Ir al contenido principal

1904 CALENDARIO NACIONAL Ferro

Escudo del club

El 28 de julio de 1904 se funda el club Ferro Carril Oeste, uno de los más tradicionales de Buenos Aires; debe su existencia a 95 empleados ferroviarios


El 28 de julio de 1904 se fundó el club Ferro Carril Oeste. Lo llaman Ferro y es uno de los equipos más tradicionales de Buenos Aires. Debe su existencia a 95 empleados del ferrocarril, que, reunidos en la oficina de cargas decidieron que William Beeston fuera su primer presidente.
Asentado desde siempre en el tradicional barrio de Caballito, el club tomó el color de su camiseta en 1911, cuando el dirigente Emilio Languasco, para cambiar una mala racha, decidió que fuera verde, como "símbolo de la esperanza". Desde entonces también se los llama “Verdolagas”.
Durante sus primeros años, se lo conoció como “la Murga” (Murgueros), por la Murga de Languasco, importante dirigente en los inicios. Pero, muchos de sus apodos se refieren a la actividad ferroviaria, como que fueron conocidos como “carboneros”, poco conocido en la actualidad debido al ocaso de la mayoría de los trenes y, también se les decía “ferroviarios”. Los solían llamar también el “Tren Verde” y en la década del 80 fueron “la Locomotora del Oeste”, “El Rápido” y “El Expreso”.
Está regido por la Asociación del Fútbol Argentino y fue uno de los dieciocho clubes que fundaron el primer campeonato profesional en 1931, en el que ha participado en 80 temporadas.
En básquet es reconocida como una de las instituciones más laureadas del país. En el orden nacional, fue el primer campeón de la Liga Nacional de Básquet, el primero en lograr dos títulos sucesivos y totalizar tres Ligas Nacionales y un Campeonato Argentino.
A nivel internacional, fue el primer club argentino en coronarse campeón sudamericano y es, junto con Boca Juniors, el más ganador de ese certamen con tres conquistas. En 1986, Ferro fue subcampeón de la Copa Intercontinental FIBA.
En la década del '80 fue una institución modelo y, de la mano de Carlos Timoteo Griguol, se alzó con dos títulos en Primera División: los Nacionales de 1982 y 1984.
En 1941 el club tenía 6.000 socios, en 1966 había llegado a los 15.398 y en 1972 tenía 17.229. Pero 1972 fue el año del despegue definitivo, cuando por una exigencia de la Federación de Básquetbol de la Capital Federal (para jugar en primera división un club debía tener un gimnasio cerrado) se levantó la tribuna del estadio de fútbol, debajo de la cual se construyó el gimnasio Héctor Etchart y las instalaciones donde funcionan gran parte de las actividades actuales.
El clásico rival de Ferro es Vélez Sarsfield, con el que juega el llamado Clásico del Oeste. El derbi se disputó en 155 ocasiones, el verdolaga ganó 48 partidos mientras el fortín triunfó 61 veces; 46 encuentros terminaron en empate. en todos esos clásicos se destacan partidos como cuando perdió con un aplastante 6 a 1, con la curiosidad de que tres de esos seis goles fueron del arquero de Vélez Sarsfield, José Luis Chilavert.
Su sede queda en Federico Gargía Lorca 350, Caballito. Es una construcción de tipo inglés que se mantiene igual desde 1925. En el 2005, con el Estadio incluido, fue declarada “sitio de interés cultural” por la Ciudad de Buenos Aires.​ En el 2012, la Legislatura dictó una medida cautelar y estructural sobre estos dos edificios, con el fin de extinguir las especulaciones inmobiliarias que recaen sobre el club, por su astronómico valor económico.
Tiene cinco canchas de tenis sobre polvo de ladrillo, cancha de futsal, y balonmano, tres piletas y una pileta para niños, cancha de vóley y básquet cubiertas, una confitería, sala de ping-pong, cancha de pelota paleta, juegos para niños, solárium, gimnasio de musculación y actividades aeróbicas, gimnasio de taekwondo, sala de ajedrez y vestuarios, entre otras instalaciones. Ahí mismo está la oficina de socios, la presidencia y su administración.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.