![]() |
Grupo Popular Guerrillero |
El 23 de septiembre de 1965 es el Asalto al Cuartel de Madera, en México, primera acción insurreccional significativa del Grupo Popular Guerrillero
La madrugada del 23 de septiembre de 1965 se produjo el Asalto al Cuartel de Madera, en Chihuahua, México. Fue la primera acción insurreccional significativa del Grupo Popular Guerrillero, marcando un momento crucial en la historia moderna mexicana.En el grupo había campesinos, estudiantes, maestros y líderes agrarios y se lanzó al ataque contra el cuartel del Ejército mexicano en Madera, Chihuahua. Su objetivo era claro: tomar por asalto el cuartel y desafiar la autoridad del gobierno mexicano en una región marcada por la desigualdad y la marginación.La operación, liderada por figuras como Pablo Gómez y Arturo Gámiz, estaba inicialmente planeada para involucrar a unos cuarenta individuos distribuidos en tres grupos. Sin embargo, solo uno de estos grupos logró llevar adelante el ataque. Los otros dos, enfrentando diversas dificultades logísticas y climáticas, no pudieron unirse a la acción principal. Este contratiempo redujo las fuerzas guerrilleras activas en el momento.
El plan estratégico de los insurgentes se vio comprometido desde el inicio. Creían enfrentarse solo a dos pelotones de soldados, pero la realidad era que el cuartel albergaba a 125 efectivos militares. A pesar de esta abrumadora superioridad numérica, el grupo guerrillero no retrocedió. Lanzó su ataque con determinación, disparando con las pocas armas disponibles y tratando de rodear y someter al cuarte.
Trágicamente, el enfrentamiento dejó un saldo desgarrador. En el ejército, murieron varios soldados, como el teniente Marcelino Rigoberto Aguilar y varios suboficiales y soldados rasos. Los guerrilleros también sufrieron bajas severas, con la muerte de ocho de sus miembros, entre ellos destacados líderes como Arturo Gámiz García y Pablo Gómez Ramírez. Estos nombres se convertirían en símbolos de resistencia para futuras generaciones de guerrilleros y activistas en México.
El impacto emocional y político de los acontecimientos en Madera resonó profundamente en la sociedad mexicana. Los cuerpos de los guerrilleros abatidos fueron recogidos y expuestos públicamente en un acto que buscaba desalentar futuras acciones de insurgencia. El gobernador Práxedes Giner Durán, decidido a enviar un mensaje claro, ordenó que los cuerpos fueran enterrados en una fosa común, negando cualquier tipo de honores fúnebres o reconocimiento público. "¿Querían tierra?, ¡échenles hasta que se harten!", dijo Giner Durán mientras lanzaban los cuerpos a la fosa común.
Esta decisión fue recibida con indignación por parte de los familiares y simpatizantes de los guerrilleros caídos. Las imágenes de los cuerpos siendo transportados en un camión, envueltos en bolsas negras hacia su destino final, evocaron sentimientos de injusticia y persecución. En contraste, los soldados fallecidos recibieron funerales militares y fueron despedidos con todos los honores protocolarios, un gesto que exacerbó aún más las tensiones sociales y políticas en la región.
El gobierno, consciente del potencial de un levantamiento mayor, desplegó rápidamente refuerzos militares en Madera y sus alrededores. Centenares de tropas fueron movilizadas para contener cualquier brote adicional de violencia o resistencia armada. La presencia militar se intensificó con la llegada de unidades especializadas y el patrullaje activo en la región montañosa, donde se creía que los guerrilleros sobrevivientes podrían buscar refugio.
El impacto del Asalto al Cuartel de Madera no se limitó al ámbito local. En el orden nacional, el incidente despertó debates y controversias sobre las condiciones socioeconómicas y políticas que alimentaron el descontento y la rebelión. Grupos de izquierda y movimientos estudiantiles encontraron inspiración en la valentía de los guerrilleros, considerándolos mártires de una causa mayor por la justicia y la equidad.
En el contexto histórico de México, el asalto se convirtió en un hito simbólico para las futuras generaciones de activistas y rebeldes. Movimientos posteriores, como el Ejército Popular Revolucionario, reconocieron la influencia y el sacrificio de aquellos que participaron en acciones como la de Madera. Este legado perduraría como un recordatorio de la resistencia armada contra las injusticias percibidas y la opresión gubernamental.
En años más recientes, el legado del Asalto al Cuartel de Madera ha sido explorado y reinterpretado en diversas formas artísticas y culturales. En 2013, la película "Las Armas", dirigida por José Luis Urquieta y basada en la novela de Carlos Montemayor, llevó aquel fatídico día a la pantalla grande. Esta obra cinematográfica no solo revivió los eventos históricos, sino que también contribuyó a mantener viva la memoria de los guerrilleros y su lucha por un cambio social radical.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Comentarios
Publicar un comentario