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Enrico Caruso |
El 25 de febrero de 1873 nace Enrico Caruso, el tenor de ópera más admirado de principios del siglo XX y uno de los primeros en documentar su voz en grabaciones
El 25 de febrero de 1873 nació Enrico Caruso en Nápoles, Italia. Murió el 2 de agosto de 1921 también en Nápoles. Fue el tenor de ópera italiano más admirado de principios del siglo XX y uno de los primeros músicos en documentar su voz en grabaciones.Nació en una familia pobre. Aunque era un niño musical que cantaba canciones populares napolitanas en todas partes y se unió al coro de su parroquia a la edad de nueve años, no recibió ninguna formación musical formal hasta que estudió con Guglielmo Vergine a los 18 años. Al cabo de tres años, en 1894, hizo su ópera Debut, en L'amico Francesco de Mario Morelli en Nápoles en el Teatro Nuovo.Cuatro años más tarde, después de añadir una serie de papeles impresionantes a su repertorio, le pidieron que creara el papel de Loris en el estreno de Fedora de Umberto Giordano en Milán. Fue una sensación y pronto tuvo compromisos en Moscú, San Petersburgo y Buenos Aires.
Debutó en La Scala con La Bohème en 1900. En 1901, después de ser recibido desfavorablemente por su actuación en L'elisir d'amore en Nápoles, juró no volver a cantar nunca más en Nápoles y cumplió su palabra.
Luego creó los papeles de tenor principal en Adriana Lecouvreur, Germania y La fanciulla del West, y para la compañía La Scala los papeles de tenor en Le maschere y L'elisir d'amore.
El reconocimiento mundial llegó en la primavera de 1902 después de cantar en La Bohème en Montecarlo y en Rigoletto en el Covent Garden de Londres. Hizo su debutnorteamericano en Rigoletto en la noche inaugural de la Metropolitan Opera en la ciudad de Nueva York el 23 de noviembre de 1903, y continuó abriendo cada temporada allí durante los siguientes 17 años, presentando 36 papeles en total. Su última aparición pública, su actuación número 607 con el Metropolitan Opera, fue como Eléazar en La Juive, el 24 de diciembre de 1920.
Se convirtió en el más célebre y mejor pagado de sus contemporáneos en todo el mundo. Realizó grabaciones de unos 200 extractos de ópera y canciones; muchos de ellos todavía se están publicando. Su voz era sensual, lírica y vigorosa en arrebatos dramáticos y su timbre se volvió progresivamente más oscuro en sus últimos años.
Sus atractivas cualidades de tenor eran inusualmente ricas en registros graves y abundaban en calidez, vitalidad y suavidad.
Cuestión personal
En un ropero de la casa de mi abuelo, en el departamento Jiménez, había discos que mi madre guardaba de sus años jóvenes. Pero, mientras corre la pluma pienso que tal vez serían de los años jóvenes de mi abuela, porque había algunos de Caruso, todos en 45 revoluciones. Algunas cosas materiales, cuando uno es chico, tienen olor a olvido imperdonable del pasado y no les presté atención. En otra parte de la casa, arrumbada, había una victrola con una enorme corneta a la que tampoco miré mucho. Hoy pienso que, al menos debí haber oído esos discos, con un aparato que tenía una púa de clavos o de espinas de quimil pero, como tantas cosas que se pierden en la memoria, es tarde. Y me lo perdí, obviamente.
©Juan Manuel Aragón
En un ropero de la casa de mi abuelo, en el departamento Jiménez, había discos que mi madre guardaba de sus años jóvenes. Pero, mientras corre la pluma pienso que tal vez serían de los años jóvenes de mi abuela, porque había algunos de Caruso, todos en 45 revoluciones. Algunas cosas materiales, cuando uno es chico, tienen olor a olvido imperdonable del pasado y no les presté atención. En otra parte de la casa, arrumbada, había una victrola con una enorme corneta a la que tampoco miré mucho. Hoy pienso que, al menos debí haber oído esos discos, con un aparato que tenía una púa de clavos o de espinas de quimil pero, como tantas cosas que se pierden en la memoria, es tarde. Y me lo perdí, obviamente.
©Juan Manuel Aragón
A todos nos pasa Juan Manuel, que valoramos cuando somos adultos, todo aquello que tuvimos y o disfrutamos de niños, o en etapas juveniles y no supimos conservar, más que entre los recuerdo gloriosos de esas etapas!
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