Ir al contenido principal

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret

Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados


Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener.
Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suyas, llevándose lo ajeno. Y se sabe del caso de unos que andaban de caño y huyeron justo antes de que un anciano les entregara la billetera y el celular, al ser encandilados por el auto.
Pero—misterio —en el auto no va nunca nadie, ¿es un justiciero popular?, ¿el chofer se esconde?, ¿es solamente una leyenda urbana? Dicen que los jefes piden a los policías que salen de noche en los móviles, que vayan con cuidado y, si ven el auto sospechoso tienen orden de detenerlo como sea, porque en las comisarías no creen en aparecidos, espantos, fantasmas. “Es alguno que se anda haciendo el pícaro”, dicen que los ha notificado un jefe, “así que, si lo ven, me lo traen de las pestañas a la comisaria a ese infeliz”.
Algunos en el café sospechan que bien puede ser el alma de un gorreado que anda dando vueltas, y se desquita con otros, ya que no pudo, en vida, evitar que le pusieran las astas. Dan nombres y apellidos. De noche, en los bares de la ciudad, ahora mucha gente observa cada remís que pasa para ver si lleva su correspondiente chofer.
Dicen que se apareció de frente a una parejita que salía de un hotel por horas, cerca del canal, los dos comprometidos con otras personas. Se lo ha visto también en el barrio San Martín de La Banda, cuando estaban por meter la barreta para abrir un taller mecánico, en ese caso tocó bocina o eso pareció, la cuestión es que los ladrones se asustaron y se mandaron a mudar.
El caso más comentado es el de un empresario muy conocido del medio; el misterioso remís lo cerró justo cuando iba a Jalisco, famoso motel de La Banda, llevando a la señorita novia de uno de sus socios. Al regreso decidieron blanquear la relación y en estos momentos hay un escandalete de aquellos en ciertos círculos sociales, porque los involucrados son más que muy conocidos.
Chito Cáceres, taxista de la vieja guardia, jubilado ya, confirma que los amigos le cuentan de las andanzas de este misterioso remís. David Bukret, remisero y profesor de Lengua y Literatura, ratifica toda la historia y agrega más datos. Dice que sabe del caso de una mujer que una noche iba con la tarjeta de débito del marido, dispuesta a vaciarle la cuenta del cajero de la Belgrano y Lavalle y justo cuando estaba por entrar, el misterioso auto se estacionó en la puerta, del miedo que le agarró volvió inmediatamente a su casa. También cuenta que hay gente que le ha estirado la mano para detenerlo, creyendo que es un remís común y corriente, y observó aterrada que, al pasar de largo, no llevaba un conductor visible.

Leer más: En uno de los cafés más tradicionales de la ciudad siempre hay un amigo esperando para contarle algo

Según el amigo David, tiene todo lo que debe tener un remís, la pintura, el cartel arriba, la luz colorada indicando que está libre, el número de móvil, pero ninguno de los que lo ha visto recuerda a qué empresa pertenece y el número siempre es distinto.
La cuestión es que, por estos días, mucha gente que sabía salir de noche a mandarse una macana, lo piensa dos veces y los malandras que suelen asolar el mundo de la noche santiagueña, andan asustados y van con más cuidado. Este fin de semana íbamos a salir con mi compadre Ariel a visitar una casa del barrio Centenario que hemos marcado, los dueños se van de viaje todos los viernes y vuelven el domingo a la tarde, no tiene alarma y se abre con una llave Yale, con una ganzúa de las antiguas, suficiente. Pero andamos dudando, yo tengo miedo del remís con el chofer sin cabeza, el compadre dice que son macanas.
¿Usted qué opina?
©Juan Manuel Aragón
A 6 de diciembre del 2023, cerca del puente de la Solís. Oyendo el retumbo de un bombo

Comentarios

  1. ¡Genial como siempre Juan Manuel! Muchísimas gracias por la mención y el protagonismo.
    (Ahora estoy por colocarme la cabeza para ver si como algo). 🤭😄

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, felicitaciones por el relato.

    ResponderEliminar
  3. Buenísimo!!!! Gracias por hacerme reír 😀

    ResponderEliminar
  4. Mucho cuidao con el almamula....cantan Los Tobas

    ResponderEliminar
  5. Jajaja, muy interesante.

    ResponderEliminar
  6. Tal vez con la inteligencia santiagueña este manejado por inteligencia artificial de un cornudo, jajajaja

    ResponderEliminar
  7. Muy buenos tus escritos Juan

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

OBITUARIO El revés de las aspas

José María Cantos José María Cantos instauró en Santiago, al menos durante un tiempo, una manera de leer que fue peligrosamente maravillosa En sus comienzos al menos, el Nuevo Diario fue una lectura peligrosamente maravillosa. Se trataba de instalar un periódico, en una provincia que se había acostumbrado a una manera de observar la realidad que siempre estaba de acuerdo con la mirada del poder. José María Cantos, muerto durante el tránsito del sábado 13 al domingo 14 de mayo, convocaba a la aventura de especular sobre Santiago del Estero desde un punto de vista más cercano al pensamiento del hombre común y corriente, usted, su vecino, el señor de la otra cuadra. Hasta mal escritito estaba, repleto de horrores de ortografía, mal diseñado, peor diagramado, se le veían las costuras por todos lados y al lado de notas de las mejores plumas de Santiago, Alberto Tasso y Carlos Zurita, por dar solo dos casos, por ahí no desentonaba el informe de un corresponsal de tierra adentro, redactando c