Ir al contenido principal

LITERATURA El despojamiento sin causa de los escritores actuales

    Eluden la realidad, le huyen

Escondida tras los pliegues de la inocuidad, la literatura actual camina para destruir lo que se hizo anteayer

El despojamiento pareciera ser la marca de la literatura actual. Los escritores quieren salirse de las celdas que les impusieron los géneros y escribir cuentos sin final, versos que son frases cortadas para que vayan verticalmente, novelas que discurren en mundos oníricos en los que se cuentan asuntos que los amigos del autor seguramente entenderán, pero muy pocos más sabrán de qué se trata.
Lo peor no es la ruptura, en los últimos tiempos, cada generación viene con sus propios martillos de demolición bajo el brazo para tirar abajo lo que escribieron, no solamente sus padres, sus abuelos, sino hasta sus amigos mayores. Y construir sobre las ruinas, algo mejor. Supuestamente. Y se vienen hundiendo en un mundo cuyas cifras y entelequias, si alguien los apura para que las expliquen, no las entiende nadie, ni falta que hace, pues se leen puros ellos, escriben para la crítica de la crítica.
Si las generaciones anteriores tuvieron su rebeldía, al menos sabían contra qué peleaban. El mundo de injusticia y opresión de sus padres era el blanco preferido. Pero después hallaron cientos de otras razones para enojarse: la matanza de animales para comerlos, el uso del petróleo para construir carreteras, el abuso en que se convertía siempre el matrimonio, la fuerza bruta de los hombres aplicada contra las mujeres.
Desde que una gran mayoría, al menos en las palabras, acata ese mandato, es como que quedaron como auténticos y verdaderos rebeldes sin causa. Lo malo es que ni siquiera usan el pelo largo, tampoco se les ocurre ponerse un fusil al hombro y largarse al monte a solucionar los dramas de la sociedad a los tiros. Es como que estuvieran esperando volverse viejos para tener excusas por no haberse rebelado con balas de verdad.
Escriben sin tildes o con faltas de ortografía puestas a designio o frases inentendibles desde cualquier punto de vista o repiten palabras hasta el hartazgo. O varias de esas tonterías mezcladas con otras. Tienen un coro de adulones, supuestamente especialistas con sus mismas ideas, sus redacciones y poemas circulan por los bordes de lo psiquiátrico y tienen clarito, para quien quiera verlo, una iluminación marihuanera que se huele como trapo quemado, a 20 kilómetros de distancia.
Unos pocos, cuando se les pasó el tiempo de llamarse jóvenes, digamos antes de los 25 años, se pasaron al bando de los que quieren decir algo y encuentran un lugar para gritarlo. Otros son viejos ridículos, protestando por no se sabe qué ni con qué objeto. Y te miran con el rostro fijo, el blanco del ojo rojo y la sonrisa del que está en otro lado. Y se tira de qué. Pobre infeliz.
Por suerte los tenemos manyados, sabemos a qué juegan y cuando llegan con el cuchillito bajo el poncho, lo sabemos porque los hemos venteado desde lejos. Es de esperar que una nueva juventud esté anidando en las escuelas secundarias, en las universidades, una que no sueñe con revoluciones de papel en foros de internet, ametrallando de suciedades a quienes piensan distinto.
Si esta fuera una página editorial, pediría a los viejos tontos que recapaciten y miren la realidad porque aquí reside el mundo que, entre otras cosas les da de comer todos los días. Pero esto es un lugar cualquiera, un bit de internet, perdido en el espacio de millones de otros sitios, para peor de una provincia cualquiera perdida en un país de la periferia. Ma sí, hagan lo que quieran, pero tengan cuidado porque se avecina la tormenta del sentido común. Cuando llegue arrasará primero con ustedes. Los va a dejar culo pal norte. Ya van a ver.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Metáforas, Elipsis de la vida , paradojas , imaginación , en definitiva la cultura de la relatividad. Mundo tan conocido por tecnologia y sueños sin necesidad de querer conocer. Será que estamus en Marte?

    ResponderEliminar
  2. 👏👏👏 Nunca tan bien expresado!! Un abrazo querido Juan Manuel. Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  3. Muy buena nota juan manuel un placer leerte

    ResponderEliminar
  4. Maria aurora lopez ramos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad