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GEOGRAFÍA El Bobadal

Calle del pueblo después de la lluvia

Apunte a mano alzada para el estudio de la construcción y superación de una región y una provincia para que crezcan armónicamente*


Panorama geográfico
El departamento Jiménez está ubicado en el noroeste provincial, limita al norte con el departamento Pellegrini
, al sur con los departamentos Banda, Río Hondo y Figueroa, al este con el departamento Alberdi, y al oeste con la provincia de Tucumán.
La historia cuenta que este departamento estuvo ocupado por las culturas sunchituyoj y averías, que determinan un período agroalfarero. En Villa Jiménez se venera al “Señor Hallao”, desde XIX es patrono del lugar y según Orestes Di Lullo fue encontrado allí luego de haberse extraviado en otro lugar, de allí su nombre.
El departamento tiene una superficie de 4.832 kilómetros cuadrados, un 3,5 por ciento del total de la superficie provincial, siendo por superficie el décimo departamento dentro de las 27 jurisdicciones en que se divide políticamente la provincia. Según el censo del año 2001 vivían en el departamento 13.170 habitantes, el 1,64 por ciento del total provincial.
Pozo Hondo, distante a 87 kilómetros de la Capital es su cabecera departamental, y desde Santiago se llega hasta allí por la ruta nacional 34. Esta ciudad tiene 2.634 habitantes un 20 por ciento del total departamental.
Otras poblaciones importantes del departamento son Gramilla y El Charco.
En el departamento la actividad económica está centrada en la cría de bovinos, lanares, yeguarizos, porcinos, y caprinos; además del cultivo de maíz, alfalfa, algodón, soja, centeno, sorgo y trigo.
El Bobadal queda a 138 kilómetros de Santiago del Estero por la ruta nacional 34 y a 90 de San Miguel de Tucumán.
Según el último censo, del 2001, en El Bobadal habitan 1369 personas, el 10,39 por ciento del total del departamento. Los observadores del pueblo aseguran que en estos últimos años sobre todo estas cifras han quedado totalmente desactualizadas, debido a que desde la crisis financiera que sufrió la Argentina en el 2001, se notó una gran migración interna, lo que significó que desde lugares cercanos a El Bobadal, numerosos vecinos se mudaran hacia el pueblo, aumentando –por lo menos- en un 20 por ciento su planta urbana. A su vez se dio el fenómeno inverso, varios de estos pueblos de los alrededores de El Bobadal, han visto mermar su población casi hasta límites raquíticos, cuando no están en franco peligro de desaparecer.

Historia
Tradición oral y documentos

Si bien por el momento no hay registros precisos acerca de la fecha en que El Bobadal comenzó a ser poblado, se tiene por probado que, a fines del siglo XIX, entre 1870 y 1880, dos bandeños, un Llanos y un Santillán, denunciaron terrenos fiscales en el lugar, una legua por legua y media, según afirman quienes sostienen que observaron viejos títulos en el Registro de la Propiedad de la provincia. El Bobadal en sus orígenes fue una estancia, a la que luego se agregarían apellidos que hoy son tradicionales en el lugar, como los Melián, Contreras Mansilla, Campos, Galván.
Las viejas estructuras productivas en la provincia, por lo general requerían de mano de obra abundante, es así como se fueron estableciendo otras familias en el lugar, llegando al cabo de unos pocos años, a constituirse en una de las tantas sucesiones indivisas que existen en Santiago.
También como muchos otros lugares de Santiago del Estero, el relativo aislamiento que sufrió respecto de otros grandes centros poblados, obligó a que en el pasado existieran incipientes industrias, sobre todo alimenticias, del cuero y textiles. Por tradición oral se sabe que en las cercanías del pueblo existió, hasta la década del 30 o 40 del siglo XX, un molino harinero. Amén de esto, en El Bobadal y en los pueblos de los alrededores, siempre fue tradicional la fabricación de quesos, pan, charqui y embutidos, tejidos en telar, obras de talabartería, carpinterías.
Entre 1905 y 1915, Martín de Moussy camina esta parte del departamento Jiménez, mensurando algunas propiedades y describe a estos lugares como “pampas de pastos”. La llegada de las explotaciones ganaderas fue la causante de que luego el bosque fuera invadiendo este sector del departamento. Es por ello que la explotación forestal, que en otros lugares de la provincia comenzó a fines del siglo XIX, aquí se demorara hasta bien entrada el primer cuarto del siglo XX.
Hasta la década del 70, El Bobadal fue un caserío informe. Sin haber sido comisionado municipal, pues esta institución se creó después, por el solo amor por su pueblo, Emilio Llanos, fue quien consiguió el primer motor para proveer al pueblo de electricidad, durante algunas horas, entre otros pequeños logros para un lugar que recién estaba naciendo en la consideración pública. A principios de esa década ya había una posta sanitaria, un destacamento de la policía, equipado con radio, un Registro Civil y dos pozos de agua semisurgentes, uno al norte del pueblo, que funcionaba gracias a un molino de viento y otro al sur, que nunca dio la suficiente cantidad como para abastecer las necesidades de la población. Para tener agua en las casas no quedaba otro remedio que acarrearla en zorra o con baldes, desde cualquiera de estos dos lugares, hasta los propios aljibes.
Para ese entonces, por sus caminos de tierra compactada, pasaba un solo servicio de colectivos diarios de la familia Sing, que comunicaba El Bobadal con San Miguel de Tucumán. Para ir a Santiago del Estero no había otro remedio que tomar la ruta 3, hasta empalmar con la ruta nacional 34, entonces enripiada, que pasaba a unos 20 kilómetros, lo que dejaba casi todo el año –y mucho más cuando los caminos se inundaban, durante las tormentas del verano- aislado del mundo este rincón de la provincia. Pocos eran los que se animaban a una travesía que podía llevar unas cuantas horas o tal vez más si los caminos no estaban en condiciones. La mayoría de quienes debían viajar a la capital, lo hacían por Tucumán, que si bien era un trayecto más largo y –sobre todo más oneroso- también era más seguro.

Realidad actual
Información política

El pueblo es gobernado por el presidente de una comisión municipal, electo por el pueblo. No tiene carta orgánica por lo que se rige por una ley de municipalidades. Su dirección postal es (4187) El Bobadal. Y el teléfono es el 0381-156814354.

Radio de influencia
En los tiempos que corren, la comisión municipal de El Bobadal tiene un radio de influencia que va mucho más allá de los límites del pueblo ya que satisface las necesidades de todo tipo de unas veinte poblaciones cercanas, dispersas a su alrededor. Ellas son el Fisco de Fátima, Tusca Pozo, Bajo Alegre, Bajo Hondo, La Guanaca, San Pedro, San Andrés del Sur, San Félix, Vitiaca, El Aibalito, San José, San Luis, San Isidro, Rincón del Carmen, San Roque del Norte, San Cristóbal, La Costosa, Montiflor, San Andrés del Norte, Vitiaca, San Roque del Sur, El Simbol y La Felicidad. Es de notar que todos estos pueblos, sumarían hasta el momento más habitantes que el propio Bobadal.

El agua

El Bobadal consigue agua de un acueducto que la lleva desde La Fortuna y que en el camino va alimentando numerosos lugares que quedan a su vera. Por otra parte, la mayoría de las fincas tienen pozos surgentes que los surten de agua que, en general es apta para el consumo humano. Lugares del este del pueblo, como Rincón del Carmen y San José, si bien tienen pozos surgentes, el agua no es apta para que la tome la gente, aunque sí para el ganado mayor y menor.
A fines del invierno y principios de la primavera, cuando la falta de lluvia se hace sentir con fuerza, la comuna se ve en la obligación de llevar agua para llenar los aljibes de los vecinos de estos pueblos como una de sus principales obligaciones, ya que de otro modo es imposible la vida. Los camiones de Vialidad de la provincia a veces hacen la misma tarea lo mismo que particulares, finqueros y comerciantes varios. En su mayoría tratan de no cobrar por el servicio o se resarcen solamente de los gastos de combustible.

La educación
El Bobadal cuenta con una escuela que brinda educación inicial, EGB1, EGB2 y Polimodal. Hay escuelas primarias además en Tusca Pozo, Bajo Alegre, Fisco de Fátima, San José, Bajo Hondo, San Andrés del Sur, San Félix y San Cristóbal.

La religión
En El Bobadal, Tusca Pozo, San Pedro y San Félix hay templos católicos en los que eventualmente sacerdotes de Pozo Hondo administran los sacramentos, pero además existen algunas ermitas administradas por los vecinos, en lugares tales como La Guanaca y otros.
Hay al menos cinco templos, evan
gélicos en el pueblito y al menos uno por cada lugar en los alrededores.

La seguridad
Actualmente el pueblo cuenta con una subcomisaría y dos destacamentos policiales, uno en San Félix y el restante en La Costosa.

Las comunicaciones
Cinco colectivos diarios llegan desde Tucumán, amén de autos particulares, especie de taxis rurales que cubren los 90 kilómetros que separan a El Bobadal de la capital vecina. La ruta nacional 34 que, con su vieja traza modificada, pasa a 7 kilómetros del pueblo terminó de conectarlo con la capital. A pesar de ello tiene tres colectivos por semana haciendo el trayecto hacia Santiago del Estero de lunes a sábados.
Sale todas las madrugadas y tiene su horario de regreso, en Santiago, después del mediodía, cuando se termina la actividad administrativa en la capital. En los últimos años y gracias al buen camino, aumentó de manera significativa el intercambio económico con Pozo Hondo, La Banda y la capital. Numerosas empresas distribuidoras de alimentos y bebidas de estas ciudades, llegan todos los días al pueblo que, sin embargo –por la cercanía geográfica sobre todo- aún mantiene más lazos comerciales y sociales con la vecina provincia de Tucumán.

Los medios de comunicación
El Bobadal no tiene una red de telefonía fija por la negativa del intendente Ulises Santillán, de todas maneras los teléfonos celulares han suplido con creces esa falta. Empero, una gran cantidad de los aparatos tiene la característica 0381, de Tucumán, provincia con la que la gente mantiene la mayoría de sus relaciones comerciales, sociales y económicas.
Desde hace poco, el pueblo también cuenta con conexión a Internet. Ya hay un cibercafé. Se sabe que algunos particulares también instalaron el servicio, lo mismo que una de las radios y varios finqueros.
En el pueblo hay dos radios de frecuencia modulada, una propiedad de Winston Franklin Llanos y la otra de Matías Mansilla. Se dejó de vender el Nuevo Diario de Santiago por falta d compradores y La Gaceta de Tucumán es casi desconocida. No llegan revistas en forma habitual.

La salud
El Bobadal tiene un hospital que brinda casi todos los servicios, salvo cirugía mayor y menor. Cuenta también con una moderna ambulancia que transporta enfermos, heridos, parturientas, accidentados a centros de asistencia de la salud en Tucumán o Santiago, según la urgencia de cada caso. Hay, asimismo, varias postas sanitarias distribuidas en los pueblos de los alrededores.

Servicios
En la actualidad el pueblo tiene agua corriente, gracias al acueducto que llega desde La Fortuna y que da de beber a un poco más de la mitad de los pueblos vecinos (ver más arriba). También la mayoría de los pueblos cercanos tiene electricidad, salvo los que están ubicados al naciente del pueblo. La comuna presta el servicio de recolección de basura, alumbrado público y esporádicos desmalezamientos en el verano. La recolección de basura no es universal sino solamente para quienes pagan un canon mensual. Hay dos cuadras pavimentadas con adoquín articulado.

La administración

El Juez de Paz no letrado, el encargado del Registro Civil, la comisión municipal, la oficina de la empresa distribuidora de electricidad, la cooperativa de agua potable, la receptoría de Rentas de la provincia y Vialidad provincial sumados a los oficiales, suboficiales y agentes de la policía y al personal de las escuelas, forman el esquema administrativo del pueblo.

Los cultivos, la economía

Al igual que en otros lugares de la provincia, la sojización de los alrededores ha producido varios fenómenos cuyas consecuencias no han sido bien estudiadas hasta el momento. Por lo pronto, el desmonte y alambramiento de extensas propiedades, ha achicado el margen de movimiento de la gente de los pueblos vecinos a estos latifundios. Pero, por otra parte, algunos de los finqueros se hallan establecidos en el lugar desde hace más de 20 años, ya que el fenómeno de la soja en el lugar viene desde principios de la década del 70. Los dueños de fincas a la vuelta de El Bobadal, en su mayoría viven en sus fundos o bien poseen casa en El Bobadal, con lo que no se va del todo del lugar el dinero que se recauda con la venta de granos. Si bien las fincas requieren poca mano de obra para grandes extensiones de terreno, esporádicamente contratan los servicios de gente del pueblo en trabajos tales como alambradores, peones, desmontadores, encargados, cosecheros, albañiles, carpinteros, cuidadores, serenos y personal doméstico.
Ello ha permitido que en los últimos años hubiera un notable crecimiento de la actividad comercial del Bobadal, con nuevos negocios que se han abierto y otros que, según anuncian algunos vecinos vienen en camino. En el pueblo hay cinco buenas carpinterías, una estación de servicios, cinco almacenes de ramos generales bien surtidos, tres panaderías, dos corralones de materiales, un taller mecánico de reparación de automóviles y numerosos pequeños negocios que vienen subsistiendo luego de varias crisis económicas como las que ha sufrido la Argentina.
©Juan Manuel Aragón
*Trabajo redactado a principios de siglo, por lo que puede estar desactualizado

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