Manuel Acosta Villafañe
El 7 de diciembre de 1956 muere Manuel Acosta Villafañe, cantante folklórico, músico, autor y compositor, pionero y referente de la música tradicional
El 7 de diciembre de 1956 murió Manuel Acosta Villafañe, en Buenos Aires. Este cantante folklórico, músico, autor y compositor es considerado como uno de los pioneros y grandes referentes de la música tradicional catamarqueña y nacional. Es conocido por piezas como El Catamarqueño, La flor del cardón, Vidala del Culampaja, Tun… tun… y Adiós Catamarca, adiós. Había nacido en San José, Santa María del Valle de Catamarca, el 2 de diciembre de 1902.Fue uno de los menores de seis hermanos y desde muy joven demostró a sus padres el interés por la música de su provincia. Cuando terminó la escuela secundaria en Catamarca, trabajó un tiempo en las tierras de sus padres. En 1924 se fue con su hermano, Carlos Quintino, a la provincia de Buenos Aires y se inscribió en la Facultad de Agronomía, Carlos se anotó en Veterinaria.En 1926 formó el dúo calchaquí Acosta-Villafañe con su hermano Carlos (Carlos era primera voz y Manuel segunda). Llegaron a compartir escenario con la célebre cantante Sabina Olmos. En Buenos aires fueron acompañados por Carlos Quiroga y poco a poco se hicieron un lugar en el ambiente folklórico.Carlos Quiroga los presentó en los medios sociales y tradicionalistas, y se vincularon a la Sociedad de Arte Nativo. Al poco tiempo actuaron en Radio Nacional y RCA Víctor los contrato para que grabaran un disco, que llevó entre sus títulos un escondido, El Catamarqueñito.
En 1930 debutó en Radio Splendid, y luego Radio El Mundo lo llamó para que sea uno de sus números inaugurales.
Con los años, Carlos volvió a Catamarca y fue reemplazado en el dúo por Carlos Gallo, y después Enrique Perván Leguizamón, su sobrino. Fue acompañado por Napoleón Ábalos “Machingo” en piano, José Gerez en bandoneón, Humberto Canataro y Roberto Pedretti con guitarras, Salas y Raquena en violines-
Lo llamaban "El Tata de Catamarca" y tuvo su peña "La Salamanca" en la avenida Rivadavia al 5000 de Buenos Aires. En 1941, durante una fiesta religiosa, Catamarca los vio cantar a Manuel y a Carlos Gallo juntos como años atrás.
En 1947 Manuel volvió a Santa María, para trasladarse a la Capital provincial. Entonces dio vida a Los Arrieros del Ambato, junto a Germán Leguizamón, Juan Ramón Ponce y Atuto Mercau Soria. Tras una actuación en radio y discos, volvió a su provincia y se entregó a la creación de una Casa de Folclore.
En 1951 compró tierras en Tinogasta para dedicarse a actividades rurales como el cultivo de pimientos y tomates, pero debió volver a la música. Años después intentaría retornar a las tareas de campo, y para ello compró tierras en Piedra Blanca, y esta vez los esfuerzos vieron su fruto, que colmaron sus expectativas.
Con la RCA lanzó piezas como La Calandria, El Chicote, Sentido de voy de aquí, Tinkunako, Tun… tun…, Florcita de muña-muña, Noches de Catamarca, Amor tucumano, Nochecita de mis valles, El arriero catamarqueño, Amor viejo vale más, Adiós Catamarca, adiós, entre muchos otros. También compuso populares temas como La flor del cardón y Vidala del Culampaja. Regirstró en Sadaic más de 140 obras.
Antes había estado a cargo del Instituto de la Tradición en Catamarca creado a comienzos de 1950 por el gobernador Armando Casas Nóblega.
Murió el 7 de diciembre de 1956, a causa de un cáncer de estómago y tras someterse a una intervención quirúrgica. Al día siguiente, Día de la Virgen, a la hora en la que la Santa Patrona de su Catamarca era llevada en procesión en torno de la plaza de la ciudad, los amigos de Manuel llevaban su cuerpo a la última morada en el Cementerio del Oeste.
Allí hablaron Manuel López Delgado, José de Jesús Pérez Ruiz, Alberto Varela y José Ramón Luna, que mostraron su emocionada palabra la congoja y la los tradicionalistas y amantes del arte tradicional. Si bien murió en la provincia de Buenos Aires sus cenizas fueron trasladadas el 4 de marzo de 1995 a Santa María.
©Juan Manuel Aragón
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