Ir al contenido principal

GEOGRAFÍA El bosque que trajo la vaca

Mapa de Martín de Moussy

Los españoles no llegaron a Santiago macheteando algarrobales inmensos o al menos no dejaron constancia de esa hazaña

No hay ni hubo “bosques milenarios” en toda la provincia de Santiago del Estero. Nunca. Si usted cree que son útiles para redactar encendidos versos de amor por el pago porque caben justito en una chacarera bien festivalera en un chamamé merengue, en una zamba cual rumboso bolero, hágalo, es dueño, uno es nadie para atajarlo. Pero no los hubo.
No han quedado crónicas del tiempo de los españoles, que dijeran que llegaron a Santiago macheteando bosques de inmensos algarrobales y tuscas, hachando quebrachales, lastimados por las espinas, hartos de darle y darle a los bosques. Una leve referencia, aunque más no sea hubieran dejado, y no escribieron nada, ¿sabe por qué?, porque no lo vivieron.
El “monte espeso, monte virgen, tan lejano y olvidado”, llegó a cubrir gran parte de la provincia recién a fines del siglo XIX, principios del XX. En algunos lugares demoró más en llegar, como que antiguos vecinos de Los Arbolitos, en el departamento Jiménez, recuerdan que en noches claras de invierno alcanzaban a ver las luces de la casa del padre de Pushi Llanos, en El Bobadal, a unos 10 kilómetros de distancia en línea recta. No había ningún bosque interponiéndose entre ambos puntos.
Después de que Justo José de Urquiza asumió el poder, llegó al país un tal Martín de Moussy, que recorrió lo que entonces era la Confederación Argentina de punta a punta. De muchos lugares de la provincia, además de un mapa, dejó como referencia escrita que eran “pampas de pastos”. Ni una mención al bosque o al “monte”, como le dicen en Santiago, porque de tan altos los árboles, se asemejan a eso, un monte, una montaña.
Este pago ha sido desde siempre, lo que en geografía se conoce como “región chaqueña”. Una llanura de pastos con matorrales y, de vez en cuando una isla de bosque es lo que antes llamaban Chaco, una región que abarcaba gran parte del Paraguay, Bolivia y en la Argentina llegaba hasta San Luis, abarcando gran parte de Córdoba, Formosa, el Chaco, parte de Corrientes, el naciente de Salta, un sector de Tucumán, Catamarca, La Rioja y, por supuesto, Santiago. El bosque impenetrable que luego aprovecharon los ferrocarriles para hacerse de durmientes y las estancias de la Pampa Húmeda para alambrar sus estancias, llegó con la vaca.
¿Cómo dice, don?
Lo que acaba de oir amigo.
La vaca fue la que desperdigó cientos de plantas grandes, junto al fundamental guayacán, ya que, sin ella, a la semilla le cuesta mucho más abrirse paso, ser enterrada y finalmente crecer y multiplicarse. Más que el quebracho, más que el algarrobo, más que el mistol, si hay una planta que caracteriza la región del Gran Chaco, es el guayacán, que crece ahí donde hay un bajo y la humedad está más presente que en los alrededores. Su semilla no le gusta a la vaca, pero en el invierno, cuando se acaba el pasto, la termina comiendo y luego su digestión hace que sea desperdigada por todos lados.
Después, si usted quiere cantar “espesura de los montes, canto del ave salvaje”, como se dijo, nadie lo sujetará. Está en su derecho y es totalmente cierto. Los santiagueños tuvieron un bosque inmenso que primero tumbaron las hachas de miles de obreros forestales, dejando los bofes en cada golpe, cobrando salarios de desdicha, que apenas les alcanzaban para sobrevivir malamente. Después llegaron las topadoras, los rolos, las inmensas cadenas con las que tumbaron lo que quedaba, para hacer filas igualitas de soja, trigo, maíz, sorgo, girasol y otros cultivos.
En algunos lugares se siembra soja desde la década del 70 del siglo pasado, sin rotación, sin solución de continuidad y sin que nadie sepa quién es el dueño, en una rueda que no termina nunca. Lo peor es que mucha de esa riqueza no termina beneficiando a la provincia, simplemente porque la siembra la hacen contratistas santafesinos en grandes máquinas que traen de allá, lo mismo que la cosecha. Una vez levantada la llevan a Santa Fe o vaya uno a saber dónde. Y enormes campos que antes albergaban la corzuela y el hualu, la abeja y la charata, la bumbuna y el cketuví y, de vez en cuando un hombre campeando una majada o procurándose la comida de varios días, hoy reciben solamente la visita de un avión fumigando veneno.
Pero el último párrafo daría para otra nota.
Por hoy suficiente.
Deje abajo su parece si no está de acuerdo.
Juan Manuel Aragón
A 22 de enero del 2025, en Dorrego Psicodélico. Tomando una Bidú.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Estoy recalculando mi edad y mi ubicación geográfica, porque a los 25 años he conocido grandes montes en donde me decían que era Tintina y de ahí hasta Monte Quemado; después en San José del Boquerón. Años después cerca de Sumampa, también cerca de Herrera y otros lugares. El fin de semana estuve en medio de un monte, no muy lejos de la ciudad de Santiago. Que hubo grandes desmontes de bosque que sí había, dicen que es cierto. Hasta hace un par de décadas había obrajes activos en Monte Quemado y Tintina, por lo menos. Hay algo que no coincide. ¿Será por los 60 y 70 grados de cada día, según una parte de nuestra paisanada?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me remito a cuatro décadas atrás, en las que conocí perfectamente obrajes bien organizados con alrededor de 100 hacheros y una inmensidad de postes que cargaban en tren hacia Buenos Aires y de allí quien sabe adonde para empresas cuyas oficinas de alguna de ellas, estaban radicadas en nuestra ciudad.Hablo de obrajes situados en el Dpto Moreno, donde la madera era la materia prima de esa zona.Hoy, la ganadería impera. No conzco como influyeron estos procesos en el medio ambiente pero si creo que lo sentimos todos.Un ejemplo, entre muchos, son los vientos fuertes

      Eliminar
  2. Lo que es muy preocupante es la desaparicion de flora y fauna. Hay animales y pájaros que solamente en fotografías o videos se los podrá ver. En cuanto a fumigaciones y venenos, es un tema pendiente cuyo abordaje se debería dar con mucha seriedad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CRUCERO Grecia, entre fobias y silencios

El autor de la nota durante el crucero Un santiagueño, actualmente viviendo en Israel, cuenta lo que le sucedió en un crucero que hace con su familia en las islas griegas Por Matías Mondschein No hay nada nuevo bajo el sol, decía el rey Shlomo Z"L, pero al verlo en vivo y directo me llamó la atención y nos puso en alerta. Nuestras vacaciones se fueron tornando en algo "que sabíamos" que podría pasar, porque se vienen escuchando y viendo noticias desde Grecia, con antisemitismo y diferentes marchas propalestinas. Dormir siesta, salva vidas El jueves 28 de agosto en lugar de Mikonos, el crucero se dirigió a Heraklion. Se anunció que se podría bajar a las 2 de la tarde, como tenía "cansancio" decidí hacer un "siesta reparadora": que me salvó la vida. Así es, la siesta salvpi nuestra vida, como santiagueño, intento seguir la "tradición". Así que tuve unos 30 a 40 minutos de descanso, luego de las 14.15 horas empezamos a bajar para intentar ir a ...

ISRAEL Lo que no se doblega, tampoco desaparece

Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí Un pueblo esclavizado, humillado, perseguido, exiliado, sin embargo conserva su memoria, no se quiebra y sigue de pie Publicado por Comunidades Plus Por Daniel Grinspon Mi pueblo tiene más de 4.000 años de historia. Miles de años de fe, cultura y costumbres que se transmitieron de generación en generación. Y durante todo ese tiempo, siempre hubo quienes quisieron borrarnos, perseguirnos, castigarnos solo por ser quienes somos. Nos esclavizaron en Egipto, nos exiliaron de Babilonia, nos destruyeron templos en Jerusalén, nos expulsaron de España en 1492, nos persiguieron en Europa del Este y nos atacaron durante el Holocausto. Nos culparon de cosas absurdas, nos inventaron conspiraciones, nos señalaron sin razón alguna. Y aun así, seguimos aquí. Lo que nos hace distintos no es un capricho ni un gesto de orgullo. Es nuestra historia, nuestra memoria, nuestra cultura de milenios. Esa raíz no se quiebra. Vivir dispersos por el mundo no nos hace ap...

RELATO El canto perdido de la jefa de las ranas

Ilustración nomás A veces se cruzan historias de gallos rengos, mulas sanmartinianas y una filosofía de entrecasa que entra sin permiso —De todo lo que había en el pago, lo que más extraño es el canto de las ranas del verano después de la lluvia— dice Macario, acomodando su vaso sobre la mesa. Los otros lo miran, ya saben que viene una historia. Sea cierto o no, Macario siempre tiene un cuento para largar. —¿El canto de las ranas? —pregunta uno, incrédulo. —Sí, las ranas. Mirá, te voy a contar… Empieza con aquella vez, de chico, que con los hermanos y algún primo de visita decidieron pillar a la que llevaba la batuta. Los amigos, en ese bar de mala muerte debajo de la tribuna de Central Córdoba, se acomodan en las sillas y lo dejan hablar. Es que Macario ya antes les había largado cada cosa. De chicos hacían competencias a ver quién boleaba más gallinas, con boleadoras de marlo atadas con hilo sisal… El abuelo se enojó como nunca, porque le arruinaron, dejándolo rengo, un gallo de pele...

EVANGELIO Un pelo de comués

San Juan amonesta a Herodes Una narración espeluznante recordó la Iglesia Católica ayer, fue el día de la Degollación, por si no fue a misa, esta es la narración de los hechos Una historia espantosa cuenta San Marcos en el Nuevo Testamento y está casi al principio nomás, en la parte de Herodes y el Bautista, en el capítulo 6, en los versículos que van del 17 al 29. Me acordé ayer, 29 de agosto, que fue el día de la degollación del pobre Juan, que andaba predicando en el desierto y bautizó a Nuestro Señor en el río Jordán. Usted también la sabe de memoria, doña, pero justo es repasarla sólo para ver si en alguna oportunidad no se ha comportado como la mujer aquella, aunque no tan perra, digamos. Resulta que Herodes había mandado a meter preso a Juan, el que luego fue conocido como el Bautista. Mire lo que son las cosas, el Reinaldo se había casado con la cuñada, la esposa de su propio hermano, Felipe y el otro solamente le recordó que no le era lícito tener a esa mujer. Al casarse, pasó...

1915 AGENDA PROVINCIAL Bianchi

Las abejas y la miel, preocupación de Bianchi El 4 de septiembre de 1915 nace Eduardo Mario Bianchi, farmacéutico, bioquímico, docente y escritor El 4 de septiembre de 1915 nació Eduardo Mario Bianchi en Santiago del Estero. Fue farmacéutico, bioquímico, docente y escritor. Creció en una familia de clase media y mostró interés temprano por las ciencias. Estudió Farmacia y Bioquímica, forjando una carrera que combinó investigación, docencia y escritura. Trabajó en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, especializándose en plantas medicinales y apicultura. Publicó trabajos sobre fitoterapia y participó en conferencias internacionales. Fue un conferencista reconocido y colaboró en el desarrollo del Centro de Investigaciones Apícolas. Su labor incluyó cursos de posgrado y charlas en el Colegio Farmacéutico local. Cuando murió, un laboratorio llevaba su nombre. Recibió una educación que fomentó su curiosidad científica. Desde joven mostró inclinación por la química y la biología, l...