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EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 28 de octubre

Con los 3 de Oro

En 1941 nació Rafael Ledesma fundador e integrante de varios grupos musicales y referente de la música popular en Santiago del Estero

El 28 de octubre de 1941 nació Rafael Ledesma, “Rafa”, fundador del grupo musical “Los Rocklands”, por el que pasaron vocalistas como Johnny Delara, Rudy Quiroga, Jimmy Kempf. Integró “Los Pescadores de Colombia”, compartiendo escenarios con “Koli” Arce y Mario Álvarez Quiroga. Como músico acompañó a Leo Dan, Mariquita Gallegos, Raúl Lavié, Norma y Mimí Pons y varias celebridades más.
A los 14 años se enamoró por primera vez y se le despertó el talento por la música. Empezó con el folklore, pasó por el rock, la cumbia, el pasodoble, los boleros, el chachachá y por todos los géneros musicales, que interpreta como si no hubiera hecho otra cosa en su vida. Con los Rocklands recorrió escenarios de Santiago del Estero y del norte argentino.
“Yo era futbolista, pero siempre hay algo que te detona, que te hace iniciar o buscar un nuevo camino. En mi caso fue la llegada de una chica porteña. Ella tenía 15 años, era hermosa; todos los chicos de mi edad y los mayores nos volvimos locos por ella. Averigüé que había venido con su madre desde Buenos Aires. En esa averiguación supe que le gustaba el folklore. Entonces fui a mi tío para que me enseñe unas notas con la guitarra”, rememoró.
En menos de una semana, Rafa aprendió las notas de la guitarra y se presentó en la casa de su nueva vecina. Bastó una canción para conquistarla. “Las mujeres son el leitmotiv, la musa inspiradora. Y a raíz de eso… estuve cinco años con la chica”, afirmó.
Su apellido materno, Neirot, tiene tradición musical en Santiago. Su abuelo, su mamá y sus tíos fueron músicos, por lo que llevó la música en su sangre y en el alma.
“Me inicié cantando folklore. Anduve con un conjunto que formamos con chicos entre 13 y 17 años. El grupo se llamaba Los Cantores del Inti Rupaj y ganamos un concurso, que nos dio una actuación por un mes en LV11 Radio del Norte, que transmitía desde su auditorio, donde actualmente es el diario El Liberal. Tanto gustó lo que hacíamos que después actuamos dos meses más”, cuenta.
“En otro concurso norteño ganamos de nuevo. El premio era un mes entero de actuación en el Casino de Las Termas. Estando ahí, gente de Córdoba nos escuchó, nos veían chicos audaces, y nos invitaron a probarnos en Cosquín. Así que cuando terminó el contrato, organizamos el viaje y fuimos a Córdoba. Comenzamos en distintos lugares, como LV3, de Cadena 3, y nos contrataron del Festival del Cerro de las Rosas en Villa Allende. Se aproximaba Cosquín, incluso ya estaban iniciadas las conversaciones para que nos presentemos como conjunto revelación por nuestra edad. Pero mi mamá me dijo que vuelva a Santiago. Siempre fui respetuoso de los mayores y regresé. Los otros tres chicos quedaron a cumplir el resto de los compromisos que había en Córdoba”, cuenta.
Cuando pensaba que su corta historia musical había terminado, llegó una nueva propuesta que le cambió la vida. El desafío de tocar rock lo movilizó demasiado, tanto que hasta hoy lo sigue haciendo con mucho entusiasmo.
“La verdad que andaba malhumorado, y una tarde se presenta un chico en la puerta de mi casa. Y me dijo que quería que lo acompañe en la guitarra. Y me dijo que cantaba rock y que quería que lo salve esa noche. Lo hice pasar a mi casa y empezó a cantar. Cantaba y bailaba una maravilla. Pienso que ha sido el mejor cantante en ese género. Se llamaba Johnny Delara y vivía a tres cuadras de casa. En media hora preparamos 12 temas, de rock fundamentalmente, como de los Teens Tops, Enrique Guzmán, un poco rock en castellano”, confíó.
Esa noche Rafa y Johnny tocaron en un parque de diversiones, donde usualmente había espectáculos después de las 10 de la noche.
“Cerca de las 11 de la noche, el parquecito frenó sus juegos. Tenía un escenario donde había shows de folklore o tango. Esa noche lo acompañé a Johnny con una guitarra común, él cantaba y bailaba. La verdad que gustaba muchísimo; llamaba la atención sus morisquetas. Nos pagaron con una botella de Cinzano, que al día siguiente él vendía al almacén del barrio y con eso me pagaba. Hicimos tres noches seguidas de shows en el parque”, agrega Rafa.
También dijo que le comentó este suceso a su hermano mayor, Leónidas Ledesma, que era concertista de guitarra. Juntos, se animaron a iniciar una nueva etapa. Y formaron el primer grupo de rock en los años 50.
“Un amigo me prestó su guitarra eléctrica. Mi hermano Leónidas, a su guitarra de concierto le colocó un micrófono y la convirtió en bajo, y otro amigo que era aspirante como músico en el regimiento estaba aprendiendo a tocar la batería, pero no la tenía. Entonces, consiguió un redoblante, un bombo criollo y un platillo. Y Johnny nos dijo que íbamos a tocar en Villa Nueva, un baile de aquel tiempo. Llegamos sin equipo y enchufamos todo en el sonido del baile, que estaba lleno. Empezamos a tocar y la gente se volvía loca con el grupo. Nosotros no teníamos nombre, y al sexto tema, el locutor nos preguntó el nombre y no teníamos. Entonces, nos puso Los Rocklands. Luego a Johnny lo sucedió Rudy Quiroga que fue quien grabó con el grupo; también estuvo el ‘Fabuloso Marcelo’, quien cantaba los temas de Sandro, por ejemplo”, recuerda el músico.
Según cuenta, “no había prácticamente en la Argentina esta línea de música. Lo que se escuchaba era de México, por ejemplo. Después empezaron a aparecer Leo Dan, Palito Ortega, Johnny Tedesco, entre otros, y se popularizó en la Argentina esa forma de hacer música, que no era rock exactamente”.
Los Rocklands sumaron después un guitarrista y un muchacho que tocaba piano. Tanto era el éxito del grupo que tocaban de viernes a domingo y hasta cuatro actuaciones por noche.
De la otra vereda, estaban Los Demonios del Ritmo, grupo que también popularizó grandes canciones cerca de los 60 y que hacía bailar a la gente en los bares.
“En ese grupo estaba Hugo Juárez, que para mí fue la primera guitarra más brillante de mi época, cantaba Leo Dan, y también estaban Julio Cárdenas, Mario Bustamante. Ellos eran un poco más del centro. Nosotros tocábamos en todos lados, pero más en los clubes barriales”, recuerda.
Debido al éxito de estas bandas, entre otras, se hacían shows en las radios AM de aquel tiempo. “La gente iba al auditorio a vernos. Nosotros también íbamos a Tucumán los domingos a la tarde a la LV12, que tenía gran alcance por lo que fuimos a tocar también a Chaco, en las ciudades de Charata, Villa Ángela, Pinedo, y un montón de otros lugares”, añade el músico.
En este panorama musical, aparecieron un montón de grupos de jazz y tango. Además, de Los Demonios del Ritmo y los Rocklands, estaban Los Clever’s, Los Denver, Los Valiants, Los Grinberg en La Banda, Las Estrellas Americanas, Tommy Carabajal y muchos más.
“Nosotros con Los Rocklands tocábamos en todos los lugares, pero había una confitería, Trevi, que estaba en la calle 24 de septiembre; en Safari, un boliche en la 9 de Julio y Belgrano; en Scorpio que estaba en la Galería Lindow, de la sociedad de Lito Pietro y Habra. Lito era muy fanático mío y todo lo que yo tocaba a él le gustaba, entonces me dijo que había escuchado los discos de la música que hacíamos y que venían sonidos nuevos, con órgano, por ejemplo. Por eso él me sacó a crédito un órgano, que yo lo pagaba con mis actuaciones. Así fue que comencé a tocar el teclado también”, dice.
Vino un año muy frío y la cantidad de shows disminuyó por lo que Rafa tuvo que enfrentar nuevos desafíos para poder pagar la deuda del piano.
“Una noche de mucho frío, estaba haciendo una escala en el teclado en un cuartito donde tenía los instrumentos cuando golpearon las manos y me buscaba un hombre para que fuera a tocar en un night club que era un cabaret, que tenía música en vivo. Esa noche fui, me pagaron muy bien, solucionándome el problema de la deuda del teclado. Llevé a mi baterista, Álvaro Trejo, uno de los mejores bateristas de todos los tiempos. Tanto nos pagaban que los fines de semana tocaban ahí, pero salía a hacer bailes cuando había. Así que seguí un tiempo ahí y me di cuenta que debía estudiar música, porque venían cantantes de toda la Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Cuba; varones y mujeres que cantaban y bailaban y traían su partitura. Yo veía el título y sabía cuál era la canción. Y debía aprender música, no podía estar canchereando”, confiesa.
En el cabaret tocaba entre las 12 y media y las 5 y media de la madrugada y en los intermedios estudiaba música en el camarín. A las 7 y media ya estaba saliendo a trabajar, así que “no tenía mucho tiempo para practicar”. “Lo que no sabía, porque a veces se me complicaba le preguntaba a los músicos y les avisaba que recién estaba estudiando”, dice sin titubeos.
En medio de sus actuaciones en el cabaret, “una noche se presentó un hombre -porque en una hora y media más tarde actuaba Mariquita Gallegos, que en ese momento era una artista de cine y televisión, y no tenía quien la acompañe” y le pidió a Rafa que fuera su músico. No sólo tocó el viernes con ella, sino que también lo hizo el sábado y domingo siguiente.
“Apenas deletreaba música, estaba en el proceso de aprendizaje, pero mi oído me fue dando forma. Cuando llegué me presenté y me puse a ver la partitura, por lo menos leía las claves y sabía cuáles eran los tonos, y le dije que iba a hacer lo que podía. Al otro día a la tarde, fui con dos muchachos más para que el show sea más grande. Para eso ensayamos y ella estaba al frente. Terminamos de ensayar, me llamó y me explicó unos acordes de piano. Ella había sido profesora de piano y bailarina, además de cantante. Pero nunca me dijo delante del otro muchacho que no era exactamente así, sabía que estaba orientado, pero no era lo que debía hacer. Y nos hicimos amigos, cada vez que venía a Santiago, me llamaba para tocar aquí, en Tucumán, Salta y Jujuy. En vez de traer un grupo de Buenos Aires, yo le armaba un trío aquí”.
Además de Mariquita Gallegos, Ledesma acompañó a Norma y Mimí Pons, Ámbar La Fox, Amparito Castro, Luis González, “Cachita”, Raúl Lavié, Carlos Moreno, Chiqui Pereyra, Juan Carlos Vigna, entre otros.
En ese tiempo abandonó Los Rocklands y comenzó a andar con el Grupo Octubre, que en un principio tocaba rock y después se transformó en un ritmo más popular. “La música bajó de nivel y ya no podíamos hacerlo”, resalta Ledesma.
“La gente del Grupo Octubre un viernes me hablaron y les dije que tenía que terminar temprano, porque a las 12 tenía que tocar en el cabaret. Así que ensayamos como veinte canciones, rapidísimo. Me dijeron que tenía que ir a Añatuya y tuve que avisar al resto de los muchachos del cabaret que busquen otros músicos para que ellos no pierdan las actuaciones”, cuenta el intérprete.
“Llegamos hasta ‘El fandanga’, una canción que era un compendio de distintos ritmos. Grabamos el LP. Ahí tocaba el teclado en vivo y en las grabaciones el teclado y la guitarra”, añade.
Por entonces, Santiago del Estero tenía ese tipo de música, con los Demonios del Ritmo, Los Rocklands, Los Alfiles, Los Extraños, Nevada, entre otros. Todos tenían teclado, guitarra, bajo, batería y cantante. Pero también estaban los cumbieros que seguían con el acordeón, guitarra rítmica, bajo y timbaleta.
El rock en Santiago del Estero estaba en todo su esplendor, hasta que un día apareció en el concierto argentino una música totalmente nueva: la cumbia. La banda que popularizó este género en la Argentina fue el Cuarteto Imperial, de origen colombiano y que causó furor en el público.
“Nosotros teníamos un representante habilísimo y me dijo que la onda era hacer cumbia porque íbamos a trabajar más y estar mejores pagos. Así que estaba frente a un nuevo desafío. Ya de folklorista me había pasado a rockero y ahora a hacer cumbia”, recuerda Rafa.
Una tarde le llevaron un acordeón, empezó a practicar y en una semana pudo tocar algunas cumbias y hacer unos llamativos arreglos musicales. En este pasaje de su vida, el músico evoca: “Probamos varios chicos del barrio para integrar el grupo de cumbia; vino Koli Arce, que tenía 13 años; también Mario Álvarez Quiroga y Pocho Lescano. Con ellos empezamos a ensayar diez días, mientras tanto yo seguía con los Rocklands. Empezamos a correr la bolilla de que pasaba a cumbia y aparecieron varios chicos para la banda de rock, uno de ellos Víctor Acuña. Empiezo a pasar todos los punteos y siguieron Los Rocklands con él. Y yo pasé a los Pescadores de Colombia, el primer grupo de cumbia, que después cuando yo salgo de ellos, se transformó en el Quinteto Imperial”.
“Notaba que en alguna medida los Rocklands, donde seguía mi hermano Leónidas, se estaba debilitando y volví. Y le dejé el mando a Koli, ellos siguieron y después consiguieron el contrato, comenzaron a grabar. Iban a hacerlo con el nombre Los Pescadores de Colombia, pero ya estaba registrado, así que se cambiaron al Quinteto Imperial”, suma.
Rafa Ledesma es compositor de muchos éxitos, como “Doble vida”, uno de los cuales dio a conocer Koli Arce y que aún recorre el mundo.
Entre punteos y partituras, Rafa recuerda el día que en que Koli llegó a su casa para empezar a ensayar esta canción: “Lo llamé y le pedí que venga porque tenía una canción que podía andar. ‘Eh cacique no… la semana que viene vamos a Buenos Aires y ya venimos ensayando’, me dijo. Entonces le dije que venga y que saque cualquier canción mía del disco, porque esta nueva iba a andar bien. Como las 8 de la noche vino en su chata y le hice escuchar. Y me dijo: ‘¡Ya! grabamos en casa’. Esa noche la buscó y al otro día comenzaron a ensayar Doble vida para grabarla”.
©Revista Quipu

Más recordaciones
1898—Asume el gobernador Dámaso Palacio.
1901—Asume el gobernador Pedro Barraza.
1904—Asume el gobernador José Gregorio Santillán.
1912—Asume Antenor Álvarez.
1912—Se inaugura la estatua ecuestre de Manuel Belgrano en el centro de la plaza Libertad.
1948—Se estrena Las manos del sol, en el teatro 25 de Mayo, obra escrita por la poetisa y artista plástica Blanca Lelia Irurzun, bajo la dirección y escenografía de Héctor Marinoni.
1981—La Sociedad Argentina de Letras se reúne en Santiago.
2016—La gobernadora Claudia Ledesma de Zamora entrega una pala y una retroexcavadora a la Municipalidad de Quimilí, departamento Moreno.
2016—Luego de una violenta pelea, un adolescente es acuchillado en la Plaza Libertad y debe ser trasladado de urgencia al Hospital Regional a causa de las heridas sufridas.
2017—La presentación de Santiago del Estero en la Feria Internacional de Turismo es un éxito.
2018
Andrónico Suárez, presidente del Centro de Comercio e Industria sostiene: “Estamos frente a una economía serrucho” y se muestra afligido por las bajas ventas en los comercios.
2018—Una imagen de la Virgen de Luján visita la sede de Gendarmería. Es una iniciativa del Obispado Castrense para estar cerca de la patrona de los argentinos.
2019—Alberto Fernández es electo presidente y Gerardo Zamora, desde Santiago del Estero, le ofrece el triunfo más holgado de todo el país.
2020—El gobernador Gerardo Zamora anuncia la construcción, mejoramiento y refacción de escuelas, obras hídricas, mejoramiento de la red vial y otras obras de infraestructura.
2021—Fallece Victorio Curi, empresario santiagueño que durante varios años fue el más importante de la provincia.
©Juan Manuel Aragón
®Con información de internet



Comentarios

  1. Cristian Ramón Verduc28 de octubre de 2022, 7:29

    Excelente nota sobre "Rafa" Ledesma, un hombre sencillo y afable, apasionado por la música y la conversación entre amigos.

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