Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Hijos

LEYENDA Nacimiento del chipaco

Con chicharrón mal molido Cómo fue que se creó uno de los más ricos panes de Santiago del Estero La hermana se bajó del quebracho altísimo que había trepado, lastimada, con varios magullones justo en el centro del rencor herido, golpeada en el alma por la acción del hermano. “Si no le gustaba cómo lo trataba, tendría que haberme avisado”, se quejaba. Como justificación afirmaba: “Yo actuaba de forma un poco brusca porque se me hacía que así se tratan los varones, pero nunca fui perversa con él, como cuentan”. Un blandito, un nene de mamá, una mantequita había sabido ser el hombre. Para peor, un día se enteró de que le había fabricado una leyenda que la dejaba como una mujer cruel y despiadada, que nunca lo esperaba con la comida, le mezquinaba un lugar para vivir, lo rigoreaba a cada rato, aprovechando que era varón le pegaba y un montón de mentiras más. Después de esa vez, se vino a casa de unos parientes que vivían aquí en la ciudad. La trataron bien y al tiempo se casó con un muchac

CUENTO Mujeres del amor

Imagen de ilustración “Buscando mis amores Iré por esos montes y riberas; Ni cogeré las flores, Ni temeré las fieras, Pasaré los fuertes y fronteras” San Juan de La Cruz. Por Julia Rocha Ella rezaba en silencio. Había perdido sus “secretos”: dos hijos no estaban ya en este mundo. El mayor se llevó con él la fortaleza de su propia juventud, el encanto de lo inaugural. El menor había expirado en segundos, dejando hijos pequeños. Los niños, no dejaron de jugar, no obstante, esperaban nerviosos la llegada del padre sin dejar de preguntar. Fueron pasando los días. Las flores crecían presuntuosas- conocían más de la vida que los que se llaman humanos, ellas vivían con los pies en la tierra. Las flores son mujeres como las cuentas de los Rosarios, la mayoría Ave María. Las maderitas redondas se deslizaban por los dedos largos de la abuela. El descanso venía entre medallitas y otros íconos que piadosos, le infundían una provisoría tranquilidad. Había llegado de lejos a estas tierras. Creía en

CUARENTENA Instintos asesinos

Insinuante Crónicas  del Aislamiento IV Por supuesto que sé que meten bulla, son molestitos, siempre hay uno que quiere que lo atiendas , cuando no están gritando al mismo tiempo, ¡qué ganas de matarlos! En tiempos de aislamiento se han potenciado, son los mismos hijos, pero elevados al cubo de hinchapelotas. La patrona dice que no me acostumbro porque vivo en la calle y que ahora, que estoy todo el día en casa, recién me doy cuenta del trabajo que dan. Le digo que antes se cansaban parejos , a la mañana iban a la escuela, a la tarde jugaban y de noche caían rendidos, en cambio ahora andan con mucha pila a toda hora. Tienen una energía contenida que no descargan con los jueguitos que se inventan en la casa. Piden cancha. Algunas madrugadas la codeo despacito a la patrona hasta que se despierta , vamos al baño para tener nuestro momento de amor, cariño, mimos. Escondidos como amantes también tiene su gracia, pero no este el caso, justamente porque no somos amantes, hace mucho que dejó