Ir al contenido principal

1792 ALMANAQUE MUNDIAL La Marsellesa

La Marsellesa

El 24 de abril de 1792 nació La Marsellesa, el himno nacional francés, compuesto por Claude-Joseph Rouget de Lisle, en una noche


El 24 de abril de 1792 nació la Marsellesa. Es el himno nacional francés, compuesto en una noche durante la Revolución Francesa por Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de los ingenieros y músico aficionado.
Después de que Francia declarara la guerra a Austria el 20 de abril de 1792, Philippe-Frederic de Dietrich, el alcalde de Estrasburgo (donde entonces se alojaba Rouget de Lisle), expresó la necesidad de una canción de marcha para las tropas francesas.
“La Marsellesa” fue la respuesta de Rouget de Lisle a esta llamada. Originalmente titulado Canción de guerra del ejército del Rin, el himno pasó a llamarse "La Marsellesa" debido a su popularidad entre las unidades del ejército voluntario de Marsella.
La canción enérgica y majestuosa causaba una intensa impresión cada vez que se cantaba en eventos públicos revolucionarios. La Convención lo aceptó como himno nacional francés en un decreto aprobado el 14 de julio de 1795.
Fue prohibida por Napoleón durante el imperio y por Luis XVIII en la Segunda Restauración, en 1815, debido a sus asociaciones revolucionarias. Autorizado después de la Revolución de julio de 1830, fue nuevamente prohibida por Napoleón III y no restablecido hasta 1879.
El texto original de “La Marsellesa” tenía seis versos, y posteriormente se añadió un séptimo y último verso (no escrito por Rouget de Lisle). Solo los versos primero y sexto del himno se usan habitualmente en ocasiones públicas.
Su autor, Claude-Joseph Rouget de Lisle, había nacido el 10 de mayo de 1760, en Lons-le-Saunier, Francia y murió el 26 de junio de 1836, en Choisy-le-Roi. Era un humilde oficial del ejército y un republicano moderado, nunca escribió nada más significativo.
La letra completa en francés y en español:
Allons enfants de la Patrie,
Le jour de gloire est arrivé !
Contre nous de la tyrannie
L'étendard sanglant est levé (bis)

Entendez-vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats ?
Ils viennent jusque dans vos bras
Égorger vos fils, vos compagnes !

Marchemos, hijos de la Patria,
¡ha llegado el día de gloria!
Contra nosotros, de la tiranía,
El sangriento estandarte se alza. (bis)

¿Oís en los campos el bramido
de aquellos feroces soldados?
¡Vienen hasta vuestros mismos brazos
a degollar a vuestros hijos y esposas!


Estribillo
Aux armes, citoyens !
Formez vos bataillons !
Marchons, marchons !
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons !

¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
¡Marchemos, marchemos!
¡Que la sangre de los impuros 
riegue nuestros campos!

Segunda estrofa
Que veut cette horde d'esclaves,
De traîtres, de rois conjurés ?
Pour qui ces ignobles entraves,
Ces fers dès longtemps préparés ? (bis)

Français, pour nous, ah ! quel outrage !
Quels transports il doit exciter !
C'est nous qu'on ose méditer
De rendre à l'antique esclavage !

¿Qué pretende esa horda de esclavos,
de traidores, de reyes conjurados?
¿Para quién esas viles cadenas,
esos grilletes de hace tiempo preparados? (bis)

Para nosotros, franceses, ¡ah, qué ultraje!
¡Qué emociones debe suscitar!
¡A nosotros osan intentar
reducirnos a la antigua servidumbre!


Tercera estrofa
Quoi ! des cohortes étrangères
Feraient la loi dans nos foyers !
Quoi ! ces phalanges mercenaires
Terrasseraient nos fiers guerriers ! (bis)

Grand Dieu ! par des mains enchaînées
Nos fronts sous le joug se ploieraient
De vils despotes deviendraient
Les maîtres de nos destinées !

¡Cómo, cohortes extranjeras,
harían la ley en nuestros hogares!
¡Cómo, esas falanges mercenarias
derrotarían a nuestros fieros guerreros! (bis)

¡Dios santo! Encadenadas por otras manos,
nuestras frentes se inclinarían bajo el yugo.
Unos déspotas viles serían
los dueños de nuestros destinos.


Cuarta estrofa
Tremblez, tyrans et vous perfides
L'opprobre de tous les partis
Tremblez ! vos projets parricides
Vont enfin recevoir leurs prix ! (bis)

Tout est soldat pour vous combattre,
S'ils tombent, nos jeunes héros,
La terre en produit de nouveaux,
Contre vous tout prêts à se battre !

Temblad, tiranos y pérfidos,
oprobio de todos los partidos
¡temblad! ¡Vuestros planes parricidas
recibirán por fin su merecido! (bis)

Todos son soldados para combatiros,
Si nuestros jóvenes héroes caen,
la tierra produce otros nuevos,
¡listos para luchar contra vosotros!


Quinta estrofa
Français, en guerriers magnanimes
Portez ou retenez vos coups !
Épargnez ces tristes victimes
À regret s'armant contre nous. (bis)

Mais ces despotes sanguinaires,
Mais ces complices de Bouillé,
Tous ces tigres qui, sans pitié,
Déchirent le sein de leur mère !

¡Franceses, magnánimos guerreros,
asestad vuestros golpes o retenedlos!
perdonad a esas víctimas tristes,
que a su pesar se arman contra nosotros. (bis)

¡Pero no a esos déspotas sanguinarios,
esos cómplices de Bouillé,
todos esos tigres que, sin piedad,
desgarran el seno de su madre!


Sexta estrofa
Amour sacré de la Patrie,
Conduis, soutiens nos bras vengeurs
Liberté, Liberté chérie,
Combats avec tes défenseurs ! (bis)

Sous nos drapeaux que la victoire
Accoure à tes mâles accents,
Que tes ennemis expirants
Voient ton triomphe et notre gloire !

¡Amor sagrado de la Patria,
conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
¡Libertad, Libertad amada,
combate con tus defensores! (bis)

¡Que la victoria, a tus voces viriles,
acuda bajo nuestras banderas!
¡Que tus enemigos, al expirar,
vean tu triunfo y nuestra gloria!


Séptima estrofa
Nous entrerons dans la carrière
Quand nos aînés n'y seront plus,
Nous y trouverons leur poussière
Et la trace de leurs vertus (bis)

Bien moins jaloux de leur survivre
Que de partager leur cercueil,
Nous aurons le sublime orgueil
De les venger ou de les suivre

Entraremos en la cantera
cuando nuestros mayores ya no estén,
encontraremos sus cenizas
y la huella de sus virtudes. (bis)

Menos celosos de sobrevivirles
que de compartir su tumba,
tendremos el sublime orgullo
de vengarlos o de seguirlos.

©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad