Cipriano Reyes |
El 4 de julio de 1947 Cipriano Reyes salva su vida de un atentado: dirigente sindical de la industria de la carne y cabecilla político, se oponía al personalismo de Perón
El 4 de julio de 1947 Cipriano Reyes salvó su vida de un atentado. Fue un dirigente sindical de la industria de la carne y cabecilla político, nacido en Lincoln, provincia de Buenos Aires, el 7 de agosto de 1906. Fue fundador del Partido Laborista y jugó un papel decisivo en el nacimiento del peronismo y en la movilización obrera del 17 de octubre de 1945.Hijo de un artista de circo uruguayo, tenía siete hermanos, y su padre había llegado a la Argentina para trabajar en el espectáculo de los Podestá. Su madre le enseñó a leer, a apreciar la historia y la poesía. En 1921, a sus 14 años se mudó con sus padres a Zárate y trabajó en el frigorífico Armour; en 1923 fue partícipe de la fundación del primer sindicato de la carne del país, en la corriente sindicalista revolucionaria.Se trasladó a Necochea y en la década de 1940 se fue a vivir a Berisso: fue obrero del frigorífico Anglo y volvió a la militancia sindical en un gremio de orientación comunista. Se definía como socialista no marxista.A fines de 1943 lideró el Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne, una disidencia de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne conducido por el comunista José Peter, que el 6 de junio de 1943 fue detenido por la dictadura militar y enviado, con otros dirigentes a la cárcel de Neuquén. En octubre el gobierno clausuró los locales de la Federación; en febrero disolvió el sindicato, y en 1945 deportó a Peter a Montevideo.
Durante la Revolución del 43, Reyes fue uno de los sindicalistas (con Ángel Borlenghi, Juan A. Bramuglia, José Domenech, David Diskin, Alcides Montiel, Lucio Bonilla, Luis Gay, Modesto Orozo, René Stordeur, Aurelio Hernández, Ángel Perelman) que se aliaron con un grupo de militares, encabezados por los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante. Desde ahí se hizo fuerte en la Secretaría de Trabajo y originó el peronismo.
Desde allí Reyes se enfrentó al dirigente comunista José Peter, desplazándolo de Federación Obrera de la Industria de la Carne. Su trabajo fue fundamental durante la jornada obrera del 17 de octubre de 1945 que obtuvo la liberación de Perón después que fuera detenido por su gobierno.
Después de aquella jornada, Cipriano Reyes, Luis Gay y otros sindicalistas fundaron el Partido Laborista de Argentina para apoyar la candidatura de Perón en las elecciones del 24 de febrero de 1946. Para el triunfo de Perón fue decisivo el aporte del Partido Laborista. Reyes fue elegido diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires.
Diez días antes de asumir la Presidencia, Perón dispuso la disolución del Partido Laborista, la UCR Junta Renovadora y los Centros Cívicos Independientes: todos serían reemplazados por un partido cuya titularidad Perón asumiría días después. Los radicales aceptaron, pero Reyes se opuso y pretendió mantener el partido enfrentándose con Perón. “En el 46 me asaltaron el sindicato. Perón quería que todos los gremios dependieran de la CGT y nosotros no aceptamos”, dijo después.
Los Centros Laboristas de la Argentina apoyaron el mantenimiento de la autonomía del partido y reconocieron como únicas autoridades a la Junta Nacional presidida por Luis Gay y a la Junta Provincial presidida por Reyes. Los laboristas no se oponían a Perón, sino a que se mutilaran las prácticas democráticas y autónomas del partido.
El 29 y 30 de mayo cuando se realizaba la Cuarta Conferencia Nacional, y luego de varios debates, renunció el Comité Directivo Central para que un Congreso Nacional decidiera la suerte final del partido. Se aprobó la unificación con las demás agrupaciones, con la condición de respetarse una representación acorde a su importancia política y numérica; pero un comunicado de prensa de Perón anunció la disolución definitiva del partido.
El 4 de julio de 1947, Reyes sufrió un atentado cuando salía de su casa: el taxi en que viajaba fue ametrallado, el chofer Ignacio Fontán murió y Reyes resultó malherido. El 24 y 25 de septiembre de 1948, el gobierno anunció que un grupo comandado por Reyes planeaba asesinar a Perón y a su esposa el 12 de octubre a la salida del teatro Colón. Reyes fue encarcelado y torturado, según habría de relatar.
Estuvo detenido hasta 1955 cuando fue liberado, indulto mediante, luego del golpe de Estado. Reorganizó en 1957 el Partido Laborista, con una posición opuesta a la dictadura militar y partidaria de restablecer la Constitución de 1949 sancionada durante el gobierno peronista.
Cuando murió, el 1 de agosto del 2001, era una figura despreciada por los justicialistas, vilipendiada por las demás fuerzas políticas e ignorada por los argentinos. Fue uno de los primeros en oponerse a las prácticas personalistas de Perón, desde las entrañas del nuevo régimen y lo persiguieron por ser acérrimo defensor de las primigenias ideas del naciente peronismo, nombre que sin embargo no le gustaba. Perón, influido por la experiencia de Benito Mussolini quería un partido que solamente vivara su nombre.
©Juan Manuel Aragón
Excelente artículo; muy ilustrativo. Hay que ser muy valiente para luchar por la democracia en donde reinan los personalismos.
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