Ir al contenido principal

1933 CALENDARIO NACIONAL “Tango”

Afiche de publicidad

El 27 de abril de 1933 se estrena la primera película sonora argentina, Tango, protagonizada por Tita Merello, Alberto Gómez, Pepe Arias y Libertad Lamarque


El 27 de abril de 1933 se estrenó Tango, la primera película sonora argentina. Fue en la sala Real Cine de Buenos Aires. La dirigió Luis Moglia Bart y la protagonizaron Tita Merello, Alberto Gómez, Pepe Arias y Libertad Lamarque.
La cinta narra la historia de una mujer humilde que se fuga con un muchacho de su barrio y deja a un hombre que la amaba, que se vuelve el centro de la historia porque intenta recuperar el amor de ella.
Se usó para su grabación el sistema Movietone, que permitía grabar la banda sonora en el mismo soporte que la imagen, detalle que enalteció su producción y marcó un hito.
El tango está presente en toda la película y se oyen clásicos como "Malevaje", de la orquesta Juan de Dios Filiberto, "Andate", cantado por Libertad Lamarque y "Milonga Sentimental", por Mercedes Simone, entre otros.
Fue la primera película de la productora y distribuidora de cine Argentina Sono Film, empresa que sería luego una de las más importantes del país, hasta el presente.
En 1933, había dos compañías, Argentina Sono Film y Lumiton. Tango fue la primera película sonora, pero por unos días. Le ganó de mano a Los Tres Berretines, de Lumiton, dirigida por Enrique Telémaco Susini, que tenía como protagonistas a Luis Sandrini, Luisa Vehil, Luis Arata y las orquestas de Aníbal Troilo y Osvaldo Fresedo. Esta se estrenó el 19 de mayo de ese mismo año. Narra los tres principales berretines de los porteños: el fútbol, el tango y el cine.
Entre 1933 y 1945, la Argentina fue el principal centro de producción y distribución de films en español. Junto con Méjico y Brasil, el cine nacional fue uno de los más desarrollados de Hispanoamérica.
Tango, Tres Berretines, Riachuelo, filmada en 1934, El alma del bandoneón, de 1935), Los muchachos de antes no usaban gomina, 1937 son parte sustancial de los principios del cine nacional. La gente común llenaba las salas. En 1940 había 174 cines en Buenos Aires y la entrada costaba 75 centavos, un precio bajo, comparado con las del teatro. En los barrios había salas chicas que ofrecían un continuado de dos, tres, cuatro películas a bajo costo.
Tango es una buena excusa para oir a los clásicos. Además, Azucena Maizani se apasiona con “La canción de Buenos Aires” y con el clásico de Homero Manzi, “Milonga del 900”. También se ve a Tita Merello deslumbrar con sus picardías y Alberto Gómez entonar los éxitos del dúo Gomez-Vila.
Los diarios de aquel tiempo dijeron: “Más que una película, es una especie de jaulita dentro de la cual cantan las calandrias y los zorzales más mentados de la canción autóctona, entre los cuales se ha colado, como es natural, algún que otro gorrión. Pero la verdad es que da gusto oírlos cantar”.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.