Ir al contenido principal

CUENTOS Quién fue Pica Cáceres

Busto del gobernador Manuel Cáceres

Los viejos aseguran que existió y era un cochero de plaza de quien se cuentan anécdotas divertidas, algunas reales y otras que no sucedieron jamás

El Jaimito de otras latitudes en Santiago del Estero e convierte en Pica Cáceres, un cochero de plaza que realmente existió, según aseguran los viejos. Algunas historias que se le adjudican, posiblemente sean reales, aunque totalmente incomprobables, otras son falsas y el resto son los mismos cuentos populares que circulan en todo el territorio americano que habla español, del río Bravo hasta la Tierra del Fuego.
En las ciudades de la Argentina y de América, es posible que en el mundo también, haya gente que trasciende el anonimato para transformarse en personaje popular callejero, ya sea por un defecto físico o mental, por alguna seña particular, por su simpatía o cualquier otra característica que es conocida por quienes frecuentan su, digamos, radio de acción.
Pero Pica no es el único Cáceres que vivió en Santiago como personaje popular, conocido por todos. Coquito Cáceres, posiblemente oriundo de la provincia de Buenos Aires, es otro de los que dan pábulo a innumerables anécdotas y chistes. Quienes quieren conocer algo más de este otro personaje, recordado en la “Zamba para un bohemio cantor”, de Marcelo Ferreyra y Carlos Carabajal, deberán buscar una nota que hiciera hace un tiempo, el extraordinario periodista y memorioso Roberto Vozza, que ha tenido una difusión enorme por la precisión de los datos acerca de alguien cuya historia no podía ser sino una suma de inexactitudes.
Pica Cáceres o Pica, como lo nombran muchos santiagueños, era hermano de Manuel Cáceres, abogado, periodista y político, dirigente de la Unión Cívica Radical, que llegó a ser gobernador de la provincia de 1920 a 1924. Un hombre importante digamos, como que, en su honor un barrio de la capital, cercano al centro de la ciudad, lleva su nombre. El barrio Cáceres, junto al 8 de Abril son los más populares de Santiago. En el límite entre el Cáceres y el 8, justo donde termina la avenida Roca, está enclavado el club atlético Mitre que, junto a Central Córdoba son los más populares de toda la provincia. El 8 de Abril es también conocido como “Potrero de los Taboada”, justamente porque ahí guardaban sus yeguarizos —dicen —los legendarios caudillos santiagueños.
Uno de los cuentos que quizás sea real, aunque no hay constancia de que haya sucedido es que un día su hermano tomó el coche de plaza con Pica en el pescante. Dicen que ya era gobernador, pero por el parentesco no le cobraba. De repente, alguien en la calle le hizo señas. Entonces le comunicó:
—Bajate che, que tengo clientes.
Otra historia. Cuando crecía el río Dulce, los valientes solían lanzarse al agua en el puente Carretero, que une Santiago con La Banda y después de nadar un rato, salían en la bajada de la Alsina, donde termina la Costanera. Cuentan que Pica Cáceres había ido a Nueva York y que estando allá le comunicaron que había muerto la madre. En la desesperación, se lanzó al río Hudson, mientras les gritaba a los amigos:
—¡Avisenmén cuando llegue a la Alsina!
Esta historia es falsa, por supuesto, una de las tantas que circulan de boca en boca en fogones, mesas de café, recreos de las escuelas, peñas, academias de todo tipo. Y también en campeonatos reducidos de fútbol, truqueadas, riñas de gallos, cuadreras y tabeadas de las tantas que gracias a Dios se siguen organizando en la campaña y en las orillas de las ciudades, como folklore vivo de la provincia.
Y también sería falsa esta otra.
Había velada de gala en el teatro 25 de Mayo, el más grande de la provincia y uno de los más bonitos de la Argentina. En la puerta se apiñaban los coches de plaza, esperando que saliera el público para llevarlo a su casa. Pica andaba entre los cocheros, borracho como casi siempre. Sale una señora del teatro empingorotada y lo empieza a retar:
—¡Eh, Pica!, cómo puede ser que andes así, tomando che, siempre borracho. ¿No te da vergüenza? Pensar que tienes un hermano que ha llegado a gobernador, que es todo un abogado y vos, ¡mirate!, ¡tirado!, ¡machado!
—¡Y bueno!, ¿qué cree que la concha de mi mama es universidad? —habría sido la respuesta. Algunos cuentistas, cuando hay damas entre el público presente, reemplazan la palabra “concha”, por la más simpática y ecuménica “panza”. Pero a los santiagueños les suena más real y verídica la primera versión, qué quiere que le diga.
De manos de una creciente aculturación, traída por la televisión, la radio y otros males modernos, estas historias viejas se están perdiendo y solamente quedan vivas, como retrato de una provincia que no existe más, en las narraciones que pasan de boca en boca entre los viejos. Hoy los lectores de Ramírez de Velasco, son partícipes de una historia secreta de los santiagueños, no para hacer alarde de una erudición que no existe, sino para animarlos a dejar por escrito sus propias visiones del Santiago que se fue, devorado quizás por algún fantasma del olvido que siempre anda al acecho o las luces de la modernidad que resume el pasado en la palabra olvido.
Si es así, publique abajo su historia.
Juan Manuel Aragón
A 27 de diciembre del 2024, en La Bajada. Esperando un úber.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Quien soy yo ? lo digo al final por que soy machazo y no charabon pa andar ocultando mi nombre y más vale que ud Juan Aragon escriba algo de éste personaje santiagueño.
    Bueno: en mi pago había un hombre con salidas picarscas . Un día volvía de un pueblo vecino montado en su mula , una sra. le gritó parate Vichi , el no le dio importancia y siguió su camino. Al tiempo volvió al mismo pueblo y la encontró a la sra. ésta al verlo le dijo : el otro día te gritaba pa saber algo de tu mujer, te has hecho el tonto y te has ido nomás. Vichi le contestó " que mierda me iba a parar , si vos supieras las ganas de culiar que llevaba. _ ja ja ja. Soy Pilpinto Santos carajo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿LE PUSISTE POMADA EN LA COLITA A LA MULA? PILPINTO ALMAMULESCO ¡¡¡

      Eliminar
    2. PAMI,QUE FUE AL REVES COMPADRE ,USTÉ VERA ,EL PILPINTO SANTOS SE UNTÓ LA COLITA SUYA Y SE AGREGÓ HIELOOOOOOO¡¡¡

      Eliminar
    3. !!!!ENTONCES LA MULA,ERA UN MACHO MULO COJONUDO Y ACOSTRUMBAO NO MAS !!!!!!!!HHHUUUUUUUIIIIIIIIIIIIIIIJJJJJJJJJJJJAAAAAAAAAAAAAAA ¡¡¡¡¡¡

      Eliminar
  2. EL PERFIL PSICOLOGICO DE ESTOS ANTIGUOS PERSONAJES DE SANTIAGO ESTA AHORA
    BIEN TIPIFICADO Y ARRAIGADO EN LAS ALTAS ESFERAS DEL GOBIERNO DE LA PROVINCIA CON SU MISERIAS Y MALDADES DE TODO TIPO.PSICOPATAS Y SOCIOPATAS DE TODO TIPO Y CALAÑA ,HACEN DE LAS SUYAS CON TERRIBLE IMPERICIA Y LA COMPLICIDAD DEL PUEBLO(NO TODOS POR SUPUESTO)
    SU LEMA ES "EL GOBIERNO DEL GOBIERNO,POR EL GOBIERNO Y PARA EL GOBIERNO"EN LUGAR DE "EL GOBIERNO DEL PUEBLO ,POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO"

    ResponderEliminar
  3. ¿Fue autor de la cancion"Estelita"?(empezaba asi:
    Estelita, qué linda que estáaas
    Estelita, ¿podría con usted conversar?
    Estelita, si usted tiene novio
    En la vida siempre hay solución

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

DESPEDIDA Hasta la próxima Chacarera Musha (con vídeo)

Velorio de Musha, con música A último momento, cuando ya no quedaba mucho por hacer, se pensó en traerlo a La Banda, pero ya era tarde, la enfermedad estaba ganando Por Alfredo Peláez, “Fredy” Tenía un aprecio especial por Musha. Muchos años de amistad. Era como de la familia. Vi todas las fotos y leí todo los posteos que se publicaron en las redes con motivo de su fallecimiento. De todas la que más me gusto, fue una despedida que decía: "Hasta la próxima chacarera". Y sí. "Musha" Carabajal era pura chacarera. En los escenarios, solía gritar anta cada tema con voz impuesta: "Chacareraaa…". De su círculo íntimo, me contaron, que cuando ya no había nada que hacer, cuando la situación era irreversible, se pensó con SADAIC en trasladarlo a La Banda para que se apague su vida en la tierra que lo vio nacer un 2 de junio de 1952. Fue imposible. "Musha" ya no podía moverse. La terrible enfermedad que padecía le estaba ganando la batalla final. A sus amig...

CUARESMA Tentado por el Diablo

Las imágenes se cubrían con un velo morado Lo que no se podía hacer antes porque era un tiempo de penitencia, oración, rezos, reflexión y arrepentimiento En esos tiempos nos preparábamos, de chicos, para algo terrible, íbamos a matar a Nuestro Señor Jesucristo el Viernes Santo, mientras recordábamos los 40 días que pasó en el desierto siendo tentado por el Diablo. Capaz que no sea una definición exacta de la Cuaresma, pero en eso creíamos. Debíamos hacer un sacrificio por día, además de comer menos, no podíamos cantar ni tocar ni oir música y, en lo posible, tampoco reírnos. El Diablo había tentado a Nuestro Señor Jesucristo con los reinos del mundo, su pompa, su boato, la admiración de las multitudes, quizás también mujeres, pensábamos nosotros, que éramos chicos. Y se la había bancado. A nosotros nos pedían solamente un pequeño sacrificio por día y no comer postre pongalé. No era mucho en comparación, pero costaba. Las madres repetían que, si no nos gustaba el dulce de membrillo, dej...

CARABAJAL Los tres Petecos de la historia

El tercer Peteco de la historia Antes del conocido Peteco Carabajal, hubo otro que también llevó su apodo y antes de él, otro más, y  Chaca como hilo conductor Lo que pocos saben de la historia es que antes de Peteco Carabajal, hubo otro Peteco y antes de él, otro más y son esas leyendas que circulan en las familias, pasando de generación en generación, siempre recordadas y perpetuadas en las voces de quienes las atesoran para siempre. A Eduardo Carabajal le dicen “Chaca”, desde pequeño, y la historia de por qué le quedó el apodo sí es sabida por muchos. Cuando era chico, su tío Carlos no andaba muy bien económicamente. La música, el arte es así, o, lo que es lo mismo, los Carabajal no eran tan conocidos como se hicieron después de mucho andar. El padre de Zita, la esposa de Carlos, trabajaba en una panadería y le enseñó al yerno a hacer chipacos. Dicen que le salían muy ricos, crocantes y sabrosos. Y lo mandaban a Eduardo, entonces muchacho de unos diez años, a venderlos en un can...

SAUDADES El cuadro de la abuela

Frente de una casa antigua “En el medio, como chorizos superpuestos y una tras otras, la pieza de los padres, después la de los abuelos, la de los tíos…” Me gusta el liviano aire que portan las casas viejas, que tienen un aparente desorden en las cocinas con el que las abuelas suelen confundir a la gente que llega por primera vez. Me gusta cuando las conozco, cuando me dejan pasar a ese lugar sagrado, que solamente era profanado por los íntimos, y también por el electricista, el gasista, el plomero, cuando llegaban, tras un pedido de auxilio. En ocasiones, como esta madrugada de domingo en que escribo mi diaria crónica, algo en el aire trae el recuerdo de aquello y crece en el pecho un rencor añejo, por las cosas que no están, porque no hicimos mucho para retenerlas y porque, de alguna manera que no sabría explicar, podríamos haber cubierto de eternidad aquellos tiempos y no lo hicimos, ¡caracho! Le cuento por si lo ha olvidado o no lo experimentó, en esas casas había una sala española...

RECURRENCIA Tu perro es sólo un perro

Choco sin raza, obvio No es parte de tu familia, nunca lo será, porque la familia es el proyecto de vida que forman un hombre y una mujer para tener hijos y criarlos sanos y buenos Es sólo un perro, es sólo un perro, es sólo un perro. No, jamás será un ser humano, aunque pasen mil años él, su cría y la cría de sus crías, jamás serán gente. Seguirá siendo un perro, un triste perro. Un animal, ¿entiendes? Es animal y por lo tanto irracional, no razona, no piensa como vos, tu marido o tu señora. Y aunque estamos en pleno tiempo de autopercepción sensiblera, compasiva y tierna, no lo voy a reconocer como tu hijo. No es tu hijo. ¿Vos lo ves así?, bien por vos, para mí no lo es. Dile Pedrito o María Eugenia, para mí es lo mismo, es decir un perro, un pichicho, un choco, un firulais, como lo llaman los mejicanos. Y no, no me gusta tu perro, no es agradable, ¿no ves que tiene cara de perro?, ¿cómo quieres que me guste? Tampoco voy a tener la cortesía de decirte que es lindo. Porque, disculpame...