Ir al contenido principal

1737 ALMANAQUE MUNDIAL Stradivari

Antonio Stradivari

El 18 de diciembre de 1737 muere Antonio Stradivari, reconocido como el más destacado luthier de la historia

El 18 de diciembre de 1737 murió Antonio Stradivari, en Cremona, Italia. Es ampliamente reconocido como el más destacado luthier de la historia, un maestro cuyo legado vive en sus instrumentos de cuerda, conocido por su excelencia inigualable.
Aunque su apellido fue latinizando a "Stradivarius", suele utilizárselo solamente para sus instrumentos, que hoy son sinónimo de calidad y perfección, tanto en violines como violonchelos, guitarras. Su vida y obra están rodeadas de misterio y admiración, y su impacto en la música clásica y la lutería permanece vigente.
Nació en una familia humilde. Era hijo de Alessandro Stradivari y Ana Moroni. Aunque no se conservan muchos detalles sobre su infancia, se sabe que en su juventud se formó como aprendiz en el taller del célebre lutier Nicolò Amati, miembro destacado de la dinastía Amati, que ya gozaba de renombre en la construcción de violines. Allí aprendió los secretos de la lutería clásica, perfeccionando las técnicas tradicionales que más tarde revolucionaria.
En 1682 fundó su propio taller en la Piazza San Domenico de Cremona, cerca del de su maestro. A pesar de mantener inicialmente los estándares y diseños de Amati, pronto comenzó a introducir innovaciones que transformaron el arte de la lutería. Ajustó las proporciones de los instrumentos, mejoró la curvatura de las tapas y optimizó la longitud y el grosor de las maderas, logrando un sonido más rico y poderoso. Además, desarrolló un barniz característico, famoso no solo por su apariencia, sino también por sus propiedades acústicas.
Sus instrumentos llevan una inscripción que se convirtió en su firma icónica: Antonius Stradivarius Cremonensis anno…, que indica el año de construcción. Esta marca se convirtió en un símbolo de calidad suprema.
Su producción alcanzó el máximo entre 1683 y 1715, un lapso conocido como su "Período Dorado". Durante estos años, se fabricaron instrumentos que se consideran insuperables en términos de calidad y acústica. Los violines y violonchelos creados en esta época, como el famoso Soil (1714) y el Messiah (1716), son piezas únicas que combinan belleza, durabilidad y un sonido incomparable.
Después de 1725, su producción disminuyó y delegó parte del trabajo a sus hijos, Omobono y Francesco, quienes comenzaron a firmar algunos instrumentos bajo la inscripción Sotto la Disciplina d'Antonio Stradivarius F. en Cremona. A pesar de este cambio, Stradivari continuó supervisando el taller hasta su muerte en 1737.
Uno de los secretos del éxito de Stradivari fue su elección meticulosa de materiales. Las tablas superiores de sus instrumentos estaban hechas de abeto o pino, mientras que las inferiores y los costados eran de arce. Estos materiales fueron seleccionados cuidadosamente según su densidad y resonancia. La madera provenía de lugares específicos: el abeto del bosque de Paneveggio, en los Alpes, y el arce de regiones como Dalmacia y Turquía, transportado por comerciantes venecianos.
Algunos estudios sugieren que la excepcional calidad sonora de sus instrumentos puede atribuirse parcialmente a factores climáticos. Durante el llamado Mínimo de Maunder (1645-1715), un período de enfriamiento global, los árboles crecían lentamente, produciendo madera con anillos más densos y uniformes. Esta madera única, combinada con la habilidad incomparable de Stradivari, contribuyó al timbre extraordinario de sus violines.
Otro aspecto fascinante es el barniz usado, cuya composición exacta sigue siendo un enigma. Aunque se han realizado numerosos análisis químicos, los luthiers modernos no han logrado replicar completamente la mezcla que usaba para proteger y embellecer sus instrumentos.
A lo largo de su vida, se estima que fabricó entre mil y mil cien instrumentos, de los cuales cerca de 650 sobreviven en la actualidad. Entre ellos hay violines, violonchelos, guitarras, violas y arpas. Muchos de estos instrumentos son utilizados por músicos contemporáneos y coleccionistas, alcanzando precios exorbitantes en subastas. El violín Hammer fue vendido en 2006 por 3,54 millones de dólares.
Algunos de los Stradivarius más famosos aún en uso incluyen el violonchelo Davidoff , propiedad de Yo-Yo Ma, y el violín Soil , tocado por Itzhak Perlman. También hay colecciones públicas que exhiben estos tesoros, como los Stradivarius Palatinos en el Palacio Real de Madrid y la colección de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Sus instrumentos han sido objeto de extensos estudios científicos y tecnológicos, que intentan descifrar el secreto de su sonido. Se han hecho tomografías, análisis químicos y modelos acústicos, pero ninguno ha logrado replicar completamente la perfección de sus creaciones. Algunos sugieren que la calidad sonora también puede deberse al envejecimiento natural de la madera y al uso continuo de los instrumentos.
Además, su figura ha inspirado numerosas leyendas, especialmente en torno a la "fórmula secreta" de su barniz. Estas historias han contribuido a su misticismo, elevándolo a la categoría de genio enigmático.
Cuando murió, dejó una huella que revolucionó la música clásica y marcó un estándar inalcanzable para los luthiers que lo sucedieron. Sus instrumentos son símbolos de belleza, maestría técnica y arte supremo, y su nombre continúa resonando como el del más grande constructor de instrumentos de todos los tiempos.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Realmente en plena pandemia y por motivos de esa crisis global adjudicada en una fiesta multitudinaria de Milán el inicio de su propagación, esta rica y próspera localidad hizo un desagravio planetario de sus aportes y entre ellas,la cultura musicales de la zona cercana de Cremona

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CUENTO Los negros de abajo

Imagen de ilustración nomás Que narra lo que sucedió el día que en la oficina decidieron instalar cámaras de vídeo para ver qué hacían los empleados Un buen día pusieron cámaras en el trabajo. Las ubicaron estratégicamente, una en cada oficina y dos en la que le decíamos “La Perrera”. Roberto, que siempre amagaba con levantarle la pollera a la Patri, sólo para ver qué color de bombacha llevaba, dejó de hacerlo; Sonia no lo imitó más a Fallon cuando salía del baño secándose las manos con el pañuelo y Mariano, que siempre se levantaba de la silla para hacer ejercicios físicos y desentumecerse, se abstuvo de sus sesiones de gimnasia. Decían que el dueño tenía el televisor en su despacho y se divertía mirándonos. Alguno comentó, medio en serio, medio en broma, que había dicho: “Los esclavos de abajo trabajan bien, pero si se lo controla son inmejorables”. Aunque eso de los esclavos o los negros de abajo era cierto, siempre lo decía casi con satisfacción. Su oficina quedaba arriba, obviamen...

QUIMERAS El sabor del vacío

Pobre náufrago Una reflexión sobre cómo la búsqueda de gozo lleva a consumir la vida, pero nos deja a la deriva en un océano sin faro La felicidad, ese anhelo antiguo que prometía plenitud, ha sido el motor de innumerables gestas y tragedias. En su nombre se alzaron banderas, se trazaron fronteras y, no pocas veces, se derramó sangre. Porque la felicidad de unos, en su voracidad, a menudo se nutre de la desdicha de otros. Alguien, en algún rincón del mundo, mueve los engranajes del contento ajeno, y en ese girar frenético no hay sosiego, sino un eco de dolor. Con el tiempo, los herederos de esa quimera abandonaron la felicidad como meta inalcanzable. En su lugar, abrazaron la diversión, un refugio más ligero, más inmediato. Llegaron los años 80 y 90, cuando la vida se midió en una dicotomía simple: divertida o aburrida. Nadie, por supuesto, quiso quedarse en el tedio. El jolgorio, las risas, la música atronadora y las luces titilantes se coronaron como el nuevo fin del hombre. Ya no se...

1988 AGENDA PROVINCIAL Ávila

Eduardo Ávila, el hijo más conocido de Orlando El 12 de julio de 1988 muere Orlando Ávila, folklorista y director del conjunto “Los Ávila”, que deja una huella imborrable en la música tradicional El 12 de julio de 1988 murió Orlando Ávila, destacado folklorista santiagueño y director del conjunto “Los Ávila”, que dejó una huella imborrable en la música tradicional de la provincia. Nacido en Santiago del Estero, dedicó su vida a la difusión de las tradiciones musicales de la provincia, particularmente la chacarera, género que llevó a diversos escenarios del país. Su liderazgo al frente del conjunto familiar consolidó un estilo auténtico, profundamente arraigado en la cultura santiagueña. “Los Ávila” se formaron en el seno de una familia apasionada por el folklore. Orlando, como cabeza del grupo, guio a sus integrantes, entre ellos su hijo Eduardo Ávila, conocido como “El Santiagueño”. El conjunto se destacó por interpretar chacareras, zambas y vidalas, géneros que reflejaban la esencia ...

1586 CALENDARIO NACIONAL Rojas

Español en América (idea aproximada) El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago Mateo Rojas de Oquendo, conquistador que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago del Estero, Mateo Rojas de Oquendo. Fue el conquistador español que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano. Se supone que nació en 1559, probablemente en Sevilla, según surge de sus propios poemas y se pierde noticia de su vida en 1612, en tiempos en que no todo se registraba en papel y la vida tenía mucho menos valor que en los tiempos presentes. El interés literario por su obra radica en el misterio en torno a su poema “Famatina”, que se ha perdido. El nombre completo de este poema, de veintidós cantos y de trecientas hojas, es “Famatina y conquista y allanamiento de la provincia de Tucumán desde la entrada de Diego de Rojas hasta el gobierno de Juan Ramírez de Velasco”. Es ca...

1938 AGENDA PROVINCIAL Olaechea

Olaechea (gentileza de Antonio Castiglione) El 16 de julio de 1938 muere Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, destacado abogado, juez federal, senador y académico El 16 de julio de 1938 murió Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, en Buenos Aires. Fue un destacado abogado, juez federal, senador y académico. Nacido en Santiago del Estero el 20 de marzo de 1855, era hijo de Pedro Pablo Olaechea y Carmen Alcorta. Su familia, de profunda raigambre santiagueña, enfrentó persecuciones durante el régimen de Juan Felipe Ibarra, lo que marcó su infancia. Estudió en el Colegio Nacional de Santiago del Estero, destacándose por su dedicación, y luego cursó Derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1879. Inició su carrera como abogado en Santiago, especializándose en casos civiles y comerciales. En 1883 fue designado juez de primera instancia en su provincia natal, cargo que desempeñó con notable rigor. En 1890 ascendió a juez federal, resolviendo casos de relevancia nacional con un enfoque...