Ir al contenido principal

APRENDIZAJE Apuntes de una maestra

Alumno con teléfono móvil

“La posesión de un aparato telefónico de última generación, pareciera que es un derecho humano inalienable de los niños”


Cuando murió Agustina Olga Zalazar de Gutiérrez hace un mes, sus hijos hallaron entre sus papeles, un cuaderno de apuntes, escrito en preciosa letra de antes, una de cuyas páginas me fue confiada para mostrar en este sitio. Agustina fue durante toda su vida maestra primaria, se jubiló hace cinco años siempre al frente de un aula. Sus pensamientos, según los hijos, eran parte de su conversación de los últimos años, hasta que un cáncer la llevó para el otro lado. Van a continuación:
“De todos los defectos de la escuela argentina actual, uno de los más problemáticos está dado por los grupos de WhatsApp de los padres, verdadero bodrio escrito a cuatro manos por señoras que tienen una compulsión a escribir y mandar trivialidades a cada instante. Es de suponer que son formados con la idea de pasar comunicaciones, como dónde comprar más barata la cartulina azul Francia que pidió la maestra. Si bien es cierto que esa información siempre está, viene tan entreverada con los memes, divertidos y estúpidos vídeos, versitos y admoniciones sin sentido, que un padre, que revisa el grupo solamente cuando quiere comprar la cartulina, renuncia a hacerlo, pues hay en el medio quichicientos mensajes insulsos.
“Se envía a los hijos a la escuela no solamente para que aprendan los contenidos que manda el Consejo de Educación, sino también para que sepan comportarse en la vida en sociedad. Pero, hete aquí que los mismos padres que quieren que la escuela eduque a sus hijos, cuando van a buscarlos estacionan sus autos en doble fila, generando un caos en las calles de ciudades que de por sí son muy caóticas. Ojalá fuera eso solamente. Hay muchos maestros que dejan sus motocicletas estacionadas en la vereda, con lo que cualquier enseñanza que quieran impartir sobre el particular, estará viciada desde el inicio. Por suerte yo siempre fui en colectivo a la escuela, pero mis compañeras me provocaban vergüenza ajena.
“Otro problema mayúsculo es la falta de atención de los chicos. No pocos maestros se quejan porque las primeras dos horas de clases los alumnos se duermen en sus bancos. Es lógico que suceda, pues muchos se quedan viendo televisión hasta más allá de las 11 de la noche, cuando deberían estar completamente dormidos. Si estuvieron en vela hasta las 2 de la mañana es lógico que, al día siguiente, de 8 a 10, anden como muertos vivos y les cueste prestar atención.
“Algunas faltas a la educación en las casas también afectan a la escuela. Por caso, los chicos se levantan de la mesa familiar del almuerzo apenas dejan de comer, sin importarles que los padres sigan sentados, sin pedir permiso, como unos verdaderos guarangos. Los maestros preguntamos a los padres: “Cómo quieren que nosotros los tengamos atendiendo un tema aburrido 40 minutos, cuando ustedes no los pueden retener en la mesa más de quince”. Y no se hablará aquí de la casi nula variación de comidas porque es otro tema.
“Al problema que generaba la televisión, a la que se echaba la culpa de varios males de la educación, se le agregó el celular. La posesión de un aparato telefónico de última generación, pareciera que es un derecho humano inalienable de los niños desde antes de la edad en que saben leer y escribir. Un niño que no puede ver dibujitos animados será, al parecer, frustrado y luego tendrá cómo acusar a los padres de maltrato psicológico por tal motivo. A los padres desnaturalizados, que entregan un celular a los chicos, les cabe la pena capital o al menos cadena perpetua.”
Por la copia
©Juan Manuel Aragón
Casa de Gutiérrez, barrio Siglo XXI, hace una semana

Comentarios

  1. Este es el principal reclamo que hago permanentemente en los escasos grupos en que me han ofrecido participar. Sobre todo uno de ex compañeros de secundaria. No se puede creer el bajo nivel de intercambio, casi nulo, entre personas que han recibido una excelente educación superior (eran los 70s, claro). A nadie se le cae una idea o un pensamiento elaborado ni por casualidad. Son todas trivialidades, dibujitos (escriben con jeroglificos como los egipcios hace 3000 años), y transmiten estupideces sin sentido.
    A nuestros hijos supimos advertirles que con dedicación y superación podrían fácilmente en el futuro estar por encima a una cantidad de mediocres que estaban siendo criados por esos padres. Y hoy lo están comprobando.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.