El Pibe Cabeza |
El 9 de febrero de 1937 muere “El Pibe Cabeza”, célebre delincuente, ladrón y asaltante de la década del 30
El 9 de febrero de 1937 murió Rogelio Gordillo, “El Pibe Cabeza”. Fue un célebre delincuente, asesino, ladrón y asaltante de la década del 30.Había nacido en Colón, provincia de Buenos Aires, el 9 de junio de 1910. Era hijo del chacarero Segundo Gordillo y Gregoria Lagarde y tenía seis hermanos. Cuando murió su padrela familia se trasladó a General Pico, y desde los 16 años trabajó como peluquero.
A los 18 estaba de novio con una chica de 15 y como la madre de ella se oponía a la relación le pegó dos tiros y la mató. Luego se fugó a una chacra con la novia, pero lo detuvieron y lo condenaron a dos años de cárcel. Cuando salió en 1930 la chica se había casado con un productor pampeano.
En la cárcel se hizo amigo de algunos delincuentes, al ser liberado se fue a vivir a Rosario y junto a su principal socio, y lugarteniente, Antonio Caprioli, “El Vivo”, se dedicaron a los robos menores. Luego compraron dos autos, pistolas y ametralladoras Thompson y cometieron los primeros asaltos comando de la Argentina, en Rosario y en otras ciudades de Santa Fe como Armstrong, Casilda, Los Molinos, Venado Tuerto. También en Villa María, Córdoba y en pueblos de la provincia de Buenos Aires.
A fines de 1932 lo detuvieron cuando intentaba un asalto en Rosario y lo volvieron a condenar a dos años de prisión. En 1935 salió de la cárcel y viajó a La Pampa para realizar asaltos de importancia.
Pasó a la historia por su estrategia, desconocida en el país hasta ese momento. Tenía una banda que actuaba sincronizadamente, iba en autos modernos, usaba ametralladoras, escapaba rápidamente por rutas estudiadas de antemano y variaba el lugar del golpe siguiente. Siempre, en todos sus robos, iba vestido con un impecable traje oscuro y peinado con gomina.
Las armas lo hacían superior a la policía, sus acciones eran muy violentas, y no dudaban en matar a quienes les opusieran resistencia. Para entonces ya era conocido por su apodo de "el Pibe Cabeza", operaba con Caprioli y con Florián Martínez, “El Nene”, entre otros delincuentes.
El 7 de enero de 1937 asaltaron turistas en la ruta de Rosario a Córdoba y se produjo la primera baja de la banda, al ser muerto Pedro Ferrari. Ese mes en Rosario, robaron una joyería de la que llevaron lingotes de oro, alhajas y 1500 pesos en efectivo. El auto en el que escapaban chocó a un canillita Ubelindo González, de 12 años, que sufrió lesiones leves. El Pibe Cabeza se apeó del auto, le dio unos pesos, y cuando se aprestaba a seguir viaje se aproximó el cabo Santo Contreras y llevando del brazo al chico les dijo que tenían que ir al hospital y de ahí a la comisaría. Lo encañonaron y se llevaron a los dos en el auto. Cerca de las 6 del día 22, se les detuvo el vehículo por problemas mecánicos. Una pareja que se paró a ayudarlos fue también secuestrada, todos pasaron al nuevo vehículo y en el camino el hombre y el canillita fueron abandonados. Contreras fue muerto a balazos, y a la mujer la liberaron a los dos días.
Después la banda se dividió en Junín: Gordillo quería ir a Buenos Aires y el resto se negaba. Sólo lo acompañó Caprioli.
El 9 de febrero de 1937, martes de Carnaval, fueron a una casa de la calle Artigas, en Mataderos. Ahí vivía María Romano, una mujer de 19 años que esperaba una hija de Gordillo. Por la noche los delincuentes salieron a pasear por las calles repletas de murgas y gente disfrazada festejando el Carnaval. Alertada por un informe confindencial, la policía vigilaba la casa y los siguió hasta que se tiroteó con ellos. El Pibe Cabeza se escondió detrás de un árbol y disparaba a dos manos, con pistolas; Caprioli escapó y subió a un colectivo pese a estar herido. La policía se colocó tras un patrullero y Gordillo recibió varios balazos hasta que un tiro en el pecho del oficial Antequeda lo mató.
Leopoldo Torre Nilsson, director de cine, realizó según su propio guion escrito en colaboración con Luis Pico Estrada y Beatriz Guido sobre un argumento de Julio César Vázquez el filme El Pibe Cabeza narrando su vida. Se estrenó el 17 de abril de 1975 y actuaron Alfredo Alcón, José Slavin, Edgardo Suárez y Raúl Lavié.
Se dice que su cabeza se halla conservada en un frasco con formol en el Museo Forense de la Morgue Judicial.
©Juan Manuel Aragón
En la cárcel se hizo amigo de algunos delincuentes, al ser liberado se fue a vivir a Rosario y junto a su principal socio, y lugarteniente, Antonio Caprioli, “El Vivo”, se dedicaron a los robos menores. Luego compraron dos autos, pistolas y ametralladoras Thompson y cometieron los primeros asaltos comando de la Argentina, en Rosario y en otras ciudades de Santa Fe como Armstrong, Casilda, Los Molinos, Venado Tuerto. También en Villa María, Córdoba y en pueblos de la provincia de Buenos Aires.
A fines de 1932 lo detuvieron cuando intentaba un asalto en Rosario y lo volvieron a condenar a dos años de prisión. En 1935 salió de la cárcel y viajó a La Pampa para realizar asaltos de importancia.
Pasó a la historia por su estrategia, desconocida en el país hasta ese momento. Tenía una banda que actuaba sincronizadamente, iba en autos modernos, usaba ametralladoras, escapaba rápidamente por rutas estudiadas de antemano y variaba el lugar del golpe siguiente. Siempre, en todos sus robos, iba vestido con un impecable traje oscuro y peinado con gomina.
Las armas lo hacían superior a la policía, sus acciones eran muy violentas, y no dudaban en matar a quienes les opusieran resistencia. Para entonces ya era conocido por su apodo de "el Pibe Cabeza", operaba con Caprioli y con Florián Martínez, “El Nene”, entre otros delincuentes.
El 7 de enero de 1937 asaltaron turistas en la ruta de Rosario a Córdoba y se produjo la primera baja de la banda, al ser muerto Pedro Ferrari. Ese mes en Rosario, robaron una joyería de la que llevaron lingotes de oro, alhajas y 1500 pesos en efectivo. El auto en el que escapaban chocó a un canillita Ubelindo González, de 12 años, que sufrió lesiones leves. El Pibe Cabeza se apeó del auto, le dio unos pesos, y cuando se aprestaba a seguir viaje se aproximó el cabo Santo Contreras y llevando del brazo al chico les dijo que tenían que ir al hospital y de ahí a la comisaría. Lo encañonaron y se llevaron a los dos en el auto. Cerca de las 6 del día 22, se les detuvo el vehículo por problemas mecánicos. Una pareja que se paró a ayudarlos fue también secuestrada, todos pasaron al nuevo vehículo y en el camino el hombre y el canillita fueron abandonados. Contreras fue muerto a balazos, y a la mujer la liberaron a los dos días.
Después la banda se dividió en Junín: Gordillo quería ir a Buenos Aires y el resto se negaba. Sólo lo acompañó Caprioli.
El 9 de febrero de 1937, martes de Carnaval, fueron a una casa de la calle Artigas, en Mataderos. Ahí vivía María Romano, una mujer de 19 años que esperaba una hija de Gordillo. Por la noche los delincuentes salieron a pasear por las calles repletas de murgas y gente disfrazada festejando el Carnaval. Alertada por un informe confindencial, la policía vigilaba la casa y los siguió hasta que se tiroteó con ellos. El Pibe Cabeza se escondió detrás de un árbol y disparaba a dos manos, con pistolas; Caprioli escapó y subió a un colectivo pese a estar herido. La policía se colocó tras un patrullero y Gordillo recibió varios balazos hasta que un tiro en el pecho del oficial Antequeda lo mató.
Leopoldo Torre Nilsson, director de cine, realizó según su propio guion escrito en colaboración con Luis Pico Estrada y Beatriz Guido sobre un argumento de Julio César Vázquez el filme El Pibe Cabeza narrando su vida. Se estrenó el 17 de abril de 1975 y actuaron Alfredo Alcón, José Slavin, Edgardo Suárez y Raúl Lavié.
Se dice que su cabeza se halla conservada en un frasco con formol en el Museo Forense de la Morgue Judicial.
©Juan Manuel Aragón
Tengo algunas dudas si cuando lo vi al thriller ( asi le dicen) me quedó en el subconsciente el concepto si era Cabeza por la dimensión que transporta el tronco humano o por su táctica delictiva. Igualmente la conclusión seria como tantos pistoleros o malandras el centro de las miradas las lleva el que juega con la vida.
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