Ir al contenido principal

1952 CALENDARIO NACIONAL Adriana

"Como dos extaños", por Adriana Varela
El 9 de mayo de 1952 nace Adriana Varela, figura emblemática en el panorama del tango argentino

El 9 de mayo de 1952 nació Beatriz Adriana Lichinchi, “Adriana Varela” o “La Gata Varela”, en Dock Sud, Avellaneda. Figura emblemática en el panorama del tango argentino, su historia se teje con hilos de pasión por la música, pero también con dedicación a otras disciplinas.
Aunque su nombre artístico la ha inmortalizado como Adriana Varela o por el cariñoso apelativo de La Gata Varela, su vínculo con el mundo del tango se entrelaza con una vida marcada por diversos papeles. No solo fue una cantante consumada, sino también una madre y una profesional en el campo de la fonoaudiología, especializándose en el tratamiento de pacientes neurológicos con afasia, un trastorno del habla.
El amor por el tango no surgió de la nada en su vida. Aunque sus raíces musicales se hundían en el rock, fue una experiencia cinematográfica la que desencadenó su pasión por este género. Al oir la voz de Roberto Goyeneche en la película "Sur" de Pino Solanas, un nuevo mundo se abrió ante ella. El destino le tenía reservado un encuentro con Néstor Marconi, quien la invitó a cantar tangos en un bar en el que su talento fue descubierto por el propio Goyeneche.
Su debut en la escena musical se materializó en 1986, gracias a la intervención de Juan Alberto Badía. A partir de entonces, su ascenso fue imparable. Sus primeros discos, “Tangos" (de 1991), "Maquillaje" (de 1993) y "Corazones perversos" (de 1994), marcaron hitos en su carrera, consolidándola como una de las voces más potentes del tango contemporáneo.
Sin embargo, su influencia no se limitó únicamente al ámbito musical. Varela cultivó amistades con figuras destacadas como Cacho Castaña, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Juntos compartieron escenarios memorables, incluso en contextos inusuales como la Cárcel de Olmos, donde llevó su arte a un público singular.
Su trayectoria discográfica es un reflejo de su versatilidad y su profundo compromiso con el género. Desde "Tangos de lengue" (de 1996), que incluye obras inéditas de Enrique Cadícamo, hasta "Cuando el río suena" (de 1999), en el que fusionó la música uruguaya y argentina, exploró diferentes facetas del tango, dejando su huella indeleble en cada nota.
El reconocimiento oficial llegó con álbumes como "Más tango" (del 2001), que la consagró como la "Mejor Artista de Tango del Año". Colaboraciones con músicos de renombre como Leopoldo Federico, Osvaldo Berlingieri y Rodolfo Mederos elevaron su arte a nuevas alturas, mientras que su participación en documentales como "Abrazos, tango en Buenos Aires" (del 2003) la consolidó como un ícono del tango moderno.
Adriana Varela, La Gata Varela, trasciende las etiquetas. Es más que una cantante de tango; es una guardiana de la pasión, una narradora de historias y una embajadora cultural cuyo legado perdurará en el corazón de quienes aman la música con intensidad.
Juan Manuel Aragón
©Ramírez de Velasco

Comentarios

  1. Cantantes de tango siempre impactan por la voz que al decir de muchos gardelianos son importantes aquellos varones, cuanto más respetar a mujeres con tonos raspados de anochecidos que alientan a pensar la noche porteña. O como decia Cacho Castaña Adriana cuando canta...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.