Ir al contenido principal

1918 ALMANAQUE MUNDIAL Ritz

César Ritz

El 26 de octubre de 1918, muere César Ritz, visionario hotelero que transformó la experiencia de alojamiento y hospitalidad en el mundo

El 26 de octubre de 1918, murió César Jean Ritz. Fue un visionario hotelero que transformó radicalmente la experiencia de alojamiento y hospitalidad en el mundo. Había nacido el 23 de febrero de 1850 en Niederwald, Suiza.
Procedía de una modesta familia de ganaderos en el pequeño pueblo alpino del cantón suizo de Valais. Fue el decimotercer hijo de la familia, y desde joven mostró un talento inusual para las relaciones interpersonales y el servicio. En 1867, con tan solo 17 años, se trasladó a París para comenzar su carrera en la industria hotelera. Inicialmente trabajó en el Hotel de la Fidelité y más tarde en varios restaurantes y bares de la capital francesa, lo que le permitió entrar en contacto con una clientela distinguida y aprender los estándares del servicio.
Fue un pionero en muchos aspectos de la industria hotelera. Introdujo conceptos revolucionarios para la época, como instalar cuartos de baño privados en las habitaciones, algo inusual en su tiempo. Además, implantó un sistema personalizado de atención al cliente, ofreciendo un servicio más cercano y atento, y mejoró la experiencia de los huéspedes a través de detalles lujosos en la decoración, como cortinas, alfombras y mobiliario elegante. También introdujo la iluminación indirecta en los hoteles y eliminó los papeles pintados, reemplazándolos por pinturas, que daban un toque más moderno y refinado a los espacios.
Después de su éxito en Lucerna, Ritz continuó su carrera trabajando en algunos de los hoteles más importantes de Europa, como el Roches-Noires en Trouville, el Grand Hotel de Baden-Baden, el Frankfurter-Hof, las Termas de Salsomaggiore, la Villa. -Hygeia de Palermo, el August-Victoria de Wiesbaden, el Iles-Britaniques de Menton, entre otros. Sin embargo, su consagración llegó en Londres, cuando en 1889 fue invitado a dirigir el Hotel Savoy. Bajo su gestión, se transformó en uno de los hoteles más prestigiosos del mundo, y en 1898 fundó los hoteles Carlton en Londres y el Hotel Ritz en París, símbolos eternos del lujo y el glamur.
Una de las claves de su éxito fue su asociación con el famoso chef francés Auguste Escoffier, con quien trabajó estrechamente para mejorar la calidad gastronómica en sus hoteles. Juntos, transformaron los antiguos comedores en restaurantes preferidos, con menús cuidados y una atención especial a los vinos. Introdujeron el concepto de servicio a la carta en los hoteles, lo que permitió a los clientes disfrutar de una experiencia más personalizada.
Su impacto en la industria hotelera fue monumental. No solo introdujo innovaciones arquitectónicas y de diseño en los hoteles, sino que también cambió la manera en la que se percibía el servicio al cliente. Su enfoque en la excelencia y en la atención al detalle sentaron las bases para los estándares de hospitalidad de lujo que siguen vigentes hoy en día. Bajo su liderazgo, los hoteles dejaron de ser simplemente lugares donde entrar y se convirtieron en símbolos de estatus y elegancia.
A lo largo de su vida construyó una red de hoteles que se expandió por todo el mundo, desde Europa hasta África y América. Además de los famosos hoteles en París y Londres, fundó establecimientos en ciudades como Madrid, Barcelona, ​​El Cairo y Johannesburgo, consolidando su legado como un verdadero gigante de la industria hotelera.
A partir de 1902, Ritz comenzó a sufrir problemas de salud mental que lo obligaron a retirarse gradualmente de la gestión activa de sus negocios. Pasó sus últimos años en Suiza, donde falleció en 1918. Sin embargo, su legado perdura hasta el día de hoy, y su nombre sigue siendo sinónimo de lujo y servicio impecable.
Ritz no solo transformó la industria hotelera, sino que creó un estándar que todavía hoy se considera la cúspide del servicio y la hospitalidad. Su vida y carrera son un testimonio de cómo la innovación, la visión y la dedicación pueden cambiar por completo una industria.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

ZOCO Nociones de nueva ola

La Jaula, en el Grand Hotel, década del 60 Un escrito para recordar a quien fundara una nueva manera de hacer literatura en Santiago, escribiendo, como los judíos, de adelante para atrás Por Jorge Eduardo Rosenberg No sé cómo habrá sido en otros lugares del mundo, si en Francia tuvo que ver con el arte o no. En Estados Unidos más o menos me lo imagino; pero en Santiago la “nueva ola” llegó con música de Elvis Presley, una chica con vestidito cortito con esa tela espantosa llamada “Yacar” no sé qué, la chica contorneándose con un disco de Jhonny Karen adentro de un ula-ula intentaba seducir sin conseguir resultados. La Catherine Spaak, ella sí que seducía con los pantalones blancos tiro corto y bien oxford, pero en blanco y negro y en el cine Petit. La nueva ola abarca el período que va aproximadamente desde el cierre de la academia de matemáticas del profesor Palomino, situada en la calle Libertad, hasta cuando Acho Colomer empezó a horniarse la nariz sentado en la esquina de la helade