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Abrazo de San Martín y Belgrano en un óleo de Augusto Ballerini |
En 1814 San Martín y Belgrano se encontraron en Los Algarrobos o Las Juntas, pero no en Yatasto, como afirma la historia oficial
El 17 de enero de 1814 José de San Martín y Manuel Belgrano se encuentran en Los Algarrobos o en Las Juntas. No es la posta de Yatasto el lugar en que se topan ambos jefes. Yatasto no era posta, era el casco de la estancia de Vicente Toledo Pimentel. La confusión duró tantos años que, cada vez que se menta aquel encuentro se debe aclararlo de nuevo.Los militares estuvieron reunidos varios días y hay especulaciones sobre lo que hablaron. Lo cierto es que ya se conocían por cartas, al menos desde1812.El día siguiente de la reunión en Las Juntas, el 18 de enero, el Segundo Triunvirato decidió que San Martín quedara a cargo del Ejército del Norte y cesó a Belgrano. Pero, la demora de las noticias hizo que Belgrano siguiera en su labor hasta el 30 de enero. Antes le había ordenado a San Martín que volviera a Tucumán para pedir el reconocimiento como el segundo en el mando.Pero al llegar a Tucumán, San Martín recibió su nuevo nombramiento, Belgrano reconoció la orden y le pasó el comando de las milicias en San Miguel, donde estaba parte del ejército.
Puede haber sucedido con la historia de este encuentro, algo similar a lo ocurrido en la Batalla de Ituzaingó del 20 de febrero de 1827. Que no fue en Ituzaingó sino en Paso del Rosario (en portugués Batalha do Passo do Rosário). Dicen que cuando Carlos María de Alvear mandó a redactar el parte del triunfo, le pareció poco que semejante éxito tuviera un nombre tan común. En el mapa brasilero vio un sitio que se llamaba Ituzaingó y allí lo fechó.
Los Algarrobos es quizás un nombre muy pedestre como para que los máximos próceres argentinos se encuentren por primera vez. Yatasto suena mejor, es más bonito y recordable para los alumnos, al menos cuando se estudiaba algo de historia. Y así quedó consagrado el error.
Por otra parte, los orgullosos salteños siempre defendieron la tesis “yatastiana” digamos, a muerte. Ya se sabe lo localistas y obcecados que son cuando de defender tradiciones locales se trata. Y lo de la Posta de Yatasto, que no era posta, se trataba de una tradición de la familia Toledo Pimentel.
Alfredo Gargaro, historiador santiagueño y miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia, en enero de 1950 pone en duda la tradición de Yatasto. Intervino entonces el salteño Atilio Cornejo para desmentirlo, apoyado en los grandes historiadores y en la tradición. Manuel Lizondo Borda director del Archivo Histórico de Tucumán, en un trabajo dijo: "¿Fue en Yatasto el famoso primer encuentro de los dos patricios? No conocemos documentos que lo digan''. No se juega, digamos, pero pone en duda la tradición de los salteños.
En 1951, Gargaro vuelve a la carga y afirma: "De todo lo relacionado aquí se tiene de una manera categórica y clara, que el abrazo de Yatasto no es más que una leyenda legada por la tradición, materia engañosa de la historia''.
Luego, en 1954, Lizondo Borda afirma: "De manera que cuando éste llegó a Las Juntas el 20 a mediodía o por la tarde temprano, allí estaba San Martín con su tropa esperándolo. Allí fue por lo tanto el primer abrazo que se dieron y los dos se conocieron. después de mandar preparar el campamento Belgrano debió retirarse con San Martín a la casa de Yatasto''. Y dale con Yatasto.
Quien estudia el asunto en profundidad es el historiador Julio Benencia, investigador y miembro del Instituto Nacional Belgraniano, en un libro casi olvidado, editado por Plus Ultra. Por Benencia se sabe que la expedición auxiliadora que partió de Buenos Aires al mando de San Martín y el ejército de Belgrano, se encontraron el 17 de enero de 1814, llega a esa conclusión luego de estudiar cartas y otros documentos.
Benencia también comprueba un vacío documental del 17 al 23 de enero de 1814. Ninguno de los protagonistas confirma la fecha del encuentro, pero en los recuerdos de Lorenzo Lugones de 1855, cita un comentario de José Manuel Torrens dueño del establecimiento de la casa y estancia de las Juntas, que afirmó: "El gobierno de Salta me comisionó para traer confinadas varias personas. Enseguida pasé a Jujuy conduciendo pliegos al señor general, y al día siguiente me vine en su compañía y en la del caballero San Martín, a quien hallamos en los Algarrobos''.
Afirma Benencia: "La tradición forjada en la casa de la hacienda de don Vicente Toledo y Pimentel, situada a unos 72 kilómetros al sur del río Pasaje o Juramento, transmitida por sus descendientes, arraigada por el tiempo en el lugar y aceptada sin reparos por la historia oficial, es una creación ilusoria del pasado''.
¿Punto final? Por supuesto que no. La historia es una ciencia que siempre acepta nuevos documentos, versiones actualizadas, conclusiones distintas. Si el día de mañana se hallaran nuevos documentos que avalen una u otra versión, los estudiosos afinarán de nuevo la puntería y, si los tienen por ciertos, contarán de manera distinta los hechos. Endemientras, el abrazo de Yatasto no fue en Yatasto.
Pero, ¿tiene alguna importancia saber exactamente dónde se encontraron San Martín y Belgrano? Los lectores tienen la última palabra, si es que llegaron a esta parte de la nota.
©Juan Manuel Aragón
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