Andaba todo el dia con una radio pegada a sus orejas, sabÍa lo que le preguntaras sobre automovilismo. Llegaba a El Liberal para decirme que en el Chaco o en Oberá, había ganado fulano de tal. Se peleaba con Romero, jefe de deportes de El Liberal. "Publica mas de automovilismo, no tanto fútbol, a esos negros los concentran en el Grand Hotel y se lavan la cabeza en el inodoro, porque no saben para que es". Pilongo, algún dia lo recordaremos.Pero nuestro personaje corrió varios Grandes Premios y Vueltas del Norte, con suerte dispar. En esa epoca existía el Campeonato Regional a donde ganó algunas carreras en la categoría A con Renault Gordini y en B con Fiat 128 IAVA.
Nunca estaba solo. Siempre rodeado de gente para escuchar sus cuentos y humoradas. Supo integrar un equipo de competición de Milán Janovich, junto a "Toti" Farina.
En una oportunidad corrieron en el autódromo de Buenos Aires, querían probar los autos de noche y no los dejaban; invitaron al guardia a un asado, lo mamaron y lo pusieron con una banderilla al costado de la pista. El sereno chocho, así probaron toda la noche.
Los grandes pilotos de Turismo Nacional lo adoraban por su forma de ser. "Cabrita" era un camionero e integrante de la banda. Un dia estaba todo quebrado y enyesado. Lo fueron a visitar al hospital y este personaje le dejo un cigarrillo prendido entre los dedos del pie. Todavía se escuchan los gritos de "Cabra" para que le sacaran el pucho. Anécdotas a patadas.
Cuando iba alguna carrera y entraban a un pueblo llamaba a un gaucho, le hablaba en geringosa, que obligaba a meter su cabeza en el auto, le pegaba un chirlo en la cara y se marchaba, pese a la advertencia de "Pilongo" Gomez: "No meta la cabeza señor que este loco le va a pegar".
Acérrimo rival de otro piloto santiagueño Guillermo Colucci. Se sacaban chispas en las carreras. Solía parar en el lavadero y taller de Antonio Rumie en la calle éTucuman. El turco lo adoraba. "Te voy a comprar un Formula 1 y yo seré tu acompañante. Murió hace algunos años. Fue un campeón sin corona. Se llamaba Miguel Angel Biagioli, le decían "Piojo".
Acérrimo rival de otro piloto santiagueño Guillermo Colucci. Se sacaban chispas en las carreras. Solía parar en el lavadero y taller de Antonio Rumie en la calle éTucuman. El turco lo adoraba. "Te voy a comprar un Formula 1 y yo seré tu acompañante. Murió hace algunos años. Fue un campeón sin corona. Se llamaba Miguel Angel Biagioli, le decían "Piojo".
Un personaje!!!
ResponderEliminarEra muy bromista y siempre tenía un chiste para contar. Los amigos quedaban a escuchar por horas sus anécdotas!
ResponderEliminarLo había sentido nombrar y si, era muy conocido. Gracias Juan Manuel.
ResponderEliminarPiojo Biagioli
ResponderEliminarOtra… de Miguel Ángel (Piojo) Biagioli. Se corría una Vuelta del Noroeste y terminada la 1ra etapa (Tucumán Jujuy Salta) se entró en Parque de Asistencia, luego, ya en la noche se realizaba una cena con todos los participantes. Formaba entonces parte del equipo de Dito Prados- Eduardo Allub (Categoría “A” ISAR 700 con Chichi Carbonel al volante y Chiquito Vella acompañante – también con pequeña anécdota), pero la contare después de la de “Piojo”.
Terminada la cena, siempre terminaba con una sobremesa de contarse vicisitudes de la etapa concluida. Fue cuando “Piojo” que participaba como acompañante, comenzó a lanzar una catarata de cuentos y todos festejando a mandíbula batiente las ocurrencias graciosas del amigo de marras (un momento antes, con discreción mando a su piloto descansar para estar en forma en la etapa del día siguiente. COMO AVANZABA LA NOCHE, POR LO BAJO ALGUIEN LE HIZO NOTAR QUE YA HABÍA PASADO LA MEDIA NOCHE; PIOJO, TAMBIÉN POR LO BAJO LE DIJO, CÁLLATE, “ESTOY TRATANDO QUE SE DESVELEN” Y CONTINUO INTERMINABLEMENTE CON SUS CUENTOS. Con “Piojo” estaba todo dicho, era su esencia amena ante los amigos.
La otra fue tragicómica. La etapa iniciada en Tucumán seguía a Jujuy para bajar por la cornisa a Salta; entonces se eligió la bifurcación (Salta-Jujuy) en la Ruta 9, para realizar el abastecimiento del ISAR 700; todos con su rol, hasta que Chiquito Vella pide un accesorio y como estaba con llave en un baúl del auto de auxilio se le entrega para que valla a buscarlo; que hizo Chiquito, se la guardo en el bolsillo y partieron raudamente. Perplejos, quedamos a la vera del camino en espera, valla la ironía… de auxilio.
Juan Luis Coria
Que lindo recuerdos
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