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Alumnos tomando apuntes en la calle |
Aquí va una idea para que entre los alumnos y los profesores de las casas de altos estudios le tuerzan la mano al gobierno
Los universitarios de todo el país están enzarzados en una agria disputa con el gobierno nacional. Mientras las autoridades acusan a las Universidades de malgastar el dinero que les dan para su funcionamiento, los alumnos y muchos profesores dicen que no es cierto, y que lo que reciben no permitirá que continúen las clases mucho tiempo más. Los alumnos y los profesores de muchas universidades, entonces deciden “tomar medidas” para obligar al gobierno a aumentar la cantidad de fondos que les pasa. Pero en vez de infligir algún daño, de alguna manera, al gobierno, por no pasarles el dinero con el que supuestamente seguirán funcionando normalmente, deciden castigarse a sí mismos. ¿Cómo?, los profesores no dan clases o se obligan a impartirlas al rayo del sol, en las calles o hacen paros y marchas y los alumnos son los principales impulsores de esas medidas.Disculpe que se lo diga así, pero es medio tonto lo que hacen.Quizás, por una vez en la vida, se debería impulsar una medida al revés, a fin de obligar a la patronal, en este caso el gobierno nacional, a entrar en razón. Los dirigentes gremiales de profesores y alumnos debieran ponerse de acuerdo para dar clases todos los días, desde ahora y hasta fin de año. Lea bien, cuando dice “todos los días” es todos los días, incluidos sábados y domingos. ¿Este domingo es el Día de la Madre? Igual los alumnos que vayan a la universidad, como si fuera un viernes cualquiera. ¿No hay colectivos?, bueno, qué pena, porque no valdrán excusas para ponerles falta y quizás, hacerlos perder la regularidad. Deberían dar clases sustanciales, esas que, si no las ofrece un profesor, difícilmente la comprendan leyendo los libros o los apuntes. Las familias deberían contar con más dinero para enviar a sus hijos a la Universidad sábados, domingos, feriados (legales, puentes y turísticos), asuetos, fiestas de guardar, Navidades, Nochebuenas y Findeaños. ¿Cuánto podría aguantar el gobierno una protesta de ese porte hasta que afloje la billetera?, en dos fines de semana estará tambaleando.
Imagínese tener que hacer que el servicio de colectivos trabaje también los sábados y domingos, pero solamente para los universitarios. A los padres protestando porque si sus hijos van a la Universidad los fines de semana no tienen tiempo para estudiar o repasar para los exámenes. A los dueños de boliches, bares, cervecerías, haciendo líos porque no tienen clientes los sábados. Al gremio de porteros y administrativos de las Universidades pidiendo aumento de sueldo porque los hacen laburar ocho días más al mes. Además, el ejemplo podría cundir, mire si también las escuelas primarias y secundarias y a los profesorados se les da por protestar de la misma manera. En un mes ponen el país patas para arriba, no solamente ganarían la pulseada, sino que el podrían tumbar al gobierno.
¿Usted admira lo que hace Lionel Messi en la cancha? Lleva el fútbol, que es la lógica de lo impensado, a su máxima expresión, gambetea a los contrarios, pasándolos por donde los otros nunca esperan que pase. Esto sería lo mismo, llevar la lógica de lo que el gobierno nunca pensó que le harían, a límites estratosféricos, haciéndole a un delirante, como el que está ahora sentado en el sillón de Rivadavia, una hermosa locura que triplicaría su enajenación mental.
Báh, es una idea. Pero, oiga, es más de orates hacerse daño a sí mismos, que es lo que están tristemente protagonizando los alumnos de las universidades, no yendo a las aulas, obligándose a oir clases sin pizarrones, en medio del bochinche, con calor y moscas, marchando por las calles, gritando consignas inútiles, viejas, vacías.
Si esta nota llegara a alguno de los alumnos o profesores de la universidad, va este mensaje: vayan a dar y recibir clases los fines de semana, hagan algo inteligente, demuestren que son gente que piensa, anímense a romper las viejas estructuras, los moldes obsoletos y comiencen, de una buena vez por todas, la revolución que la sociedad espera de ustedes.
Juan Manuel Aragón
A 18 de octubre del 2024, en el Arco. Comprando verdura.
Ramírez de Velasco®
haragan... sos un hijo de puta
ResponderEliminarToda sugerencia tiene algo bueno. Ellos decidirán cuál consideran que es la mejor.
ResponderEliminarInteresante propuesta, pero la veo muy difícil. Ésta gente está dominada por esa vieja política corrupta que arruinó al país, y además, salvo alunas individualidades, en general la quieren todo fácil, no ven la utilidad del esfuerzo
ResponderEliminarEn detalle su explicación es digna de tener en cuenta. Habría que auditar las con total imparcialidad. PERO NO OLVIDE QUE EL FIN DE ÉSTE GOBIERNO NO ES HACER EFICIENTE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA SOLO ES CONVERTIRLA EN PRIVADA.
ResponderEliminarNo he leido en detalle los anuncios del gobierno con respecto a su plan de gestión universitaria, pero en lo que he leido no encontré una afirmación de que se intente privatizar las nacionales. Lo que he leido es que ante las limitaciones de fondos para gastos públicos y las prioridades de necesidades sociales, se intenta hacer las gestiones de las instituciones públicas más eficientes, para lo cual se necesita establecer una linea base mediante una evaluación de sus finanzas con criterios de "costo" (gastos actuales) y "beneficio" (profesionales egresados), además de otros aspectos de extensión universitaria.
ResponderEliminarQuién conoce la ley de educación, la constitución y el funcionamiento de las universidades sabe que sería utópico pensar que una gestión de gobierno pudiera privatizarlas.
Algo para tener en cuenta es la falacia de los eslogans de "igualitaria y gratuita". En primer lugar, no todo lo igualitario, aunque suene altruista y compasivo, es bueno. En la situación actual la sociedad subvenciona al rico que puede pagar igual que al pobre que no puede, desperdiciando miles de millones de pesos en miles de estudiantes que, por estar mal preparados y no tener restricciones de ingreso, abandonan sus estudios en masa en los primeros años no sin antes consumir una buena proporción del presupuesto que luego les falta a los pocos que llegan a los últimos años y necesitan mayor disponibilidad de presupuesto para laboratorios, investogación, viajes de obra, etc. Ese presupuesto, gastado "igualitariamente" en los ricos que pueden pagar, podría apoyar los esfuerzos de muchos jóvenes del campo, que son brillantes alumnos en sus escuelas rurales, pero que jamás tendrían chance de venir a estudiar a la ciudad.
La universidad tampoco es gratuita; la pagan los profesores subvencionando al sistema con sueldos bajísimos, la pagan todos los ciudadanos con sus impuestos (mal gastados por las distorsiones mencionadas anteriormente), incluyendo don José y doña Rosa aunque que no tengan hijos estudiantes (aunque se entiende que se benefician por que el sistema universitario los provee de atención médica, de calles pavimentadas y de toda una infraestructura y tecnología que les da calidad de vida).
Escuché a gente esgrimir el argumento de que la universidad pública se debe defender porque le dió a la Argentina 5 premios Nobel. Se debe tener en cuenta que el último fue a Cesar Milstein, que se recibió hace más de 70 años. La de esa época era una universidad distinta a la actual, que tenía un nivel académico que los argentinos tienen que recuperar. Tal vez eso sea lo que la actual gestión intenta hacer, y se esperaría que los propios usiarios lo demanden en vez de oponerse.
Entiendo que cuando estudiaban los 5 ganadores de los premios Nobel, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de La Plata estaban aranceladas, no había ingreso irrestricto y el nivel académico que tenían era muy superior a lo que se tuvo en los últimos 50 años.
ResponderEliminarEl argumento ese que el gobierno apunta a privatizar las universidades públicas es totalmente falso. Es el argumento preferido de los populistas embarcados en una movida política en contra del gobierno, sólo buscan hacerle daño, no beneficiar a la universidad ni a los estudiantes