores de esta comarca.
(Esta nota fue hallada en el cajón de un viejo periodista muerto hace tiempo. Llevaba el título “Vale para cualquiera” y abajo tenía varios nombres de reconocidos santiagueños que, en su día, fueron halagados con ella).
©Juan Manuel Aragón
A 19 de noviembre del 2023. Camino a la Dársena. Comiendo granada