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Inocente Cárcano al 700, Córdoba |
El 31 de mayo de 1904 muere Inocente Cárcano, profesor de latín y música, compositor, que también se desempeñó como periodista en Córdoba
El 31 de mayo de 1904 murió Inocente Bernardino Cárcano. Nacido el 18 de mayo de 1828 en Maslianico, Italia, fue mucho más que un compositor y profesor de latín de renombre. Su vida fue un tapiz de aventuras, luchas y contribuciones que dejaron una marca indeleble en la historia, especialmente en Córdoba.Su historia comenzó en medio del fervor de la lucha por la independencia italiana. Mientras estudiaba música en la escuela de Milán, se unió al ejército patriota para luchar contra la invasión austríaca. La Batalla de Novara en 1849 le dejó una cicatriz en el costado izquierdo, una marca física de su dedicación a la causa de la libertad.Tras la persecución de los austríacos, se vio obligado al exilio y llegó a Buenos Aires en 1849, acompañado de su hermana Carolina. Aunque inicialmente contempló el regreso a Italia tras la amnistía política, decidió quedarse, atraído por la fascinación de la "leyenda de la Pampa" y el "espejismo del desierto".
En Córdoba, comenzó su carrera como profesor de latín y música en el Colegio de Monserrat en 1850. Pronto se convirtió en una figura destacada en el ámbito musical, siendo designado instructor de la Banda de Música del Batallón Defensores de la Independencia Americana y fundando la Banda de Música del colegio. También incursionó en el periodismo, escribiendo para publicaciones locales y siendo corresponsal para La Nación de Buenos Aires.
Su pasión por la música lo llevó a componer varias obras, entre ellas sinfonías, marchas y lo que se cree que fue la primera ópera compuesta en Córdoba, "Aurelia". Además de su trabajo como músico, ocupó diversos cargos públicos, llegando a ser delegado del Consejo de Administración del ferrocarril de Córdoba a Tucumán y cónsul de Italia en Córdoba.
A lo largo de su vida demostró un compromiso inquebrantable con su arte y su comunidad. Fue un líder cultural y un defensor apasionado de la música y la educación. Su memoria perdura en las calles de Córdoba y en el corazón de quienes valoran su contribución al enriquecimiento de la vida cultural y social de la ciudad. Murió en Buenos Aires, dejando tras de sí un legado que perdura hasta estos días.
Juan Manuel Aragón
©Ramírez de Velasco
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