Jerónimo Matorras |
El 8 de junio de 1774, Gerónimo Matorras parte en expedición rumbo al Chaco; fue un militar español, tío de José de San Martín, que pacificó los indios
El 8 de junio de 1774 el gobernador Jerónimo Luis de Matorras partió en expedición al Chaco. Nacido en Santander, Cantabria, en 1720, Matorras fue un militar español que se desempeñó como gobernador del Tucumán colonial.Llegó a América en 1750 con mercaderías. En Buenos Aires fue comerciante de lo que ahora se dirían artículos importados y se hizo rico. Fue regidor, alférez real y defensor de menores. Era primo hermano de la madre de José de San Martín, Gregoria Matorras. Se casó con Manuela Francisca de Larrazábal en 1753.Cuando Carlos III fue proclamado rey en 1760, Matorras se hizo cargo de los gastos de las fiestas, junto con otros comerciantes adinerados y mandó acuñar 600 medallas de oro y plata, que repartió entre autoridades y vecinos notables. Fue designado coronel honorario del regimiento de la nobleza.El Rey lo nombró gobernador con la obligación a su cargo de entregar a las cajas reales 12.000 pesos y de pacificar el Gran Chaco, otorgando una fianza de 50.000 pesos.
Asumió el gobierno en 1769 e investigó las irregularidades cometidas con los bienes confiscados a los jesuitas tras su expulsión y su paradero en las Temporalidades.
Saneó la percepción de tributos para la real hacienda, reglamentó la sisa y ordenó la administración.
En julio de 1770 visitó la reducción de Purísima Concepción de Abipones y deploró que los delegados que las administraban hubiesen extraído muchos de sus bienes, responsabilizando de ello a Fernández Campero. Se habían dispersado 15.000 cabezas de ganado. Los indios habían dejado la reducción jesuítica volviendo al Chaco, pero se contactó nuevamente con ellos y los atrajo otra vez a la reducción.
Describió el Fuerte de Abipones, indicando que adentro tenían su territorio los españoles, la herrería, los depósitos, la cocina y despensa, galpones, habitaciones, un lugar para criados y el oratorio, todo rodeado de empalizadas que servían de protección contra ataques. Y alrededor del fortín, estaban las casas de los abipones, que eran barracas de cuero y estacas.
Depuso a los administradores de las antiguas misiones jesuíticas del Chaco, ya que bajo su mando habían perdido un 35 por ciento de su población. Esas misiones luego fueron entregadas a los franciscanos. Pero el 30 de junio de 1770, el Rey ordenó suspenderlo, remitirlo preso a Lima y someterlo a un proceso judicial. La orden fue ejecutada por la Real Audiencia de Charcas, a través de Manuel de Esteban y León.
El virrey del Perú, lo reivindicó, y asumió otra vez la gobernación del Tucumán desde fines de 1772.
En abril de 1773 hubo una junta de guerra en Salta. Estuvieron todos los oficiales y se decidió organizar una gran expedición al Chaco para pacificar la región y fundar algunos fortines y reducciones. Esta expedición partió el 8 de junio de 1774 con 378 hombres, internándose 240 leguas al este de la ciudad de Salta.
Matorras halló al famoso indio Payquin, considerado el jefe de los mocovíes y de los tobas. Tenía 60 años, era belicoso y el autor de los principales estragos en las fronteras de la Gobernación del Tucumán. Se puso el mejor empeño para cristianizarlo. En julio de 1774 estableció la paz con 7000 indígenas y Matorras se comprometió a fundarles reducciones. Ese tratado de paz fue firmado el 20 de julio de 1774 entre Matorras y Payquin.
En 1775 contrajo una enfermedad que le provocó la muerte. Falleció el 16 de octubre de ese año.
©Juan Manuel Aragón
Asumió el gobierno en 1769 e investigó las irregularidades cometidas con los bienes confiscados a los jesuitas tras su expulsión y su paradero en las Temporalidades.
Saneó la percepción de tributos para la real hacienda, reglamentó la sisa y ordenó la administración.
En julio de 1770 visitó la reducción de Purísima Concepción de Abipones y deploró que los delegados que las administraban hubiesen extraído muchos de sus bienes, responsabilizando de ello a Fernández Campero. Se habían dispersado 15.000 cabezas de ganado. Los indios habían dejado la reducción jesuítica volviendo al Chaco, pero se contactó nuevamente con ellos y los atrajo otra vez a la reducción.
Describió el Fuerte de Abipones, indicando que adentro tenían su territorio los españoles, la herrería, los depósitos, la cocina y despensa, galpones, habitaciones, un lugar para criados y el oratorio, todo rodeado de empalizadas que servían de protección contra ataques. Y alrededor del fortín, estaban las casas de los abipones, que eran barracas de cuero y estacas.
Depuso a los administradores de las antiguas misiones jesuíticas del Chaco, ya que bajo su mando habían perdido un 35 por ciento de su población. Esas misiones luego fueron entregadas a los franciscanos. Pero el 30 de junio de 1770, el Rey ordenó suspenderlo, remitirlo preso a Lima y someterlo a un proceso judicial. La orden fue ejecutada por la Real Audiencia de Charcas, a través de Manuel de Esteban y León.
El virrey del Perú, lo reivindicó, y asumió otra vez la gobernación del Tucumán desde fines de 1772.
En abril de 1773 hubo una junta de guerra en Salta. Estuvieron todos los oficiales y se decidió organizar una gran expedición al Chaco para pacificar la región y fundar algunos fortines y reducciones. Esta expedición partió el 8 de junio de 1774 con 378 hombres, internándose 240 leguas al este de la ciudad de Salta.
Matorras halló al famoso indio Payquin, considerado el jefe de los mocovíes y de los tobas. Tenía 60 años, era belicoso y el autor de los principales estragos en las fronteras de la Gobernación del Tucumán. Se puso el mejor empeño para cristianizarlo. En julio de 1774 estableció la paz con 7000 indígenas y Matorras se comprometió a fundarles reducciones. Ese tratado de paz fue firmado el 20 de julio de 1774 entre Matorras y Payquin.
En 1775 contrajo una enfermedad que le provocó la muerte. Falleció el 16 de octubre de ese año.
©Juan Manuel Aragón
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