Palma, en brazos de su padre |
El 7 de enero de 1978 nace Emilio Marcos Palma, primer argentino nacido en la Antártida
El 7 de enero de 1978 nació Emilio Marcos Palma, primer argentino nacido en el continente Antártico. Fue en el Fortín Sargento Cabral, de la Base Esperanza. Su nacimiento, considerado el más austral registrado en la historia, le ha valido un lugar en el Libro Guinness de los Récords. Es el único hombre registrado que ostenta este título, lo que resalta la singularidad de su caso.Hijo de Jorge Emilio Palma, teniente coronel del Ejército Argentino y jefe del destacamento de la Base Esperanza, y de María Silvia Morello, fue parte de una estrategia política del gobierno militar argentino de la época, que buscaba reforzar su reclamo de soberanía sobre el territorio antártico mediante el establecimiento de una comunidad permanente en la región.En diciembre de 1977, María Silvia, embarazada de siete meses, fue trasladada junto a su esposo y sus tres hijos mayores a la base. Su traslado fue parte de un programa que también incluyó a otras familias, lo que marcó el inicio de una pequeña comunidad en el Fortín Sargento Cabral.
El nacimiento de Emilio fue a las 8:40 de la mañana, asistido por dos médicos clínicos que formaban parte del personal de la base. Aunque el ginecólogo y el pediatra del Hospital Militar de Buenos Aires habían sido convocados, no lograron llegar debido a las condiciones adversas del clima. Emilio pesó 3,4 kilos al nacer y fue registrado oficialmente por Pablo Pérez, jefe del Registro Civil 2506 de la Base Esperanza, que suscribió el Acta número 1 del Libro de Nacimientos y expidió su Documento Nacional de Identidad 26.185.401.
La ciudadanía de Emilio Marcos Palma es argentina, de acuerdo con el principio de jus sanguinis, ya que sus padres también lo eran. Sin embargo, el concepto de jus soli, que otorga la nacionalidad según el lugar de nacimiento, no se aplica en la Antártida debido al Tratado Antártico. El Reino Unido, que reclama la misma zona como parte de su Territorio Antártico Británico, indicó que Emilio podría haber solicitado la ciudadanía británica bajo su legislación sobre nacionalidad de territorios de ultramar. Sin embargo, ni él ni sus padres lo solicitaron.
La llegada de Emilio al mundo fue seguida por una serie de cartas y felicitaciones de presidentes de diversos países, además de invitaciones para participar en reuniones del Tratado Antártico. No obstante, Emilio nunca asistió a estas reuniones. Hoy vive en Buenos Aires y trabaja como analista de sistemas.
Este nacimiento motivó un "efecto dominó" en la región. Otros países con reclamos de soberanía sobre la Antártida comenzaron a buscar estrategias similares. En 1984, Chile logró que naciera el primer chileno en el continente antártico, Juan Pablo Camacho Martínez, en la base Presidente Eduardo Frei Montalva. A diferencia de Emilio, Juan Pablo fue el primer bebé concebido en la Antártida. Otros dos chilenos nacerían después: Gisella Cortés Rojas, el 2 de diciembre de 1984, e Ignacio Alfonso Miranda Lagunas, el 23 de enero de 1985. Este último es, hasta la fecha, el nacimiento antártico más reciente.
La historia de los nacimientos en la Base Esperanza también continuó tras el nacimiento de Emilio. El 27 de mayo de 1978, Marisa de las Nieves Delgado se convirtió en la primera niña nacida en la base, hija de Juana Paula Benítez y Néstor Antonio Delgado, un sargento cocinero. Marisa y Emilio incluso tuvieron una relación sentimental en su juventud. A lo largo de los años, la Base Esperanza fue testigo de otros nacimientos, como Rubén Eduardo de Carli (21 de septiembre de 1979), Francisco Javier Sosa (11 de octubre de 1979), Silvina Analía Arnouil (14 de enero de 1980), José Manuel Valladares Solís (24 de enero de 1980), Lucas Daniel Posse (4 de febrero de 1980) y María Sol Cosenza (3 de mayo de 1983).
La situación de los nacimientos antárticos es compleja debido al estatus internacional del continente. El Tratado Antártico, firmado en 1959, establece que el territorio es una reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia, sin reconocimiento de reclamos de soberanía. Sin embargo, los países firmantes, como Argentina y Chile, han mantenido sus posiciones mediante la presencia de comunidades y nacimientos.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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