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Instantes previos a ser muerto |
En una fecha como hoy fue detenido el anarquista Severino Di Giovanni, dos días después murió en el paredón de fusilamiento
El 30 de enero de 1931fue detenido Severino Di Giovanni por policías federales. Lo habían rastreado hasta una imprenta de la calle Callao, en la que se reunían anarquistas. Dos efectivos aguardaron cerca hasta dar con Severino, que se dio a la fuga luego de que le dieran la orden de alto.En medio de la persecución se cruzaron balazos entre los efectivos y Di Giovanni. Uno de los tiros de la policía, mataron a una chica que salía de su casa por la calle Corrientes. Un vigilante que se sumó a la persecución, cayó herido en la pierna sobre la calle Riobamba, lo que permitió a Di Giovanni huir hacia un hospedaje en el que se parapeto detrás de la puerta.Había nacido en Chieti, Italia, el 17 de marzo de 1901 y era un periodista, obrero y poeta anarquista, emigrado a la Argentina. Aquí se hizo el más conocido de los anarquistas individualistas por haber hecho campaña en apoyo de Sacco y Vanzetti y su lucha contra el fascismo.Ese día un agente avanzó y el italiano lo tumbó de un Tiro. Di Giovanni avanzó por los fondos del hospedaje y trepó a la azotea, ahí lo rodearon más policías que se habían unido a la persecución. Luego de caer de diez metros de altura a los fondos de una casa vecina, se dio a la fuga por la calle Ayacucho llegando hasta Sarmiento.
Entró a un garaje, le pegaron un balazo, cayó al suelo herido y fue detenido y llevado en una ambulancia y custodia policial hasta el hospital Ramos Mejia. Cuando se recuperó fue trasladado en ambulancia a la Penitenciaría Nacional acompañado por cuatro vigilantes y custodiado por un camión con diez hombres armados, varios automóviles y una motocicleta.
De chico se impresionó por el hambre, pobreza y los soldados mendigando en las calles, consecuencia de la I Guerra Mundial.
Empezó a rebelarse contra cualquier autoridad. Comenzó a estudiar para ser maestro y comenzó a enseñar, antes de graduarse, en una escuela de su pueblo. Aprendió el oficio de tipógrafo mientras en su tiempo libre leía a Bakunin, Malatesta, Proudhon, Kropotkin y Élisée Reclus.
A los diecinueve años quedó huérfano y en 1921 comenzó a militar entre los anarquistas. En 1922, cuando los Camisas Negras de Benito Mussolini tomaban el poder, se casó con su prima Teresa Masciulli, una chica de su pueblo. El fascismo se impuso en Italia y la censura y las persecuciones a los anarquistas decidieron a la pareja a exiliarse con su familia a la Argentina. Severino y Teresa tuvieron tres hijos.
Pero ahora está en la Penitenciaría Nacional, lo interrogan bajo tortura, y ayuda a dar con el paradero de su aliado Paulino Scarfo. A las pocas horas de su detención se lo sentencia a morir fusilado, pese a la defensa que hace el teniente Juan Carlos Franco, designado su defensor oficial. Por esta acción le dan a Franco su baja del ejército, lo encarcelan y destierran. Pese a no existir la pena de muerte en la Argentina, Severino es fusilado el primero de febrero de 1931.
Cuando llegó a la Argentina, se fue a vivir a Morón, desde donde viajaba diariamente a la Capital para trabajar como obrero tipógrafo. Durante el gobierno de Marcelo de Alvear fue la última gran oleada de inmigrantes italianos. Para ellos escribía Di Giovanni casi toda su propaganda política en el periódico Culmine.
Aquí conoció a Paulino Scarfó, anarquista argentino de ascendencia italiana, y a su hermana, América Scarfó también anarquista, a sus 18 años que sería su compañera sentimental.
La primera vez que se tuvo noticias de su acción política fue el 6 de junio de 1925. En el teatro Colón había una función para celebrar los 25 años del acceso al trono de Italia de Vittorio Emanuele III. Estaban presentes el presidente Alvear y el embajador fascista, Luigi Aldrovandi Marescotti. Un grupo de militantes anarquistas entre ellos Di Giovanni. interrumpió la función arrojando volantes, al grito de "¡Asesinos, ladrones!" a los dignatarios italianos. Hubo una trifulca con los "Camisas Negras" que acompañaban al embajador, y Di Giovanni terminó en la cárcel.
También estuvo en la protesta en los actos en solidaridad por el arresto y ejecución de Sacco y Vanzetti en 1927. Durante u estadía en la Argentina estuvo mucho tiempo prófugo, por lo que se mudaba de un lugar otro del país con su familia para evitar que lo metan preso.
Antes de ser fusilado pidió un café dulce, pero lo dejó de lado al probar el primer sorbo: "Pedí con mucha azúcar... No importa, será la próxima vez" dijo con humor ácido. Murió fusilado, al grito de Evviva l'Anarchia! (¡Viva la anarquía!). Roberto Arlt presenció la sentencia y escribió una redacción al respecto.
Su cuerpo fue enterrado bajo una cruz sin nombre. Luego fue removido y nadie sabe dónde están sus restos.
©Juan Manuel Aragón
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