Hermes Trimegisto |
A pedido de los lectores, va una descripción de este dios egipcio y griego, inventor de la escritura y capo de todas las artes que se derivan de ella
Con una recurrencia digna de mejores causas, los lectores de Ramírez de Velasco piden a su autor, que se refiera a Hermes Trimegisto, por quien sienten una curiosidad morbosa.Ahí va entonces.
Hermes Trimegisto es el nombre griego aplicado al dios egipcio Thoth, supuesto autor o fuente de los escritos herméticos, obras de revelación sobre temas ocultos y teología.Thoth era, para los egipcios el escriba de los dioses, el inventor de la escritura y el capo di tutti gli capi de todas las artes dependientes de la escritura. ¿Todas?, sí amigo, todas, incluso medicina, astronomía y magia. Desde Heródoto los griegos lo identificaban con su dios Hermes, y hacia el siglo III antes de Cristo la identificación era oficial. En la Piedra de Rosetta (tallada en el 196 antes de Cristo), Hermes "el grande, el grande" es evidentemente Thoth.
El epíteto Trimegisto, que en griego significa "tres veces más grande" aparece solo raramente fuera de los textos herméticos. Representa un desarrollo del egipcio ´aa aa´ ("grande, grande"; es decir, "más grande"), que figura como calificativo de Thoth en los jeroglíficos tardíos.
Los escritos atribuidos a Hermes o Thoth se dividen en dos grandes grupos: el hermetismo “popular”, que se ocupaba de la astrología y otras ciencias ocultas, y el hermetismo “culto”, que se ocupaba de la teología y la filosofía.
Desde el Renacimiento hasta finales del siglo XIX se prestó poca atención a la literatura hermética popular. Estudios más recientes han demostrado que su desarrollo precedió al del hermetismo culto y que refleja ideas y creencias que estaban muy extendidas en el Imperio Romano temprano y que, por lo tanto, son significativas para la historia religiosa e intelectual de la época.
En la época helenística se atribuían a Hermes principalmente obras sobre astrología, a las que se añadieron luego tratados sobre medicina, alquimia y magia. El concepto que subyace a la astrología, de que el cosmos constituye una unidad y que todas sus partes son interdependientes, es básico también para las demás pseudociencias. Para que este principio fuera efectivo en la práctica (y la “ciencia” hermética, a diferencia del aristotelismo, era intensamente utilitarista), era necesario conocer las leyes de simpatía y antipatía por las que se relacionaban las partes del universo. Como estas supuestas afinidades no existían de hecho y, por lo tanto, no podían descubrirse mediante los métodos científicos ordinarios, se recurrió a la revelación divina.
Hubo una creciente desconfianza hacia el racionalismo griego tradicional y una ruptura de la distinción entre ciencia y religión. Hermes-Thoth era sólo uno, si bien quizás el más importante, de los dioses y profetas (principalmente de origen de Oriente Medio) a los que los buscadores de conocimiento recurrían en busca de una sabiduría divinamente revelada.
Los escritos teológicos están representados principalmente en 17 tratados del llamado ´Corpus Hermeticum´, por extensos fragmentos de Stobeo y por una traducción latina del Asclepio, preservada entre las obras de Apuleyo. Estos escritos datan probablemente de los primeros tres siglos de nuestra era. Todos están marcados por una sincera piedad de tipo místico, pero no hay una única doctrina que se exponga de manera consistente, y es poco probable que hubiera una comunidad o “iglesia” hermética bien definida.
Aunque el contexto es egipcio, la filosofía, como el idioma, es griega.
El hermetismo fue ampliamente cultivado por los árabes y, a través de ellos, llegó a hombres como Alberto Magno en Occidente y los influyó. Hay frecuentes alusiones a Hermes Trimegisto en la literatura de finales de la Edad Media y del Renacimiento.
Es todo lo que dijo saber el hombre que firma los escritos de este blog.
Pero si alguien quiere saber más, recomendó leer Brian Copenhaver, en su libro, en inglés “Hermetica: the Greek Corpus Hermeticum and the Latin Asclepius in a new English translation”, editado por la Universidad de Cambridge, en Nueva York, Estados Unidos, en 1995. Si lo consiguen, se desasnan del todo, promesa.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
"LOS FUERTES NO NACEN EN UN PARAISO,NACEN EN UN INFIERNO"
ResponderEliminarSERIA INTERESANTE SABER QUIEN CONFIESA A DIOS.
DIOS RECIBE A VECES,AYUDA DEL DIABLO,Y LOS ATEOS Y AGNOSTICOS TIENEN UN DIOS PERSONAL,Y SI DIOS EXISTE ,EL MISMO, ES INCREDULO DE SI MISMO
El filósofo Séneca decía que "La religión es considerada por la gente común como verdadera, por los sabios como falsa y por los gobernantes como útil".
ResponderEliminar"Quizas no lo entendieron Stephen Hawking al decir que Dios no existe,se refirio probablemente al Dios Antropromorfo y burocratico lleno de gestores y dirigentes en este espacio terrenal.........al ser inteligente nunca puede negar a "esa" o "ese" tiempo y espacio y gravedad que organiza el universo conocido,sus leyes son extrañas algunas coherentes y otras no, que podriamos llamar "Organizador",.. bastante injusto,bastante "CRUEL" pero que nunca se olvida de madurar un racimo de uvas en primavera
"Ultimos descubrimientos en genética del comportamiento y en neurobiología,se ha analizado la composición genética de unos mil individuos de diferentes edades y contextos sociales y ha comparado muestras de sus ADN con una escala que mide la espiritualidad, consiguiendo identificar un "gen de Dios" específico -el VMAT2- que demuestra cómo ésta se manifiesta en el cerebro.
El VMAT2 es el "gen de Dios y el planeta "habitable" Kepler-452b,es el cielo "..
ResponderEliminarEl VMAT2 es el "gen de Dios y el planeta "habitable" Kepler-452b,es el cielo "
.AMBOS EXISTEN Y QUIZAS,SEA UNA PRUEBA CIENTIFICA DE" LA REALIDAD" DE DIOS.
ResponderEliminarCaronte es un genio del mundo infernal, hijo de Érebo y Nix.
Su misión es pasar las almas, a través de los pantanos del Aqueronte, hasta la orilla opuesta del río de los muertos; éstos, en pago, deben darle un óbolo. De ahí la costumbre de introducir una moneda en la boca del cadáver en el momento de enterrarlo. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.
Se representa a Caronte como un viejo muy feo, de barba gris e hirsuta, vestido de harapos yen ocasiones con un sombrero redondo.
Conduce la barca fúnebre, pero no rema; de ello se encargan las mismas almas. Se muestra con ellas tiránico y brutal, como un verdadero subalterno. Cuando Heracles descendió a los Infiernos, obligó a Caronte a pasarlo en su barca, y como éste se negara, el héroe se apoderó de la percha y le propinó tal paliza que el otro no tuvo más remedio que obedecer. Por otra parte, Caronte fue castigado luego por haber permitido que un viviente penetrase en el reino de los muertos; por ello estuvo un año encadenado.
Otros dos mortales consiguieron cruzar el Aqueronte (Estigia según Virgilio). Uno fue Orfeo, quien con sus cantos encantó a Caronte y a Cerbero para rescatar a su amada, Eurídice, del inframundo. La otra fue Psique, que por órdenes de Afrodita tuvo que bajar al infierno en busca de un frasco de agua de Juvencia.
En las pinturas de las tumbas etruscas, Caronte aparece como un demonio alado, con la cabellera entremezclada de serpientes y llevando un mazo en la mano. Ello hace suponer que el Caronte etrusco es en realidad el "genio de la muerte", el que mata al moribundo y lo arrastra al mundo subterráneo.