¿Serán así? |
La discusión sobre ovnis ahora versa sobre el idioma en que deberemos comunicarnos con los seres de otros mundos cuando vengan de visita
La cosa se pone cada vez peor, amigos. Los que creen en los ovnis y los extraterrestres como si de una nueva religión se tratara, desde hace un tiempo sostienen que es posible hablar de federaciones intergalácticas. Pero ahora subieron otro escalón, buscan un idioma común para comunicarse con ellos. Se percataron de que todos asumían que los seres verdes y con antenitas sabían inglés, idioma aleatorio, pero bien podrían hablar en español, quichua o taiwanés, porque los marcianos no tienen Netflix.La ciencia ficción es un género literario tan válido como las novelas de caballería, los poemas de amor o los ensayos sobre el Eslabón Perdido. Sus autores toman elementos de la vida real que son manipulados en la mente de los escritores y al final salen piezas memorables o mamarrachos ilegibles.
Está claro que todas son ficciones, es decir, redondas mentiras. Por eso nadie le pide más precisiones a Miguel de Cervantes sobre Alonso Quijano, los cuentos de Isaac Asimov son tan sorprendentes y los ensayos tratando demostrar la evolución del hombre son tan increíblemente absurdos e improbables.
Para encarar un libro cualquiera de ficción hay que poner la cabeza en modo infantil y disponerse a creer todo. Cuando las “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury hablan de un cohete yendo al planeta rojo con gente que lo irá a habitar, se debe olvidar de que, según la ciencia es una misión imposible, debido a las altas temperaturas y la falta de oxígeno. En las condiciones planteadas en ese libro de cuentos, sí sería posible la vida humana. A partir de esa mentira, el resto de la narración es lo que importa.
Pero hay un empeño titánico en hacernos creer que existe vida en el universo, más allá de este habitado planeta Tierra. Como si el ateísmo triunfante en el mundo, quisiera mostrarnos que Nuestro Dios no existe porque había otros mundos que se salían de su órbita o bien la Biblia es una estafa porque nos ocultó esa información. Lo malo es que más intentan convencernos, más ridículos parecen sus argumentos.
Es como si creyéramos que un día de estos habrá un ataque de los zombis, dando la razón a quienes creen que sí existen. ¡Vamos!, no se lo crean, en serio les digo. Hay películas que los muestran como una posibilidad real, pero no existen. Hacerlo creer que un zombi podría golpear la puerta de casa, es parte de la magia del cine de Hollywood, pero nada más que eso, posta.
Por supuesto que somos un pequeño puntito perdido en una de trillones de galaxias que hay en el universo. Pero enfrentemos el hecho incontrastable, de que hasta lo que se sabe de cierto, no existen, no van a venir a destruirnos ni a darnos la receta para vivir mejor.
Además, fuera de la ciencia ficción, que es un género literario divertido y con escritores inteligentísimos, el asunto de los ovnis, los extraterrestres, los viajes espaciales, los marcianos con antenitas verdes, ¡la ovnilogía!, es un tema de conversación embolante, pesado, somnífero.
Para mí, por supuesto. Pero si a usted lo apasiona, no soy quién para atajarlo.
©Juan Manuel Aragón
Para encarar un libro cualquiera de ficción hay que poner la cabeza en modo infantil y disponerse a creer todo. Cuando las “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury hablan de un cohete yendo al planeta rojo con gente que lo irá a habitar, se debe olvidar de que, según la ciencia es una misión imposible, debido a las altas temperaturas y la falta de oxígeno. En las condiciones planteadas en ese libro de cuentos, sí sería posible la vida humana. A partir de esa mentira, el resto de la narración es lo que importa.
Pero hay un empeño titánico en hacernos creer que existe vida en el universo, más allá de este habitado planeta Tierra. Como si el ateísmo triunfante en el mundo, quisiera mostrarnos que Nuestro Dios no existe porque había otros mundos que se salían de su órbita o bien la Biblia es una estafa porque nos ocultó esa información. Lo malo es que más intentan convencernos, más ridículos parecen sus argumentos.
Es como si creyéramos que un día de estos habrá un ataque de los zombis, dando la razón a quienes creen que sí existen. ¡Vamos!, no se lo crean, en serio les digo. Hay películas que los muestran como una posibilidad real, pero no existen. Hacerlo creer que un zombi podría golpear la puerta de casa, es parte de la magia del cine de Hollywood, pero nada más que eso, posta.
Por supuesto que somos un pequeño puntito perdido en una de trillones de galaxias que hay en el universo. Pero enfrentemos el hecho incontrastable, de que hasta lo que se sabe de cierto, no existen, no van a venir a destruirnos ni a darnos la receta para vivir mejor.
Además, fuera de la ciencia ficción, que es un género literario divertido y con escritores inteligentísimos, el asunto de los ovnis, los extraterrestres, los viajes espaciales, los marcianos con antenitas verdes, ¡la ovnilogía!, es un tema de conversación embolante, pesado, somnífero.
Para mí, por supuesto. Pero si a usted lo apasiona, no soy quién para atajarlo.
©Juan Manuel Aragón
Un tema muy interesante.
ResponderEliminarMe encanto, tema diferente, interesante,y bien escrito.
ResponderEliminarLa trilogía de Isaac Asimov acerca de otro mundos habitados por civilizaciones más avanzadas me pareció fantástica por cierto, pero bien escrita. Sin duda no podemos saber si existen otras civilizaciones u otra forma de vida en el universo. Tenemos que dejarlo a la opinión de los científicos quienes tienen teorías varias pero no probadas. Es como imaginar que existe un dios único y creador. Anda a probarlo. Y peor, pues en esto solo es cuestión de FE, la ciencia no logró hacerlo hasta hoy.
ResponderEliminarPara mí , que Diosito vino en una nave espacial, la misma que llevó al profeta Elías de paseo por el cosmos.
ResponderEliminarY espero, si es que hay alguna civilización más avanzada que la nuestra, que nunca hagan contacto, pues seguramente nos someterian físicamente a la esclavitud o algo parecido. La historia se repite y nos darían picos, palas, y carretillas y a extraer oro, plata y otros metales preciosos para ellos. Lo justificarían seguramente conque nosotros somos demasiado brutos, pued estamos en guerra permanente, y ellos vendrían a poner orden, paz y felicidad. ¿ la argumentación no les recuerda a otra conquista ?.
ResponderEliminarRay Bradbury era un escritor que apelaba a la descripción para crear una atmósfera idílica, bueno...más o menos. Es muy divertido, por supuesto las Crónicas Marcianas tenían más de poema que de prosa y cumplían con la misión de entretener. Con respecto a la vida en otros planetas, no creo que su posibilidad anule la existencia de Dios, si nos guiamos por lo que he leido sobre El, todo este universo es apenas del tamaño de una lágrima suya.
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