"Escondido", obra del cronista gráfico Rody Beltrán |
Es un verbo, un eufemismo que, de tan repetido, se coló en el idioma casi inadvertidamente
El verbo preferido de los argentinos “zafar”, tiene una definición muy cortita en los diccionarios etimológicos. Proviene del árabe andalusí ´zah´, que, a su vez llega del árabe clásico ´azah´, que es apartar.La Real Academia es un poco más específica, define el vocablo como “desembarazar, libertar, quitar los estorbos de algo”, también como “soltar o desatar algo”. En Cuba y Puerto Rico es “descoser una costura o una prenda de ropa”. Pero también es “escaparse o esconderse para evitar un encuentro o riesgo”, “librarse de una molestia”, “excusarse de hacer algo”, “dicho de la correa de una máquina: salirse del canto de la rueda o “dicho de un hueso: dislocarse o descoyuntarse”.
En la Argentina, Cuba, Panamá, Paraguay y Uruguay es “desentenderse, librarse de un compromiso o de una obligación”. No sé en el resto, pero, ¿para los argentinos es así o hay algo más?
Veamos.
Aquí es conseguir un trabajo estable, escaparse por una uña de la guerra en Ucrania, aprobar un examen. Lo que significa desembarazarse de un problema es zafar, un eufemismo que reemplaza a cientos de verbos. En este caso alguien zafó de buscar trabajo, zafó de la guerra, zafó del examen.
En el mundo zafa uno de morirse por el coronavirus, zafa de pagar un impuesto, zafa de una novia molesta. En la Argentina querríamos, con toda el alma zafar, del pago de la enorme deuda externa que tenemos. Pero, y aquí vamos al hueso de su significado, en este país, zafar de la deuda externa no es pagar, de ninguna manera, amigos. Porque pagando zafa cualquiera. Zafar es que le entreguen a uno el recibo de pago, pero sin poner un mango.
De alguna manera zafar es hacer una trampa menor, una picardía que lo ayuda a uno a salir del paso sin hacer lo que debe. Como decir:
—Mi mujer me preguntó por qué volví tarde, le dije que había estado con vos y zafé. Si te pregunta, anduvimos de caño, pero nos patinamos todo en merca.
O:
—Le dije que era funcionario del Ministerio y zafé de hacer la fila como el resto.
O:
—Fuimos al telo, pero no la voy a ver más; para zafar le dije que me llamaba José Luis y ella me creyó.
El verbo se fue imponiendo cada vez con más fuerza, a medida que perdíamos seriedad, no hacia el resto del mundo sino entre argentinos nomás. Empezamos a zafar de las pequeñas o grandes reglas impuestas por nosotros mismos. Así zafamos de los semáforos en rojo, zafamos de pagar los impuestos, zafamos de recibir en casa a los suegros. Y como es solamente zafar y no violar, evadir ni ser maleducado, está bien.
Algunos ejemplos del uso de la palabra:
—Con ese balazo me tiré un lance, si zafaba, bien y si no, iba en cana y me comía 20 años o perpetua.
—Salió la única bolilla que había estudiado y zafé. Del resto, si me preguntaban de qué color era el caballo blanco de San Martín, no zafaba, porque no sabía un pomo.
—Ponele Cocacola al clavo herrumbrado y lo ablandas, si zafa, zafa.
—Obtuve un certificado trucho de pobreza y zafé de pagar los impuestos del juicio.
Usted cree que hablo de los argentinos como si fueran otros. Pero ¡oiga!, me acaba de suceder. Hallé unos viejos apuntes que tenía guardados en la computadora, los compuse un poco y me salió esta nota. Zafé.
©Juan Manuel Aragón
Otro sí digo
Andar de caño. Salir a asaltar gente.
Caño. Arma de fuego. También es bomba, como en el caso: “Le pusieron un caño en la oficina y para enterrarlo juntaron los pedacitos con cucharitas de té”.
Caballo blanco de San Martín. José Francisco de San Martín es uno de los máximos próceres de la Argentina. En las láminas escolares aparece siempre montado en un caballo tordillo o palomino. Blanco, báh.
Veamos.
Aquí es conseguir un trabajo estable, escaparse por una uña de la guerra en Ucrania, aprobar un examen. Lo que significa desembarazarse de un problema es zafar, un eufemismo que reemplaza a cientos de verbos. En este caso alguien zafó de buscar trabajo, zafó de la guerra, zafó del examen.
En el mundo zafa uno de morirse por el coronavirus, zafa de pagar un impuesto, zafa de una novia molesta. En la Argentina querríamos, con toda el alma zafar, del pago de la enorme deuda externa que tenemos. Pero, y aquí vamos al hueso de su significado, en este país, zafar de la deuda externa no es pagar, de ninguna manera, amigos. Porque pagando zafa cualquiera. Zafar es que le entreguen a uno el recibo de pago, pero sin poner un mango.
De alguna manera zafar es hacer una trampa menor, una picardía que lo ayuda a uno a salir del paso sin hacer lo que debe. Como decir:
—Mi mujer me preguntó por qué volví tarde, le dije que había estado con vos y zafé. Si te pregunta, anduvimos de caño, pero nos patinamos todo en merca.
O:
—Le dije que era funcionario del Ministerio y zafé de hacer la fila como el resto.
O:
—Fuimos al telo, pero no la voy a ver más; para zafar le dije que me llamaba José Luis y ella me creyó.
El verbo se fue imponiendo cada vez con más fuerza, a medida que perdíamos seriedad, no hacia el resto del mundo sino entre argentinos nomás. Empezamos a zafar de las pequeñas o grandes reglas impuestas por nosotros mismos. Así zafamos de los semáforos en rojo, zafamos de pagar los impuestos, zafamos de recibir en casa a los suegros. Y como es solamente zafar y no violar, evadir ni ser maleducado, está bien.
Algunos ejemplos del uso de la palabra:
—Con ese balazo me tiré un lance, si zafaba, bien y si no, iba en cana y me comía 20 años o perpetua.
—Salió la única bolilla que había estudiado y zafé. Del resto, si me preguntaban de qué color era el caballo blanco de San Martín, no zafaba, porque no sabía un pomo.
—Ponele Cocacola al clavo herrumbrado y lo ablandas, si zafa, zafa.
—Obtuve un certificado trucho de pobreza y zafé de pagar los impuestos del juicio.
Usted cree que hablo de los argentinos como si fueran otros. Pero ¡oiga!, me acaba de suceder. Hallé unos viejos apuntes que tenía guardados en la computadora, los compuse un poco y me salió esta nota. Zafé.
©Juan Manuel Aragón
Otro sí digo
Andar de caño. Salir a asaltar gente.
Caño. Arma de fuego. También es bomba, como en el caso: “Le pusieron un caño en la oficina y para enterrarlo juntaron los pedacitos con cucharitas de té”.
Caballo blanco de San Martín. José Francisco de San Martín es uno de los máximos próceres de la Argentina. En las láminas escolares aparece siempre montado en un caballo tordillo o palomino. Blanco, báh.
Comer. Pasar preso.
Fiaca. Pereza.
Ir en cana. Ir preso. Aquí tendría que explicar qué es cana, pero se me hace largo el diccionario y me da fiaca.
Mango. Dinero, generalmente poco. Como en: “Le das unos mangos al inspector, mira para otro lado y zafas”.
Merca. Droga ilegal. La palabra viene de los laboratorios “Merck” y no de “mercadería”.
No saber un pomo. No saber nada, ignorarlo todo, no saber un corno. El pomo, instrumento del juego del carnaval, tiene un uso variado y un dicho muy conocido: “Si te digo que es carnaval, vos apretá el pomo”.
Patinar. Gastar.
Telo. Hotel al vesre. Pero es el hotel alojamiento, para parejas, también llamado “amueblado”, “mueble” o muy antiguamente, “garçonnière”.
Trucho. Falso de falsedad absoluta, pero pasa por verdadero, muchas veces más que algo verdadero.
Vesre. Al revés en lunfardo.
Fiaca. Pereza.
Ir en cana. Ir preso. Aquí tendría que explicar qué es cana, pero se me hace largo el diccionario y me da fiaca.
Mango. Dinero, generalmente poco. Como en: “Le das unos mangos al inspector, mira para otro lado y zafas”.
Merca. Droga ilegal. La palabra viene de los laboratorios “Merck” y no de “mercadería”.
No saber un pomo. No saber nada, ignorarlo todo, no saber un corno. El pomo, instrumento del juego del carnaval, tiene un uso variado y un dicho muy conocido: “Si te digo que es carnaval, vos apretá el pomo”.
Patinar. Gastar.
Telo. Hotel al vesre. Pero es el hotel alojamiento, para parejas, también llamado “amueblado”, “mueble” o muy antiguamente, “garçonnière”.
Trucho. Falso de falsedad absoluta, pero pasa por verdadero, muchas veces más que algo verdadero.
Vesre. Al revés en lunfardo.
Y está (o estaba) el adjetivo "zafado": Sin las ataduras de los prejuicios o normas morales para una que otra picardía, que también puede ser solamente una humorada. Zafado sería sinónimo de descarado. En los años '80, nos llegó modificado desde Buenos Aires y mucha gente dice "zarpado" con el mismo significado. Calculo que ha sido un problema del oído allá y de la constante imitación aquí. Me parece que en países vecinos se sigue diciendo "zafado" con el mismo significado. Al menos ocurre en Brasil.
ResponderEliminarMe encanto, lo diferente que significa en otros lados.buena nota
ResponderEliminarHoy, cubres con tenue "patina", la idiosincracia imperante qué nos rodea. Está bueno el escrito y me gusta.
ResponderEliminar