Ir al contenido principal

1989 CALENDARIO NACIONAL Shönfeld

Carcatura de Manfred Schönfeld

El 18 de febrero de 1989 muere Manfred Ulfilas Schönfeld, periodista argentino nacido en Alemania, liberal y nacionalista


El 18 de febrero de 1989 murió Manfred Ulfilas Schönfeld, en Paraná, Entre Ríos. Fue un periodista argentino, liberal y nacionalista, nacido en Berlín, Alemania, en 1932.
De origen judío, la familia dejó Alemania para huir del nazismo y se radicó en la Argentina en 1937.​ Cursó estudios doctorales en Filosofía y Letras, pero siempre fue esencialmente periodista, lo llevaba en la sangre. En 1954, empezó a trabajar en el diario Argentinisches Tageblatt de la colectividad alemana.
Fue corresponsal en Inglaterra para el diario La Prensa, en el que trabajó hasta su muerte.
Conservador definido como "Liberal nacionalista",​ apoyó el golpe militar de 1976. No obstante, luego denunció las torturas y a los desaparecidos cuestionando al Proceso de reorganización nacional. Se debe recordar que fue el derechista diario La Prensa, con Schönfeld, Daniel Lupa y Jesús Iglesias Rouco, quien primero denunció las desapariciones, torturas y muertes del Proceso de Reorganización Nacional.
Su esposa fue la escritora Laura del Castillo.​En 1987, al cumplirse cinco años de la guerra de Malvinas, organizó una reunión de excombatientes con el expresidente Leopoldo Fortunato Galtieri, detenido en Campo de Mayo. La reunión llevó el lema “Las Malvinas son tuyas, no te rindas”, y contó con la participación del Movimiento Nacionalista de Restauración y la Liga de Ex Combatientes. Sin embargo, Galtieri sólo pudo saludarlos a la distancia debido a sus condiciones de detención.
Se presentaba como "liberal nacionalista". De tal manera que cuando se discutió la ley de enseñanza libre bajo el gobierno de Arturo Frondizi (que permitía el establecimiento de universidades privadas que en su mayoría serían católicas), se mostró a favor de la posición católica.
Cuando comenzó la Guerra de las Malvinas tenía 50 años y se ofreció a ir como voluntario "aunque fuera para pelarles papas a los soldados". Pero le denegaron el pedido, Luego escribió decenas de columnas que tiempo después reunió en el libro “Malvinas, la guerra austral”.
Para él, la clave esperanzadora de la Guerra eran los jóvenes soldados: "No seremos una potencia armada hasta los dientes y tendremos gobiernos ineficaces y que no saben informar bien y clases dirigentes que no las tienen todas consigo, que dudan y que temen. Pero ello no obsta a que el país, visto en su conjunto, posea la fuerza de la fe. Basta ver las caras de los muchachos que están aguantándoselas en el sur. O las de los sobrevivientes del General Belgrano. Son serios. No son fanfarrones. Tienen dignidad, nobleza y madurez en la mirada; a esta gente joven la sentimos de un modo tal que -no tenemos reparo ni vergüenza en admitirlo-, a su lado, nos sobreviene una sensación de apocamiento".
En otra de sus notas dijo: "Uno de los peores males que puede aquejar, a nuestro juicio, a una nación es que se afinque en su alma la idea de que la paz es un bien tan importante que debe ser comprado, si fuese necesario, a cualquier precio, aún -por ejemplo- el del honor nacional".
Sobre la desmalvinización que sobrevino después, escribió: "Los que no dejaron pasar un minuto, que no dejaron enfriarse siquiera los cadáveres de los muertos para lanzarse, con un entusiasmo digno de mejor causa, a convertir a los muertos en los cimientos sobre los cuales están construyendo ya sus respectivos castillos de naipes políticos, ilusiones y especulaciones electorales (...) sórdidas luchas por precios, salarios y tasas de interés. Para eso sirvieron los muertos. En eso convirtieron al país que pocos días antes se hallaba, bella y bravíamente, vibrando al unísono en son de lucha, en tren de una guerra hondamente sentida por todos como causa nacional, como causa justa, como causa noble".
Fue Schönfeld el que propuso, días antes de la firma del acta de la derrota en Puerto Argentino, traer al continente a todos los soldados conscriptos y quedar peleando en las islas solamente los oficiales y suboficiales, hasta que los encontrara la muerte o se toparan con la victoria. Por supuesto que no le hicieron caso, la Argentina que había conocido de niño, se estaba muriendo de manera irremediable.

Cuestión personal
Debo al tucumano Horacio Pereyra, el hecho de haber descubierto, ya hombre grande de 18 o 19 años, que hay liberales que pueden—o podían—ser nacionalistas. Entre ellos, la mayoría de los que escribían en La Prensa. Cuando existían los diarios en la Argentina, sobre todo en su último tiempo fue un ejemplo de sobriedad periodística, con las mejores plumas del país dejando plasmadas sus ideas en sus páginas. Hoy son ignorados por la cultura oficial, el sistema de los medios, y por supuesto, las redes de internet.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Cristian Ramón Verduc18 de febrero de 2024, 10:29

    Me ha gustado. Voy a compartir con varios de mis contactos.

    ResponderEliminar
  2. Te aclaro JM yo leía Schönfed y a Iglesias Rouco.
    Los admiré en las críticas al gobierno militar.
    Si. Yo los recuerdo con reverencia a los dos.
    Lo mismo.pu4fo decir del Herald.
    Los dos se ganaron los laureles.
    Pero porqué se "cago" La Prensa es otra historia que deberías contar.
    La Nación supo cuidar a sus lectores y hoy lo sigo siendo como abonado.digital.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CUENTO Los negros de abajo

Imagen de ilustración nomás Que narra lo que sucedió el día que en la oficina decidieron instalar cámaras de vídeo para ver qué hacían los empleados Un buen día pusieron cámaras en el trabajo. Las ubicaron estratégicamente, una en cada oficina y dos en la que le decíamos “La Perrera”. Roberto, que siempre amagaba con levantarle la pollera a la Patri, sólo para ver qué color de bombacha llevaba, dejó de hacerlo; Sonia no lo imitó más a Fallon cuando salía del baño secándose las manos con el pañuelo y Mariano, que siempre se levantaba de la silla para hacer ejercicios físicos y desentumecerse, se abstuvo de sus sesiones de gimnasia. Decían que el dueño tenía el televisor en su despacho y se divertía mirándonos. Alguno comentó, medio en serio, medio en broma, que había dicho: “Los esclavos de abajo trabajan bien, pero si se lo controla son inmejorables”. Aunque eso de los esclavos o los negros de abajo era cierto, siempre lo decía casi con satisfacción. Su oficina quedaba arriba, obviamen...

1988 AGENDA PROVINCIAL Ávila

Eduardo Ávila, el hijo más conocido de Orlando El 12 de julio de 1988 muere Orlando Ávila, folklorista y director del conjunto “Los Ávila”, que deja una huella imborrable en la música tradicional El 12 de julio de 1988 murió Orlando Ávila, destacado folklorista santiagueño y director del conjunto “Los Ávila”, que dejó una huella imborrable en la música tradicional de la provincia. Nacido en Santiago del Estero, dedicó su vida a la difusión de las tradiciones musicales de la provincia, particularmente la chacarera, género que llevó a diversos escenarios del país. Su liderazgo al frente del conjunto familiar consolidó un estilo auténtico, profundamente arraigado en la cultura santiagueña. “Los Ávila” se formaron en el seno de una familia apasionada por el folklore. Orlando, como cabeza del grupo, guio a sus integrantes, entre ellos su hijo Eduardo Ávila, conocido como “El Santiagueño”. El conjunto se destacó por interpretar chacareras, zambas y vidalas, géneros que reflejaban la esencia ...

QUIMERAS El sabor del vacío

Pobre náufrago Una reflexión sobre cómo la búsqueda de gozo lleva a consumir la vida, pero nos deja a la deriva en un océano sin faro La felicidad, ese anhelo antiguo que prometía plenitud, ha sido el motor de innumerables gestas y tragedias. En su nombre se alzaron banderas, se trazaron fronteras y, no pocas veces, se derramó sangre. Porque la felicidad de unos, en su voracidad, a menudo se nutre de la desdicha de otros. Alguien, en algún rincón del mundo, mueve los engranajes del contento ajeno, y en ese girar frenético no hay sosiego, sino un eco de dolor. Con el tiempo, los herederos de esa quimera abandonaron la felicidad como meta inalcanzable. En su lugar, abrazaron la diversión, un refugio más ligero, más inmediato. Llegaron los años 80 y 90, cuando la vida se midió en una dicotomía simple: divertida o aburrida. Nadie, por supuesto, quiso quedarse en el tedio. El jolgorio, las risas, la música atronadora y las luces titilantes se coronaron como el nuevo fin del hombre. Ya no se...

1586 CALENDARIO NACIONAL Rojas

Español en América (idea aproximada) El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago Mateo Rojas de Oquendo, conquistador que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano El 15 de julio de 1586 llegó a Santiago del Estero, Mateo Rojas de Oquendo. Fue el conquistador español que escribió los primeros versos de estas tierras, considerado el primer poeta santiagueño y riojano. Se supone que nació en 1559, probablemente en Sevilla, según surge de sus propios poemas y se pierde noticia de su vida en 1612, en tiempos en que no todo se registraba en papel y la vida tenía mucho menos valor que en los tiempos presentes. El interés literario por su obra radica en el misterio en torno a su poema “Famatina”, que se ha perdido. El nombre completo de este poema, de veintidós cantos y de trecientas hojas, es “Famatina y conquista y allanamiento de la provincia de Tucumán desde la entrada de Diego de Rojas hasta el gobierno de Juan Ramírez de Velasco”. Es ca...

1938 AGENDA PROVINCIAL Olaechea

Olaechea (gentileza de Antonio Castiglione) El 16 de julio de 1938 muere Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, destacado abogado, juez federal, senador y académico El 16 de julio de 1938 murió Pedro Pablo Olaechea y Alcorta, en Buenos Aires. Fue un destacado abogado, juez federal, senador y académico. Nacido en Santiago del Estero el 20 de marzo de 1855, era hijo de Pedro Pablo Olaechea y Carmen Alcorta. Su familia, de profunda raigambre santiagueña, enfrentó persecuciones durante el régimen de Juan Felipe Ibarra, lo que marcó su infancia. Estudió en el Colegio Nacional de Santiago del Estero, destacándose por su dedicación, y luego cursó Derecho en la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1879. Inició su carrera como abogado en Santiago, especializándose en casos civiles y comerciales. En 1883 fue designado juez de primera instancia en su provincia natal, cargo que desempeñó con notable rigor. En 1890 ascendió a juez federal, resolviendo casos de relevancia nacional con un enfoque...