Chicos que podrían ser objeto de odio |
El plan de los nazis para mantener la pureza de la raza está activo en Europa, en los círculos políticamente correctos de la sociedad
Hace un tiempo los diarios del mundo recordaban la “Aktion T4”, que acabó con la vida de entre 70.000 y 275.000 “disminuidos físicos y mentales” (como eran denominados por los germanos). Amparándose en la necesidad de ahorrar recursos para el país durante la Segunda Guerra Mundial, el Tercer Reich inició su programa de eutanasia.El Estado comenzó a perpetrar estos asesinatos luego de comenzada la contienda. En mayo de 1939, antes de que el Tercer Reich comenzara a levantar el centro concentración de Auschwitz, el régimen de Adolf Hitler ya coqueteaba con la idea de la matanza sistemática de cualquier niño menor de tres años que sufriera algún tipo de enfermedad que impidiera su perfecto desarrollo. Horroroso, ¿no?El nombre T4 fue por la dirección del centro de operaciones de la organización que puso en marcha esos planes, instalado en Berlín a comienzos de 1940 en la Tiergartenstraße 4 (calle del Jardín Zoológico, número 4). El programa Aktion T-4 fue “el paso a la actividad criminal directa”, según los historiadores de la II Guerra Mundial y del delictivo régimen nazi.Este programa, previo al comienzo oficial de la “Aktion T4” (aprobada por el “Führer” mediante un documento oficial firmado en octubre de 1939, un mes después de la invasión de Polonia), supuso la selección y el asesinato de unos 5.000 niños de forma clandestina.
Era, vamos a decirlo, un programa secreto de exterminio de enfermos mentales y discapacitados, encubierto bajo el término “eutanasia”, que ocurrió en la Alemania nazi.
Entre las “razones” para estos asesinatos, se suelen mencionar la eugenesia, la higiene racial y el ahorro de dinero. Los médicos de los hospicios de Alemania y Austria siguieron practicando la Aktion T4 hasta la derrota de Alemania en 1945, a pesar de que la medida había cesado oficialmente en agosto de 1941. Esta política produjo 93.521 muertos hasta fines de 1941.
Nada es más parecido a este plan que la matanza de chicos que se detectan con deformaciones antes de nacer. Es así que en países en que está permitido el aborto sin ninguna restricción, no nacen niños con síndrome de Down y otras enfermedades. Son enviados al matadero antes de ver la luz, por padres que tienen la misma idea de la raza pura o la eugenesia, que los nazis.
Los nazis crearon el “Comité para el Tratamiento Científico de Enfermedades Severas Determinadas Genéticamente” con el objeto de seleccionar niños discapacitados. De forma oficial, su objeto era hallar curas para sus dolencias hereditarias. Algo parecido realizan las modernas defensoras de las muertes de niños, que se esconden detrás de la fachada de “salvar la vida de madres que abortan en forma ilegal”, pero en realidad lo único que quieren es satisfacer su odio visceral a la vida humana, matando chicos tengan o no, defectos visibles.
Pocas diferencias hallará quien estudie con seriedad la moderna ideología de las aborteras y los nazis. Ambos pretenden imponer su ideología a la fuerza, odian a quienes no piensan igual que ellos y quieren aniquilarlos a toda costa, se ensañan con quienes no tienen cómo defenderse, guardan ideas enfermizas acerca de la importancia de sí mismos y desprecian con todo el corazón, toda su alma y toda su sangre a quienes no se les parecen.
Ahora que ha florecido el negocio del aborto que proponen quienes aborrecen la bendición de ser madres, la Argentina ha comenzado a privarse de muchos seres angelicales como los que hoy la pueblan. Los chicos con síndrome de Down y otros considerados especiales por la sociedad, son muertos antes de nacer como si fueran culpables de algún crimen repugnante.
A mediados de la década del 20 del siglo pasado, Adolf Hitler había adoptado el eugenismo racial, concluyó que se debía eliminar a los “degenerados” para preservar la “salud racial” y la eficacia militar de Alemania. En el discurso pronunciado en 1929 durante la concentración anual del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en Núremberg, Hitler dijo cómo había que tratar a los más débiles “para el futuro mantenimiento de nuestra fuerza étnica”. Agregó: “Si Alemania tuviera un millón de niños cada año y eliminara a 700.000 u 800.000 de los más débiles, entonces tal vez el resultado final sería de veras un aumento de la fortaleza de Alemania. En cambio, como consecuencia de nuestro humanitarismo sentimental moderno, intentamos mantener a los débiles a expensas de los sanos”.
Estaba dando argumentos a los modernos adoradores del aborto para que eliminaran, antes de nacer, a los niños más necesitados de atención y cariño. De paso, en nombre de ideologías de lo “políticamente correcto”, convirtió a esos desalmados en nazis hechos y derechos.
Ese pensamiento de la Alemania Nacionalsocialista, que llega hasta hoy bajo otros ropajes, merece el repudio profundo, por descastado, antihumano, malévolo, eugenésico, perverso, anticristiano y antitodo.
©Juan Manuel Aragón
MUY BUENA LA NOTA, AHORA ABRIA QUE PREGUNTAR QUIEN QUIERE NACER ENFERMO O ENFERMARSE ???? LOS QUE ELIMINAN A ESTAS PERSONAS SON CRIMINALE. NADIE BUSCA TENER MALES EN SU CUERPO O MENTE. EXELENTE NOTA
ResponderEliminarOjalá los abortos fueran solo por enfermedades y deformaciones. La realidad es que principalmente porque "Patricia no quiere perderse la oportunidad de ascenso en la oficina", o "Susana no quiere postergar su carrera de cosmetóloga", o la hija de Mirta se descuidó y no podrá continuar su secundaria". Todas circunstancias trascendentes en la vida de las personas que ameritan matar a alguien para solucionarlas.
ResponderEliminarEs por ello que en realidad cuando dicen "soy pro- elección", lo que real.ente quieren decir es "soy anti-consecuencias".
Desde ese punto de vista, los Nazis eran más honestos al manifestar de manera directa los propósitos para sus acciones,