Ir al contenido principal

CUENTO Día del periodista

Antiguo aparato usado por los periodistas

Ficción en homenaje a uno que quiere ser parte del gremio, pero todavía no le da el piné para que lo admitan en Pomporerá

Está muy bien para hoy, que es su día, narrar un cuento de periodistas y de uno que usufructuó las notas de otro para que, después de muerto, lo tuvieran por tal, lo consideraran y le publicaran “sus” notas en la sección de “Cartas de lectores” de un otrora prestigioso matutino, ahora felizmente en decadencia casi mortal.
Es sabido que hay artículos de los diarios que son del editor, del dueño, del propietario, no del periodista. Como las editoriales, que constituyen, al decir de San Wikipedia, “un juicio institucional sobre cualquier sucedido, formulado en concordancia con la línea ideológica del medio”. Es la opinión de los que ponen la tarasca, como se dice y así como una nota narra el qué y la opinión dice el por qué, la editorial muestra el para qué. Dicho de manera simple, sencilla y esquemática, por cierto.
En este caso se trataba de un legislador que contrató a un pariente que, entre otras habilidades desarrolladas en su vida, estaba la de ser periodista de un diario, hasta que se retiró. Le pagaba un sueldo para que le escribiera los discursos, los fundamentos de sus proyectos y lo orientara un poco en el —para muchos —oscuro mundo del pensamiento, los libros, los ensayos, las discusiones intelectuales, de qué se trataba eso de ser legislador, para qué servía y cuál era su importancia, entre otros asuntitos.
Pero el periodismo tiene sus merequetengues, ¿ha visto?, es un bicho que se prende a uno y no lo deja dormir, respirar ni caminar tranquilo sin estar pensando en una nota, una opinión, una editorial, un suelto, un recuadrito. Entonces el tío aquel, para satisfacer su compulsión, se dedicó a escribirle una cantidad extraordinaria de notas o como para hacer dulce, vinieran o no a cuento, porque bien podría necesitarlas en su tarea de legislador o, eventualmente, de miembro del Poder Ejecutivo de una gobernación, una intendencia o algo, porque cualquier cosa pillaba, y más si había chelines de por medio. Y se las iba dejando en su computadora.
Hasta que un buen día el periodista se murió, pero no advirtió que debía borrar sus escritos de la computadora del otro. Además, ya no era nada, es decir ni legislador ni intendente, así que suponía que no precisaría sus escritos y no se los reclamó.
Una aclaración antes de continuar, decirle político al tipo aquel era estirar la palabra mucho más allá de sus límites naturales, si se tiene en cuenta que la política es la ciencia, el arte y la virtud del bien común. Ese hombre no entendía el concepto ni lo entendería así se lo explicaran durante tres vidas. Era más que nada, un oportunista, aprovechado de esas voladas de la suerte para convertirse en funcionario de cualquier partido y legislador multiuso.
Luego de dejar el último cargo que tuvo la suerte de ocupar, en su inteligencia un poco más que simiesca supuso que, si le publicaban en las cartas de lectores de aquel diario venido a menos, la gente no se olvidaría de él y alguna posibilidad tendría de volver a ser cualquier cosa de cualquier partido, movimiento o agrupación política, defendiendo esta o aquella idea, porque le daba lo mismo.
Entonces usó las notas del pariente finado, que no tuvo la delicadeza de devolver a los herederos, y así darse un barniz intelectual de hombre de letras. Para que los amigos creyeran que era léido y escribido y no el bruto que habían conocido siempre. Los parientes sabían la verdad, obviamente, que se trataba de un chantapufi de porquería, aprovechado de la inteligencia ajena para hacerse pasar por algo que no era.
Hoy, día del periodismo, es posible que le vuelvan a publicar una carta en aquel diario decrépito y casi sin lectores a la vista. Volverá a sentirse, si no un Jorge Luis Borges, al menos se creerá una parte de Borges, el genial vate ciego, aunque sea nomás un cualquier Jorge. Lobo voraz del trabajo ajeno que, muerto el pariente siguió usufructuando sus ideas, como lo saben quienes lo conocen.
Vaya para él, entonces, el saludo de todos los que diariamente se ponen detrás de una pantalla a teclear informaciones o, aunque sea efemérides, como un servidor, así se siente parte de un gremio también venido a menos, aunque conserve cierto aire de intelectualidad crítica y efervescencia por las noticias. Y alegraos, hermanos periodistas, porque muchos que no son del palo desean serlo, lo que quiere decir que algo siguen valiendo.
Y así termina el cuento, viruento, viruento, de pico, pico tuento de pomporerá.
Juan Manuel Aragón
A 7 de junio del 2024, en La Brea. Sacando la punta al lápiz.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Felicidades a todos los periodistas en especial Juan Manuel q nos acompaña siempre con sus notas urticantes siempre

    ResponderEliminar
  2. Cristian Ramón Verduc7 de junio de 2024, 8:19

    Feliz día del periodista, Juan Manuel.

    ResponderEliminar
  3. Feliz Día Colegas.

    ResponderEliminar
  4. Muy feliz día del periodista, estimado Juan Manuel. ( Se nota que llevas la profesión en la sangre)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CRUCERO Grecia, entre fobias y silencios

El autor de la nota durante el crucero Un santiagueño, actualmente viviendo en Israel, cuenta lo que le sucedió en un crucero que hace con su familia en las islas griegas Por Matías Mondschein No hay nada nuevo bajo el sol, decía el rey Shlomo Z"L, pero al verlo en vivo y directo me llamó la atención y nos puso en alerta. Nuestras vacaciones se fueron tornando en algo "que sabíamos" que podría pasar, porque se vienen escuchando y viendo noticias desde Grecia, con antisemitismo y diferentes marchas propalestinas. Dormir siesta, salva vidas El jueves 28 de agosto en lugar de Mikonos, el crucero se dirigió a Heraklion. Se anunció que se podría bajar a las 2 de la tarde, como tenía "cansancio" decidí hacer un "siesta reparadora": que me salvó la vida. Así es, la siesta salvpi nuestra vida, como santiagueño, intento seguir la "tradición". Así que tuve unos 30 a 40 minutos de descanso, luego de las 14.15 horas empezamos a bajar para intentar ir a ...

ISRAEL Lo que no se doblega, tampoco desaparece

Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí Un pueblo esclavizado, humillado, perseguido, exiliado, sin embargo conserva su memoria, no se quiebra y sigue de pie Publicado por Comunidades Plus Por Daniel Grinspon Mi pueblo tiene más de 4.000 años de historia. Miles de años de fe, cultura y costumbres que se transmitieron de generación en generación. Y durante todo ese tiempo, siempre hubo quienes quisieron borrarnos, perseguirnos, castigarnos solo por ser quienes somos. Nos esclavizaron en Egipto, nos exiliaron de Babilonia, nos destruyeron templos en Jerusalén, nos expulsaron de España en 1492, nos persiguieron en Europa del Este y nos atacaron durante el Holocausto. Nos culparon de cosas absurdas, nos inventaron conspiraciones, nos señalaron sin razón alguna. Y aun así, seguimos aquí. Lo que nos hace distintos no es un capricho ni un gesto de orgullo. Es nuestra historia, nuestra memoria, nuestra cultura de milenios. Esa raíz no se quiebra. Vivir dispersos por el mundo no nos hace ap...

RELATO El canto perdido de la jefa de las ranas

Ilustración nomás A veces se cruzan historias de gallos rengos, mulas sanmartinianas y una filosofía de entrecasa que entra sin permiso —De todo lo que había en el pago, lo que más extraño es el canto de las ranas del verano después de la lluvia— dice Macario, acomodando su vaso sobre la mesa. Los otros lo miran, ya saben que viene una historia. Sea cierto o no, Macario siempre tiene un cuento para largar. —¿El canto de las ranas? —pregunta uno, incrédulo. —Sí, las ranas. Mirá, te voy a contar… Empieza con aquella vez, de chico, que con los hermanos y algún primo de visita decidieron pillar a la que llevaba la batuta. Los amigos, en ese bar de mala muerte debajo de la tribuna de Central Córdoba, se acomodan en las sillas y lo dejan hablar. Es que Macario ya antes les había largado cada cosa. De chicos hacían competencias a ver quién boleaba más gallinas, con boleadoras de marlo atadas con hilo sisal… El abuelo se enojó como nunca, porque le arruinaron, dejándolo rengo, un gallo de pele...

EVANGELIO Un pelo de comués

San Juan amonesta a Herodes Una narración espeluznante recordó la Iglesia Católica ayer, fue el día de la Degollación, por si no fue a misa, esta es la narración de los hechos Una historia espantosa cuenta San Marcos en el Nuevo Testamento y está casi al principio nomás, en la parte de Herodes y el Bautista, en el capítulo 6, en los versículos que van del 17 al 29. Me acordé ayer, 29 de agosto, que fue el día de la degollación del pobre Juan, que andaba predicando en el desierto y bautizó a Nuestro Señor en el río Jordán. Usted también la sabe de memoria, doña, pero justo es repasarla sólo para ver si en alguna oportunidad no se ha comportado como la mujer aquella, aunque no tan perra, digamos. Resulta que Herodes había mandado a meter preso a Juan, el que luego fue conocido como el Bautista. Mire lo que son las cosas, el Reinaldo se había casado con la cuñada, la esposa de su propio hermano, Felipe y el otro solamente le recordó que no le era lícito tener a esa mujer. Al casarse, pasó...

1915 AGENDA PROVINCIAL Bianchi

Las abejas y la miel, preocupación de Bianchi El 4 de septiembre de 1915 nace Eduardo Mario Bianchi, farmacéutico, bioquímico, docente y escritor El 4 de septiembre de 1915 nació Eduardo Mario Bianchi en Santiago del Estero. Fue farmacéutico, bioquímico, docente y escritor. Creció en una familia de clase media y mostró interés temprano por las ciencias. Estudió Farmacia y Bioquímica, forjando una carrera que combinó investigación, docencia y escritura. Trabajó en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, especializándose en plantas medicinales y apicultura. Publicó trabajos sobre fitoterapia y participó en conferencias internacionales. Fue un conferencista reconocido y colaboró en el desarrollo del Centro de Investigaciones Apícolas. Su labor incluyó cursos de posgrado y charlas en el Colegio Farmacéutico local. Cuando murió, un laboratorio llevaba su nombre. Recibió una educación que fomentó su curiosidad científica. Desde joven mostró inclinación por la química y la biología, l...