Un trabajo minucioso |
La fecha recuerda la fundación de la primera escuela que enseñó el oficio en el país
A José, mi hermano, ferretero.
El 4 de abril es el día del soldador argentino. La fecha recuerda otra igual de 1977 cuando se fundó la primera escuela de soldadura privada en el país. Quedó como testimonio para celebrar.La historia de la soldadura en la Argentina, empezó en la década del 20 con los primeros artículos en acero, cuando sólo había fragua con ventilador manual y elementos manuales que exigían técnica y mucho esfuerzo para su manipulación y aplicación.Hoy el soldador sigue siendo clave en muchas industrias. Los avances cada vez son mayores, y sin embargo, la técnica, la destreza y el trabajo que hacen quienes tienen este oficio, sigue sorprendiendo y brindando mayores desafíos para nuevos procesos y buscar nuevas soluciones.
Miguel Angel Dipaola, fue el fundador de la escuela “Dipsol” en Campana que generó la conmemoración y contó cómo se enlazó la historia de la soldadura en la Argentina. Su testimonio:
“Mi padre me contaba, que cuando él tenía 18 años (1924), inició un taller de carpintería metálica con otra persona (su socio) de su misma edad, comenzaron a fabricar distintos artículos en acero.
“Contaban con una fragua con ventilador manual, sierras, corta hierros, martillos, bigornia, soplete oxiacetilénico, un transformador para soldadura y mucha voluntad.
“En ese entonces todas las uniones se realizaban por roblonado (remaches) y alguna que otra soldadura con varillas desnudas (no se conocían los electrodos revestidos). Por tal motivo la soldadura que realizaban la tenían que martillar para poder disimular sus defectos.
“Para cortar algunas posiciones de piezas de acero, los calentaban en la fragua, los colocaban sobre la bigornia y con el corta hierro y martillo realizaban el trabajo.
“En ese mismo año en Suecia un señor llamado Oscar Kjellberg, luego de haber presentado en la Oficina de Patentes de 1904, una nota escrita a mano, describía su invención del electrodo recubierto. Luego de 20 años se puso a fabricar esos electrodos y revolucionó las construcciones metálicas. A partir de entonces, fue muy lenta su aceptación, ya que tenía muchos retractores que no aceptaban la soldadura por desconfianza.
“Sin embargo durante la segunda guerra mundial, los países necesitaban construir rápidamente, embarcaciones seguras y comenzaron a reemplazar los buques metálicos con uniones roblonadas por soldaduras por arco eléctrico con electrodos revestidos. Fue así que un buen día llegó a la argentina el buque tanque mercante “Longwood”, de la empresa inglesa John I. Jacobs, que había sido torpedeado por un submarino japonés en las costas de lo que hoy es Sri Lanka.
“Ese buque tanque recaló en Bahía Blanca y la Armada tomó la decisión política de repararlo. Era un buque completamente remachado, se cambiaron sus partes internas y externas, pero se utilizó por primera vez para la unión de las chapas, la soldadura eléctrica con electrodos revestidos. De ahí en más se inicia la historia de la soldadura por arco en el país.
“Aproximadamente 35 años después, se inicia en Campana, Provincia de Buenos Aires, la primera escuela de soldadura privada del país. Precisamente el 4 de abril de 1977. Ciudad próspera, afectiva y acogedora de quienes hemos venido de otras ciudades, la que personalmente quiero como si fuera la ciudad donde me vio nacer.
“He dedicado toda mi vida a esta profesión, que amo y transmito todos mis conocimientos a quienes quieran recibirlo, primero como soldador, luego como técnico y posteriormente capacitador. Es por ello que admiro a los soldadores y futuros trabajadores de esta especialidad y quiero rendirles próximamente, si me acompañan, un homenaje bien merecido, nombrando el día 4 de Abril, como el ´Día del Soldador´, como ya existe en otros países.”
Más evocaciones
Es el Día Internacional de información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, contra la Prostitución Infantil, de los Animales Callejeros y de la Rata.
Los católicos recuerdan a los santos Isidoro de Sevilla, Agatópodo y Teodulo de Tesalónica, Ambrosio de Milán, Platón de Constantinopla, Pedro de Poitiers, Benito Massarari "el Negro” y los beatos Guillermo Cuffitelli, José Benito Dusmet, Francisco Marto y Cayetano Catanoso.
©Juan Manuel Aragón
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