Mañana de invierno, Papilo en la plaza Libertad |
Cada uno lleva en su corazón la despedida a una ciudad que alguna vez fue y ya o está más
Cada uno extraña lo que quiere, lo que sus saudades le piden volver a mirar. Yo he hecho una lista personal, intransferible, de los lutos que hice, cuando cierta gente desapareció para siempre. También de los lugares a los que no iré nunca más, porque alguien los borró hasta de la memoria de la cuadra en que alguna vez fueron historia viva. En fin, ahí van, en una lista de la que me olvido de olvidarme de muchos.1 Algo que pasó desapercibido este año en Santiago es que, por primera vez no hubo pilpintos (o pirpintos) en el verano. Dicen que nacen, crecen y se desarrollan comiendo en el bosque. Ya no hay bosque, bueno, también se terminaron los pilpintos, o tal vez vuelvan quién sabe.2 Otra cosa que se terminó en la plaza Libertad la vuelta del perro. Una funcionaria municipal defendía que la hayan hecho peatonal, justamente para que se terminara esa costumbre santiagueña. Pero nadie chilló, así que debió ser una buena decisión.
3 También extraño el Trust Pastelero, con esos mozos que te recibían poniendo cara de perro malo y, si podían, te hacían con el vuelto. Guardo maravillosos recuerdos de sus cocaditas. Y de Buddy, el mejor mozo que tuvo y tendrá la provincia, contracara de sus compañeros.
4 La esquina de Libertad y Belgrano nunca volverá a ser lo que fue, sin Papilo, su clavel y el megáfono con el que hacía chistes a la gente que pasaba. Sigo soñando con su fabuloso kiosco de diarios y revistas y el cartel que decía: “Ojalá nunca leas Jijirijaja” y lo firmaba Poncio Pilatos.
5 Otro que le dio su impronta a los tiempos pasados, fue Gerardo Demóstenes Antonio Montenegro, mi pariente, el presbítero, como se hacía decir. A una novia que tenía, cuando se confesaba le quería sacar, a toda costa, quién era su novio, pero igual le daba la absolución.
6 Oiga, ¿usted no extraña El Marqués, en la esquina de Belgrano y Avellaneda?, ¿y el restaurant Los Ángeles, donde empezó a trabajar cuando vino de Palestina el padre de la Leyla Bshier, la infortunada chica que mataron y luego tiraron su cuerpo en un basural?
7 Al Vasco de la Belgrano solía ir con un amigo y un político que le tiraba los perros a una moza que laburaba ahí. Un amigo que siempre me lee, hoy me mandará un mensajito diciéndome que se acuerda de aquella trabajadora gastronómica. Y del candidato, por suerte frustrado.
8 Después de que me fui de La Pulga Loca, pensión de la Catamarca 365, nunca más quise entrar. Ahora han hecho un garaje en ese lugar y, lo que son las cosas, me gustaría ir, calcular dónde estaba el comedor, la habitación que me alquilaban con mi tata. La inmunda cocina.
9 ¿Sossegos no volverá nunca más? Pregunto, porque nunca se me ocurriría pedir un sánguche de milanesa en el bar del Automóvil Club, que queda al lado. Atendía un petiso a quien no he vuelto a ver. Tampoco volverá Mariano Santillán, viajando camino a las estrellas.
10 Tenia un amigo que se ubicaba en La Banda, “de Cariñito 10 cuadras al naciente”, “de Cariñito como yendo pal centro”. Y así. Bueno, extraño Cariñito, en el que un año de mi vida las samaritanas del amor supieron consolarme con eficacia profesional, ahijuna.
11 Extraño a mi tata, a Chito Martínez, Luis Lissi, José Ocampo, Aldo Castiglione parado en la puerta del Trust Joyero, Roberto Molinari, que le hacía los anteojos a mi madre, a puro cálculo y no le erraba, a mí tía Gorda y el Ñato, al Negro Ruiz, a la tía Sarita, la Sara Josefina y Pololo Filippi.
12 También extraño a los curas Juan Manuel Lópéz Quevedo y Domingo Qasante, a Pupi Vozza, Pirulo Ábalos, Humberto Abdala, Julio César Castiglione y Claudio Brillanti, compañeros del San José, al hermano Tomás.
Pero, siga abajo usted con la lista. Capaz que entre todos reconstruyamos una ciudad a la que regresamos entre sueños. Ni mejor ni peor, sino distinta y con perfumes que no han de volver.
©Juan Manuel Aragón
ResponderEliminarMuy buena la nota
Yo lo agregaría a Panchito Ovejero, personaje infaltable en el Centro
Camilo Luñiz. La placita de la Buenos Aires y Avellaneda, que hace mucho desapareció entre chapas que obstaculizan la circulación y afean esa esquina.
ResponderEliminarviejos los q escriben viejos los q comentan viejo todo por aki
ResponderEliminarLos caminitos de la muerte del Parque Aguirre, para hacerse moco en la bici contra los árboles. La calle al lado del Lawntenis, para jugar al fulbo. De tierra. Ir a sacar bagres del río cruzando los afatales.
ResponderEliminarJuan Manuel hace dos días que leerte es un placer pero amigo me haces llorar mucho
ResponderEliminarPapilo toda una institución con su clavel
Gerardo Montenegro que te daba la ostia y te decía si tu look estaba bueno
Aldo y Carmencita Castiglioni que gente amable y buena personas los dos
ResponderEliminarY no es bueno que estos recuerdos me hagan lagrimear
Saludos cordiales aurora
JUAN MANUEL, MUY BUENO ESE RECUERDO DE LOS PERSONAJES DE SGO Y CUANDO PUEDAS VENITE A LA BANDA QUE HAY MUCHOS PERSONAJES QUE YA NO ESTAN, FELICITACIONES
ResponderEliminarHermosos recuerdos Juan Manuel! Agrego entre los lugares a la confitería Sirocco ( frente a la Plaza Libertad) en la década 60 y 70 y Trevi dela misma época en 24 de setiembre entre Urquiza y 9 de Julio y entre las personas que recurdo de mi infancia, la dama sin igual, doña Josefina de Gigli. Gracias por los recuerdos!
ResponderEliminarTremenda nota amigo. Los recuerdos están todos en su memoria de ese Santiago que ya se fue. Me hizo acordar como si lo estuviera viviendo. Muchas felicitaciones. Me lleno de nostalgia.
ResponderEliminarCamilo bombacha y el mozo de Popeye. Brutus y los juegos de Sacoa, los cines Centro, Petit Palais y Santiago.
ResponderEliminarExelente nota .
ResponderEliminarExelente nota
ResponderEliminarLa confitería Oriental del Gran Hotel y el cine Splendid . Está buena la recordacion
ResponderEliminarY la "LIBRERÍA DIMENSIÓN", con la GILDA ROLDAN viuda de SANTUCHO, atendiendo siempre con esa cordialidad amabilidad, y conocimiento del tema.
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