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1924 ALMANAQUE MUNDIAL Cámara de gas

La habitación de la muerte

Gee Jon se llamó el primer condenado a morir por un método “más humano”, establecido en el estado de Nevada, Estados Unidos


El 8 de febrero de 1924, en los Estados Unidos, por primera vez se utilizó gas para ejecutar a un condenado a muerte. Gee Jon fue el primero en probar este nuevo método, más “humano”, según decían, para cumplir la ley.
Nevada fue el primer estado de los Estados Unidos en usar la cámara de gas y ejecutó a 32 hombres con ese método entre 1924 y 1979. Todas las ejecuciones en ese Estado, desde 1979 se han llevado adelante mediante inyección letal.
Nevada buscaba una forma “más humana” de ejecutar a sus reclusos. El estado trató de bombear gas cianuro en su celda mientras dormía, pero resultó imposible y se construyó la cámara de gas.
En 1913, Nevada había inventado un “pelotón de fusilamiento automatizado” con tres rifles montados en un armazón de hierro que disparaban simultáneamente. Se usó una vez, en la ejecución de Andriza Mircovich.
Un tribunal federal de California consideró que este método era un castigo cruel e inusual. Para la ejecución por este método, el condenado es atado a una silla en una cámara hermética. Debajo de la silla hay un balde de ácido sulfúrico. Por lo general, se coloca un estetoscopio largo en el prisionero para que un médico fuera de la cámara pueda pronunciar la muerte.
Una vez que todos han salido de la cámara, la habitación se sella. Luego, el alcaide le da una señal al verdugo, que mueve una palanca que libera cristales de cianuro de sodio en el balde. Esto provoca una reacción química que libera gas cianuro de hidrógeno.
Se le indica al prisionero que respire profundamente para acelerar el proceso. La mayoría de los presos, sin embargo, tratan de contener la respiración y algunos luchan.
El prisionero no pierde el conocimiento inmediatamente. Según el director de la penitenciaría de San Quintín, California, Clifton Duffy: “Al principio hay evidencia de horror extremo, dolor y estrangulamiento. Los ojos saltan. La piel se vuelve morada y la víctima comienza a babear”.
Caryl Chessman, antes de morir en la cámara de gas de California en 1960, dijo a los periodistas que asentiría con la cabeza si le dolía. Testigos dijeron que asintió con la cabeza durante varios minutos.
Según el médico Richard Traystman de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, “La persona sin duda está experimentando dolor y ansiedad extrema... La sensación es similar al dolor que siente una persona durante un ataque al corazón, donde esencialmente el corazón está siendo privado de oxígeno.” El prisionero muere de hipoxia, el corte de oxígeno al cerebro.
En la autopsia, un extractor de aire extrae el aire venenoso de la cámara y el cadáver se rocía con amoníaco para neutralizar cualquier resto de cianuro. Aproximadamente media hora después, los camilleros ingresan a la cámara con máscaras antigás y guantes de goma. Su manual de capacitación les aconseja que alboroten el cabello de la víctima para liberar el gas de cianuro atrapado antes de sacar al difunto.
A partir del 17 de abril de 2015, Oklahoma introdujo la muerte por gas nitrógeno como una alternativa a la inyección letal si no se pueden encontrar los medicamentos necesarios o si se determina que ese método es inconstitucional.
El nitrógeno es un gas que se encuentra naturalmente en la atmósfera, y la muerte se produciría al obligar al prisionero a respirar solo nitrógeno, asfixiándolo así por la falta de oxígeno. Varios otros estados han adoptado la hipoxia de nitrógeno como método de respaldo de ejecución, pero hasta mayo de 2022, ningún estado había emitido un protocolo de ejecución de nitrógeno.
Los últimos reclusos de la Prisión Estatal de Nevada fueron retirados en enero de 2012, pero la cámara de ejecución del estado sigue ahí. Por las dudas, ¿vio?
©Juan Manuel Aragón

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